Buttiglione no habría podido hacer una declaración más fuerte en defensa de la libertad personal y del derecho a seguir la propia orientación sexual sin interferencia del Estado. Pero esto no ha satisfecho a los parlamentarios europeos que, cuando hablan de igualdad de derechos, en realidad se refieren a los derechos de intereses particulares.
The Wall Street Journal Europa, 13 de octubre
La decisión de la comisión del Parlamento europeo contraria al nombramiento de Buttiglione significa en la práctica que, a partir de ahora, aquel que se manifieste sin reticencia católico no es idóneo para ocupar altos cargos en la Unión. (...). Así es como la vieja socialdemocracia obrerista ha acabado convirtiéndose en progresismo de clase media para uso interno y para uso mundial, en un nuevo universalismo que en lugar de valores políticos proclama los supuestos éticamente superiores del “derecho” y de los “derechos”, y que tiene en la gris Bruselas su nueva Jerusalén.
Ernesto Galli Della Loggia, Corriere della Sera, 13 de octubre
Entendámonos, mis ideas... están en las antípodas de las de Buttiglione. Pero justamente por coherencia con estas ideas me horrorizo por lo que le ha sucedido. Estoy seguro de que las personas como yo deberían aprovechar la ocasión para afirmar la quintaesencia del espíritu laico, saliendo inmediatamente en defensa de este parlamentario católico en la evidente vejación que está sufriendo. Y sin embargo...
Paolo Mieli, Corriere della Sera, 14 de octubre
Un católico designado comisario en Europa se ha presentado ante la comisión ideológica de examen, y ha dicho y repetido hasta la saciedad...: estoy en contra de todo tipo de discriminación, distingo entre mi conciencia cristiana y católica y la dimensión pública y laica de la acción política, entre moral y ley, entre ética y derecho. Pero si verdaderamente quieren saberlo, si me lo preguntan, desde mi punto de vista la homosexualidad es pecado y la familia se basa en la distinción de roles del hombre y la mujer. La Europa que se abre a Turquía... no acepta en absoluto, es más, rechaza al comisario católico, juzgado hereje por Europa desde su religión de la laicidad laicista como ideología de Estado.
Giuliano Ferrara, Il Foglio, 16 de octubre
¿Uno que se reconoce en una visión tradicionalista del mundo es declarado no idóneo para Europa – y declarado como tal por gente como Cohn-Bendit? [europarlamentario alemán, líder de los verdes europeos, ndr]. ¿O bien se trata sólo del derecho europeo, de su correcta aplicación, de la distinción entre moral privada y responsabilidad pública? Cuando ocurre que alguien como Buttiglione, que desde largo tiempo atrás ha defendido la necesidad de la unificación europea, no puede ser considerado un digno representante de una “Europa tolerante”, la tolerancia está verdaderamente en peligro, ya que entonces se podrá escoger únicamente aquello que determinadas fuerzas declaren como admisible. Lo cual es casi totalitario.
Frankfurter Allgemeine Zeitung, 22 de octubre
El mismo día en que Buttiglione dio su testimonio, la comisión saliente hacía pública su recomendación de admitir a Turquía en la Unión Europea. ¡Turquía! Sería difícil encontrar un solo turco que no esté de acuerdo con Buttiglione. Para muchos turcos, no sólo la homosexualidad es un pecado, sino que el mismo liberalismo europeo es un pecado. (...) El caso Buttiglione demuestra que el rumbo de la UE apunta verdaderamente a una unión cada vez más estrecha. Una unión que no es en realidad meramente política y económica, sino algo mucho más fundamental: intelectual, religiosa y moral.
Stephen Pollard (Centre for the New Europe, Bruselas), The Daily Telegraph, 24 de octubre
Con el caso Buttiglione se ha desvelado la despiadada beatería de lo políticamente correcto que ha contagiado a quienes gobiernan Europa. (...) El nuevo presidente de la Comisión ha sido obligado a retroceder ante la manada prepotente, y un hombre ha sido censurado por decir lo que piensa. (...) [Las creencias de Buttiglione] suenan a herejía a la llamada izquierda liberal. (...) He aquí la Europa dividida del egoísmo y de la manipulación que muchos británicos encuentran repugnante.
The Sun, 28 de octubre
Las creencias de Buttiglione son inaceptables en una Unión Europea que desea homologarlo y estandarizarlo todo – incluso, parece, los valores morales. (...) Principios que se han conservado a través de dos milenios de enseñanza bíblica son ahora atacados como “prejuicios”, por la sencilla razón de no coincidir con el modo autoindulgente en el que algunos modernos han escogido vivir su vida; o mejor, con el modo en que algunos políticos ávidos de votos creen que la gente desea poder vivir. (...) Hubo un tiempo en que se consideraba inconveniente o fuera de lo común infringir los viejos tabúes. Infringir los modernos puede ser fatal para la propia carrera o la propia credibilidad, como ha descubierto Buttiglione. Pone al trasgresor en manos de lo que Solzenicyn llamaba “la censura de la moda”.
Simon Heffer, The Spectator, 28 de octubre
En nuestra calidad de miembros del Parlamento de Reino Unido manifestamos nuestra alarma ante las acciones organizadas por algunos miembros del Parlamento Europeo para bloquear su nombramiento como comisario de la UE. (...) Deploramos la humillación que usted ha sufrido por haber expresado una visión personal profunda y sincera basada en la fe cristiana, y vemos con gran preocupación este abierto ataque a la libertad religiosa y de expresión.
Mensaje de apoyo enviado a Rocco Buttiglione por 12 parlamentarios británicos, 28 de octubre
Buttiglione reclamaba su derecho a profesar ciertas convicciones de índole moral, siempre que no interfieran en su desempeño político; pero tal derecho le ha sido denegado. La Unión Europea ha considerado que el ejercicio de una función pública es incompatible con la libertad de conciencia; o bien que ciertas «conciencias» no deben hallarse representadas en sus instituciones. Naturalmente, si se niega el acceso a las instituciones a determinadas personas en razón de sus convicciones morales, debemos entender que también se niega el derecho de las personas con esas mismas convicciones morales a ser representadas. La Unión Europea, en fin, está empezando a consagrar una perversión del Derecho, que a partir de ahora sólo garantizará la expresión de aquellas conciencias que se adecuen al discurso hegemónico, quedando excluidas las demás.
Juan Manuel De Prada, ABC, 22 de noviembre
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