Entre las distintas exposiciones, una recoge historias insólitas: las de hombres que estando en una celda encuentran por primera vez lo que les hace libres
«Cumpliendo las penas que cada uno de nosotros debe cumplir, ojalá nos ayuden a tener una perspectiva distinta. Recordad que cuando se cae en la cuenta del mal que se ha cometido, no se querría nunca acabar de expiar la pena; e incluso cuando se ha cumplido la condena, el dolor que queda en el corazón es tremendo». Estas palabras que escribió un preso me vinieron a la cabeza cuando me pidieron colaborar en la realización de una de las exposiciones más importantes del Meeting 2008: “Libertá va cercando, ché sí cara... Redimir vigilando” (ver apartado). Con este título queremos subrayar que el que se equivoca no puede quedar prisionero de su error, que hay una posibilidad de redención. Se trata de poner de relieve –más allá de los tópicos sobre el mal funcionamiento del sistema penitenciario y la justicia italiana– que a pesar del error, a pesar del mal, hay una posibilidad de cambio que pasa por el encuentro con personas que –simple y llanamente– abren una nueva perspectiva, un horizonte de vida, una esperanza que lleva un nombre: Jesucristo.
Queríamos mostrar que, paradójicamente, se puede ser libre dentro de una cárcel, que por su naturaleza es la negación de la libertad.
Esta hipótesis se reveló fascinante: por una parte eliminaba todo posible moralismo o buenismo, todo discurso retórico, y por otra me hizo conocer a hombres que, aun siendo culpables de los peores crímenes, testimonian que el cristianismo es verdaderamente la única posibilidad de dignidad, lo único por lo que vale la pena vivir, aunque fuese dentro de una celda en cadena perpetua. Leer y releer las cartas –tanto las de los presos como las de quienes están al otro lado de los barrotes: jueces, voluntarios que prestan su labor o los que ofrecen trabajo dentro de la cárcel– muestra una vez más que únicamente dentro de la Iglesia se puede abrazar al hombre en su integridad, sin olvidar nada. No es casualidad que citemos a san Agustín: «Es necesario perseguir los pecados, no a los pecadores. Condenad los errores y amad a los hombres».
Hemos seleccionado todo el material de testimonio, junto a la documentación histórica, artística, literaria y cinematográfica, siguiendo tres líneas de lectura:
1. Presencia: un yo que renace. La posibilidad de un cambio tras los muros de la cárcel se da a menudo a través de encuentros “fortuitos” como un artículo en el periódico; ejemplos y testimonios. Aunque la situación concreta no cambia, los barrotes siguen siendo barrotes, la persona «experimenta la celda como una “clausura”, es decir, el espacio donde puede vivir la relación con Cristo», como escribimos en la introducción.
2. Caridad: unidos por un mismo destino. «Nuestro hermano el profesor Giovanni nos acogió espiritualmente en este camino impracticable, nos abrazó en nombre del Señor». Así los presos de Brúcoli (Siracusa) describen su relación con Giovanni, que desde hace algunos años enseña historia en la cárcel como acción caritativa.
Visitar a los presos es una de las obras de misericordia corporal que la Iglesia recomienda, y CL educa continuamente en gestos de caridad que ante todo benefician a la persona que los lleva a cabo. En la caritativa en las cárceles han florecido testimonios de vida nueva, de una Presencia real que salva a las personas.
3. Trabajo: una liberación interior. «Para cada uno de nosotros el trabajo es una vida que da color hasta a un lugar tan duro y gris como este; se convierte en la posibilidad de volvernos hombres que desean vivir una experiencia», escribe Aber desde la cárcel de Como, donde ha empezado a trabajar. El trabajo no es sólo la ocasión de no pasar el día tumbado en la litera para “matar el rato”, sino la posibilidad de recobrar la dignidad como persona, un acto de fidelidad que Dios tiene contigo «más allá de lo que hayas hecho».
Con la ayuda de varios medios –vídeos, imágenes, textos– tendremos como guía en este recorrido a personas del sector: presos, jueces, abogados, guardias, profesores. Y al final podremos probar los dulces que han preparado los presos de Padua, tocando con la mano el fruto del trabajo de alto nivel que se ha hecho en la cárcel.
La exposición trata también el papel del sistema penitenciario en Italia a partir de la Constitución, que concibe la privación de libertad como un recorrido de redención y la cárcel como un lugar en el cual “redimir vigilando”. Desgraciadamente a menudo está función educativa está desatendida. Entonces, ¿cuál debe ser el camino para que en la cárcel sea posible un recorrido que lleve a la rehabilitación al que «va buscando libertad, que es algo tan precioso»? Una presencia que cambia. Para ser protagonistas incluso en la cárcel.
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ESAS VENTANAS SOBRE EL MUNDO
Once exposiciones en el próximo Meeting para abordar las cuestiones más variadas y complejas, a través de un sugestivo lenguaje y una capacidad de sorprenderse ante la realidad. En primer lugar, la gran exposición “Exempla. Lo antiguo renace en el arte italiano. De Federico II a Andrea Pisano”, que abrió sus puertas en Castel Sismondo el pasado 20 de abril, donde se exponen un centenar de piezas del Duecento italiano, provenientes de los más importantes museos y colecciones privadas. Las exposiciones van desde las rutas de los descubridores en “La aventura de los portugueses en el tiempo de los descubrimientos (1415 - 1580)”, a las imágenes fotográficas de “Los lugares destruidos de la cristiandad, en Chipre”, cincuenta imágenes que atestiguan la presencia de la Iglesia en la isla y su destrucción a manos de los turcos. Los problemas relacionados con el clima se abordan en la exposición “Atmósfera. Realidad y mitos de los cambios climáticos”, que aporta un juicio crítico y una actitud razonable y positiva en la relación entre el hombre y la naturaleza. “Etemenanki: en busca de la Torre de Babel” trata de redescubrir una turbulenta historia que hunde sus orígenes en la antigüedad. El recuerdo de un gran protagonista del movimiento católico se plasma en la exposición “De la amistad a la acción, de la acción a la amistad. Giuseppe Tovini” y las imágenes tomadas por los reporteros en Praga en agosto de 1968, junto a algunos testimonios, en “La primavera imposible. Praga 1968”. El listado continúa con “Libertà va cercando ch’è sì cara. Redimir vigilando”, dedicada al mundo de las cárceles y al testimonio de algunos presos que experimentan lo que es la libertad. Además, Medicina y Persona propone algunas experiencias significativas con el título: “Medir el deseo infinito. La calidad de vida”. Por último, mencionar las exposiciones dedicadas a tres personajes que han marcado la historia y la literatura a través de sus obras: “No me muero, aunque me maten. La aventura humana de Guareschi”, dedicada al escritor con ocasión del 40 aniversario de su muerte, “Quando beltà splendea. La poesía de Giacomo Leopardi”, un viaje por la belleza lírica y la profundidad del poeta, y “Vivir sin engaño. Solzhenitsyn”, muestra literaria que se centra de manera particular en Archipiélago Gulag, un libro concebido y escrito como testimonio coral del destino de todo un pueblo.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón