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Huellas N.09, Octubre 1998

VIDA DE LA IGLESIA

Luz en la noche

A un año de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta, Ediciones Encuentro publica un libro de fotografías realizadas por el famoso fotógrafo japonés, Morihiro Oki.
El amor a Cristo, forma y razón de su protagonismo en nuestro siglo


«Madre Teresa ha sido un don de Dios a los más pobres entre los pobres... Su entrega total a Dios, renovada cada día en la oración, se ha convertido en una entrega total al prójimo. En la sonrisa, en los gestos y en las palabras de la Madre Teresa, Jesús ha caminado de nuevo por las calles del mundo».
(Juan Pablo II, 5 de septiembre de 1998)

Durante estos años habéis tenido un ejemplo trágico, el de toda la gente que se ha ido al Tercer Mundo por los enfermos, los leprosos, los enfermos de SIDA. También la Madre Teresa ha ido al Tercer Mundo, pero cuando le preguntaron: «¿Porque se dedica usted al dolor de los hombres?»; «Por amor a Jesús», contestó al periodista estupefacto; porqué Jesús es el mo­tivo de la existencia de cada hombre.
(Luigi Giussani, ¿Se puede vivir así?)

La moral cristiana nace como un encuentro que produce estupor y ad­hesión a lo verdadero, a lo bello y a la bondad misteriosa que es el destino mío, de mi madre, de mi amiga y de mi amigo, y también de mi enemigo y del pobre hombre que está muriendo de frío en la calle.
Es lo que pensaba la Madre Teresa de Calcuta cuando veía a la gente en la India, abandonada en los regueros de agua que corrían por las ca­lles, en las cloacas a cielo abierto: la estima por ese hombre que se estaba muriendo era la misma estima que tenía a su madre.
(Luigi Giussani, Tu, o dell'amicizia)

Madre Teresa veía en los rostros que tenía a su alrededor - los desheredados, los más desgraciados - la presencia del Misterio de Cristo en su humanidad azotada. Du­rante años se ha inclinado hacia los pobres, entregándose a ellos, como quien se inclina sobre el Jesús sufriente. Esta ha sido su conciencia como mujer y como religiosa. El amor a Cristo ha sido la forma y la razón de su protagonismo en este siglo, que ha hecho de ella una luz en la noche. La Iglesia y el mundo han reconocido en ella un símbolo de la construcción de la paz. Conscientes de que la paz nace del reconocimiento de Cristo, que es la respuesta exhaustiva a las necesidades del hombre, queremos compartir este testimonio suyo. Y agradece­mos a Dios que haya dado a nuestro tiempo trágico - y, sin em­bargo, lleno de esperanza dramática, latente en su corazón de criatura - esta santa, signo de la fidelidad de Dios a su alianza con todos los hombres mediante su presencia excepcional en Cristo dentro de la historia de su pueblo.
(Nota necrológica escrita por don Giussani y publicada en el diario londinense The Guardian del día 20 de septiembre de 1997)

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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