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Huellas N.07, Julio/Agosto 1998

COLABORACIONES

Felipe II. Un monarca y su época

Raquel Llano Torres y Rosa Fdez. Romero

Con motivo del cuarto centenario de la muerte de Felipe II en 1598, tiene lugar en El Escorial, del 1 de Junio al 10 de Octubre, la primera parte de una única y gran exposición que se desarrollará en tres ámbitos a lo largo de 1998

El contenido de estas exposiciones expresa la compleja realidad del siglo XVI, contemplada desde la vida del Rey y en el marco de una monarquía cuyos testimonios artísticos y materiales revelan la riqueza y diversidad de un Imperio en el que «nunca se ponía el sol». Una realidad plural, que mantiene en su interior toda su rica diversidad, aunque aparezca hacia el exterior como un único y formidable poder. Un poder que haría de Felipe II el primer monarca de Europa y convertiría a España en la potencia hegemónica de occidente hasta avanzado el siglo siguiente.

La Monarquía Hispánica
Éste es el nombre que recibe la exposición que se desarrolla en el marco emblemático del El Escorial. En ella se puede recorrer la vida y la compleja realidad del reinado de Felipe II. La articulación de los distintos acontecimientos y de las múltiples relaciones con las demás potencias europeas se realiza a través del hilo conductor de las notables mujeres que, durante toda su vida, rodearon o giraron alrededor del gran Rey.
La actual historiografía ha definido más objetiva y científicamente el perfil del gran monarca, con sus fracasos y sus éxitos, pero también del hombre cuya imagen ha sido desvirtuada por la mítica leyenda negra que sus contemporáneos crearon en torno a él.
Felipe II fue un príncipe cristiano, racionalista y mecenas; coleccionista apasionado y estimulado por una gran curiosidad científica y artística. Hombre culto de su tiempo, amante de la música y de las bellas artes, galante en su juventud y padre adorado por sus hijas en su madurez, que aprende también a ser rey, a través de sucesivas responsabilidades. Tuvo la gloria, inseparable siempre de la tristeza, de dominar el mundo entero, de mediar en los conflictos religiosos y políticos que enfrentan a los grandes Estados y reinos de un siglo contradictorio y feroz.
Formado en los valores renacentistas y humanistas, Felipe II fue impulsor de la ciencia y técnica de su época hasta hacer del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la octava maravilla del mundo. No en vano el recorrido de la exposición finaliza con una ventana abierta al Patio de los Evangelistas desde donde se contempla la fachada meridional del Templo, con la gran cúpula como protagonista. Es una invitación a prolongar la estancia en el Escorial y visitar el monasterio en su totalidad.

CARTA FUNDACIONAL DEL MONASTERIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL
Entresacamos los siguientes párrafos de la carta de fundación del monasterio puesto que en ellos está, si se lee con atención, la clave del significado del monasterio.
«En el nombre de Dios Todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que vive y reina eternamente, y la Virgen María, llena de gloria y santidad, en cuyo honor sucede todo cuanto Nos hacemos y en honor del bienaventurado San Lorenzo, a quien Nos guardamos especial veneración. Que todos cuantos vean esta carta de fundación sepan que Nos, don Felipe, rey de Castilla, León, Aragón, Navarra, Mallorca, Menorca, las dos Sicilias, Córcega, Cerdeña, Granada... Gibraltar, las Indias... y Jerusalén... en agradecimiento por los muchos y grandes beneficios que Nos hemos recibido y recibimos de nuestro Señor y porque El nos ha guiado en Nuestras acciones hacia su santo servicio y ha conservado nuestros imperios en su santa fe y en la religión por El instaurada... Siendo conscientes de cuánto agrada a Dios y de cuán apropiada señal de agradecimiento por los beneficios obtenidos es el construir iglesias y monasterios donde se alabe y se glorifique su santo nombre y donde se conserve y se avive su santa fe con la enseñanza y el ejemplo de los monjes como siervos de Dios; para que se rece ante Dios Nuestro Señor por Nos, Nuestros antepasados y sucesores reales, por la salvación de nuestras almas... sabiendo y apreciando que el emperador y rey, nuestro padre y señor, tras cedernos sus reinos, Nos encargó... según su última voluntad ocuparnos de su última morada... ; y porque Nos hemos decidido ser enterrados en el mismo lugar que ellos... Por estas consideraciones Nos fundamos y construimos el monasterio de San Lorenzo el Real en el pueblo Escorial... en honor y nombre del bienaventurado San Lorenzo... en recuerdo de los favores y victorias que Nos comenzamos a obtener de Dios en el día de su festividad. Lo entregamos a la orden de San Jerónimo por el profundo amor y devoción que Nos le dispensamos».
«Nos hemos decidido, además, fundar un colegio en el que se enseñen las ciencias del espíritu y la santa teología, y un seminario donde se eduque y se enseñe la fe cristiana, las buenas costumbres y a llevar una vida piadosa, así como un hospital de acuerdo con las disposiciones que acompañan este escrito...»

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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