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Huellas N.05, Mayo 1995

VIDA DE LA IGLESIA

El sacrificio y la meta

Stefania Ragusa y Fulvio Fulvi

«Somos pueblo cristiano en la historia»
Fieles al magisterio de Juan Pablo II, participamos en la Peregrinación de los jóvenes de Europa a Loreto para pedir a la Virgen que sostenga la responsabilidad del pueblo cristiano en la historia, como contribución a un mayor bienestar en este mundo, que nos aparece como milagro en el que comienza a revelarse la gloria de Cristo en el tiempo.
Luigi Giussani
Giancarlo Cesana



Apuntes de los dos días de Loreto. Las palabras del Papa, el camino de los peregrinos y la tarea de los cristianos
Anduve los primeros tramos de la peregrinación a Loreto repitiendo unas pocas palabras que resonaban en mi corazón: «Señor Jesús, ten piedad de mí». Son las palabras que, en El peregrino ruso, el autor desconocido pone en boca del protagonista, que pasa su vida caminando y pidiendo hasta que su petición se confunde con el ritmo de la respiración. Después de una noche toledana en autobús, partimos al amanecer del sábado desde Porto Recanati —7000 miembros de CL en procesión— ante la mirada curiosa, asombrada o indiferente de los lugareños y de los últimos veraneantes.
Las palabras de Giancarlo Cesana, entre un misterio y otro del Rosario, eran muy claras: «El cristianismo no es nada espiritualista, como no es espiritualista esta peregrinación. Es sacrificio de sueño, músculos, tiempo, dinero. El cristianismo no quiere llevar al hombre al cielo, sino quiere anunciar al mundo que Dios ha venido a la tierra para compartir el camino del hombre. Nosotros somos la tierra, y el sacrificio —sacrum facere— es lo que permite hacer sagrada, verdadera, nuestra tierra, nuestra humanidad, porque nos hace reconocer y vivir el fin, el destino».
Por la tarde nos unimos al resto de los jóvenes convocados por el Santo Padre. Una inmensa cuenca natural hospedaba a más de 300.000 mil jóvenes, de lenguas y carismas diversos, unidos por el signo físico de la presencia de Cristo sobre la tierra: el Papa. Este es el acontecimiento digno de mención y motivo de conmoción. Este acontecimiento, en su desnudez esencial, basta para hacer grandes y alegres los dos días que hemos pasado en Loreto. Quien conoce el corazón del hombre, sabe que la respuesta que le hace feliz es sencilla y esencial: es una Presencia.
«Casa»: he aquí la palabra clave del mensaje del Santo Padre a los jóvenes. «Como para María la casa de Nazaret fue el lugar de su “sí” cotidiano, así para vosotros la casa es el lugar donde poder pronunciar vuestro “sí” a Cristo». Una casa donde sea posible una convivencia pacífica, una morada que se agranda para abrazar el mundo entero.
«Por gracia de Dios somos lo que somos, y su gracia en nosotros no es vana» decía el apostol Pablo. Con coraje podemos repetirlo también nosotros, a veces agradecidos y orgullosos por la grandeza de experiencia que hemos encontrado, a veces humildes y mortificados por el límite humano que vemos en nosotros mismos y en los demás. Estamos en la Iglesia conscientes de la tarea grande que se nos ha confiado y dispuestos a aceptar el sacrificio, tal como se nos presenta, para hacer más verdadera nuestra vida.


(Traducido por Alfonso Lozano)


María de Nazaret, ei primer templo de Dios en el mundo
Cristo «vivo ayer, hoy y siempre» se hace respuesta concreta a las preguntas esenciales del corazón inquieto del hombre. Sed vosotros mismos respuestas vivas de Cristo, teniendo el Evangelio como regla fundamental de todas vuestras acciones y de todos vuestros deseos.
[...] Sed sus manos y su corazón, para vuestros hermanos y hermanas: el corazón para amar y orar, las manos para trabajar, construir y servir.
[...] María, en virtud de su maternidad divina, es, ante todo, la casa en que puso su morada la Sabiduría eterna, el Hijo unigénito del Padre hecho hombre. Jesús se encarnó en ella, como en un templo espiritual que el Padre preparó por obra del Espíritu Santo. Gracias a María, la Casa de Nazaret ha llegado a ser un símbolo tan extraordinario, porque es el espacio en el que, después del regreso de Egipto, se desarrolló la historia del Verbo encarnado; el lugar en que Cristo «crecía en sabiduría, en edad y en gracia ante Dios y los hombres» (Le 2,52).
[...] Y eso nos habla de modo particularmente eficaz, manifestando que nuestra fe y nuestro cristianismo remiten a una casa concreta, en la que se realizó el misterio de la Encamación.
[...] En la historia, el siglo actual es, tal vez, el que se caracteriza por las mayores negaciones del cristianismo, pero también se distingue por el extraordinario ejército de confesores y mártires, que han sembrado la semilla de una nueva vida en Europa y en el mundo según el antiguo principio: Sanguis martyrum, semen christianorum. El llamamiento que hoy dirigimos a Europa y, al mismo tiempo, a todo el mundo, se podría sintetizar en esta única palabra: «casa». ¡Una palabra clave! Pensamos, ante todo, en la Casa de Nazaret: la casa en la que vivió el Hijo de Dios, la casa de la Sagrada Familia. Una casa profundamente humana. No es sólo un gran símbolo.
[...] Queridos jóvenes peregrinos que hoy os habéis reunido desde tantas partes de Europa y del mundo alrededor de la Casa de Nazaret, ésta es la misión particular que se os confía: debéis vivir y testimoniar la filiación divina; la filiación que es el patrimonio que nos transmitió el Hijo unigénito de Dios. Esa filiación nos evita todos los peligros de esclavitud y nos devuelve nuestra libertad de la forma más alta y madura.
[...] No se trata de una libertad que constituya un fin en sí misma, o sea, una libertad absoluta y egocéntrica que, como demuestra la experiencia, termina a menudo por ser devastadora. La verdadera libertad es medio maravilloso para alcanzar el fin, y este fin es, ante todo, el amor del que nace la fraternidad.
(Juan Pablo II, Loreto, 9-10 Septiembre 1995)


La aportación del movimiento
La Peregrinación de los jóvenes de Europa con el Santo Padre ha sido el culmen de las celebraciones del VII Centenario de la Santa Casa. Observa monseñor Domenico Segalini, responsable de la pastoral juvenil de la Cei: «Hemos tomado y ampliado la intuición de la peregrinación promovida por CL, caracterizada por una convergencia habitual de jóvenes en Loreto». «Agradecemos a Comunión y Liberación —prosigue monseñor Segalini— el haber hecho confluir su organización y su capacidad de movilización en esta peregrinación Europea: se ha producido una colaboración interesante y provechosa». También Marcello Bedeschi, “número uno” del Comité Organizador de la peregrinación de los jóvenes y miembro del Pontifico Consejo para los Laicos, tampoco tiene dudas al respecto: «He recibido una colaboración estupenda por parte de las asociaciones, movimientos, grupos parroquiales tanto a nivel nacional como internacional y la relación con CL ha sido óptima desde el primer momento». Que Comunión y Liberación haya renunciado a animar, este año, la peregrinación desde Macerata a Loreto ha sido, según Bedeschi «un gesto de sacrificio, pero de gran eclesialidad». «No puedo olvidar que gran parte de la fatiga para preparar el servicio de orden — afirma— la ha asumido Comunión y Liberación coordinando su trabajo con un grupo de Acción Católica de Reggio Emilia: han trabajado juntos en perfecta comunión. Doy gracias de corazón a estos jóvenes».
«Servicio a la Iglesia y comunionalidad —explica don Giancarlo Vecerrica, responsable regional de CL y miembro del Comité de la Peregrinación del 95— son las razones que nos han llevado a colaborar estrechamente con las trece diócesis designadas y a pedir un compromiso directo a centenares de nuestros amigos en la organización».
¿Y el próximo año? La decimoséptima edición de la peregrinación a Loreto queda fijada para el quince de Junio. «Se trata de recoger el desafío lanzado por el Papa: entregar nuestras piernas —subraya monseñor Segalini— a lo que Juan Pablo II ha dicho; y yo estaré muy contento de implicarme».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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