Va al contenido

Huellas N.6, Junio 2018

LECTURAS

Cuatro libros para el verano

De la nueva exhortación apostólica del Papa al texto de Julián Carrón que se publica con vistas al próximo Sínodo de los jóvenes, hasta la propuesta para los bachilleres, estos son los títulos que el movimiento sugiere para disfrutar de una lectura sosegada durante el verano

Empezamos por la Gaudete et exsultate del papa Francisco (ver aquí en p. 30) con su «llamada a la santidad en el mundo contemporáneo». «El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados», escribe el Papa en el primero de los 177 apartados de la exhortación apostólica. Y la santidad, que es la vocación a la que todos estamos llamados, es realmente esta «felicidad», una intensidad de vida contraria a «una existencia mediocre, aguada, licuada». La Iglesia dirige esta misma propuesta a los jóvenes, de manera especial en estos meses que preceden el Sínodo de octubre dedicado a ellos y al «discernimiento vocacional». Y es con vistas a esta cita que se publica el segundo "libro para el verano": La voz única del ideal (San Pablo, 86 páginas, 7,50 €), un librito que recoge algunos diálogos de Julián Carrón con los jóvenes precisamente sobre la vocación, los criterios del discernimiento y el camino para encontrar «Necesitan algo que esté a la altura del deseo ilimitado de su corazón». Una lectura no solo útil para los jóvenes, obviamente, sino para cualquiera que identifique la emergencia educativa como la cuestión crucial de hoy.

La tercera propuesta es la lectura de nuestra obra española más querida: el Quijote. Miguel de Cervantes nos sigue ofreciendo hoy una maravillosa obra que nos pone en relación directa con las «corrientes elementales del espíritu» -como nos enseñó Ortega-, con los «motivos clásicos de la humana preocupación». Pocas lecturas son tan actuales como esta. Pocas hablan tanto y tan bien de las aspiraciones más profundas del hombre de todos los tiempos. En ella encontramos a un hombre que «se desesperaba» cuando pasaban los días «sin acontecerle cosa que de contar fuese», nuestro querido Don Quijote, un «corazón intrépido» que sale de su hacienda para buscar aventuras, que se hace caballero andante porque es «la cosa de que más necesidad tenía el mundo». Quizás pensemos en un libro que huele a polvo, que decora estanterías de casas antiguas y aparece representado en las camisetas de las tiendas folclóricas o en los llaveros de propaganda española, pero puede que, comenzando su lectura, sorprendamos entre sus páginas una belleza inesperada, un afecto sincero. Así le sucede a nuestro hidalgo cuando llega con su compañero de camino a Sierra Morena. Nos cuenta el narrador de la historia que según «entró por aquellas montañas, se le alegró el corazón, pareciéndole aquellos lugares acomodados para las aventuras que buscaba». Es la historia de un ideal, de una búsqueda constante, es la historia de un gran amor. Desde hace cuatro siglos -supone Ortega-, Cervantes «se halla sentado en los elíseos prados (...) y aguarda (...) a que le nazca un nieto capaz de entenderle». Dios quiera que podamos ser alguno de nosotros ese «nieto» que pueda disfrutar verdaderamente del apasionante mensaje de don Miguel. Giussani identificaba al Quijote con la magnanimidad, es decir, con la grandeza de ánimo. La lectura de las aventuras de este caballero andante nos descubren cómo el deseo es motor de la vida humana: en sus peripecias, dolores y alegrías, porque el ánimo es movimiento de apertura hacia las cosas, de manera infatigable. Además la magnanimidad introduce en la historia -la del Quijote, la nuestra, la de nuestros contemporáneos- la mirada clemente, benévola y desprendida de un personaje que dice mucho en su ridiculez de la gracia que le sostiene.

Para los bachilleres la lectura propuesta es La anunciación a Maria, de Paul Claudel (Encuentro, pp. 192, 10€), un libro que ha educado a generaciones enteras de chavales. La historia de la joven Violaine, de su padre, Anna Vercors, y de Pedro de Craon, constructor de catedrales, es un clásico, entre los don Giussani ha más amado. «Nuestro movimiento nació con este texto», escribe él mismo presentándolo: «En él se concentra el genio del cristianismo católico y para mí es el texto poético más alto del siglo XX». Suficiente para leerlo -o volver a leerlo saboreándolo-, ¿o no?

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

Vuelve al inicio de página