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Huellas N.7, Julio/Agosto 2009

BREVES

La Historia

COMO UN NIÑO
El ambiente es el habitual de fin de curso. Fiesta, colores y ese bullicio que se percibe el último día de clase en el pasillo de los pequeños. Abrazos, despedidas, regalos para los profesores y alguna que otra cartita escrita por los niños, adelanto de las postales que llegarán desde los lugares de vacaciones. Fulvia también recibe una, inesperada. Es profesora de religión, ¿qué le habrá escrito ese niño que no va a sus clases? Abre el papel, arrancado de un cuaderno, y lee: «Aunque no he ido a religión, esa materia es muy bonita porque mis compañeros estaban felices y siempre me hablaban de ella. Tengo curiosidad y me gustaría ver a ese amigo que tienes. Ahora dejo a mis compañeros porque me voy a cambiar de casa. Me gustaría dar religión, pero mi padre no quiere, por eso estoy un poco triste. ¿Puedo escribirte?».

Fulvia lo busca y lo encuentra. Y tras decirle un «gracias» que es ya un abrazo, le hace a él las preguntas que figuraban en la hoja: ¿pero qué es lo que te han contado tus compañeros? ¿Y por qué dices que tengo un amigo? El contesta: «Me han hablado de Franco, tu amigo que está en la cárcel... de Rose... de las flores, y que detrás de todos ellos hay un regalo más grande... De que tú también vas a la escuela con los amigos de Jesús y que así le conoces mejor...». Sencillo, como un niño. Fulvia vuelve a pregntar: ¿Pero por qué estás seguro de este famoso “amigo”? ¿Tú quién crees que es, entre todos de los que yo hablaba? «Es Jesús, ¿no? Tú hablas de todas esas cosas que pasan, todos los días... Es Él el que las hace ¿verdad?».

«He acabado el curso arrodillada en la Iglesia con su papelito en la mano y con el corazón rebosante de una alegría que yo no he merecido», dice Fulvia: «Ciertamente tengo que dar testimonio, tal y como soy, de lo que vivo porque la presencia del Señor es bien concreta». Fulvia se lo ha contado a mucha gente, una persona le dijo: «Lleva siempre a ese niño en tu corazón aunque no puedas continuar la relación con él...». ¿Ella qué piensa? «Doy gracias por este consejo, porque me hace seguir lo que se me ha dado, la belleza de Su presencia. La belleza que ese niño ha visto me cautiva y me salva, cada vez más». Sencillo. Como un niño.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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