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El don de abrazar profundamente la cruz

Luca Brambilla
25/08/2016

Madre Teresa, la religiosa elegida por el Papa Francisco como testigo de la misericordia, que será canonizada en septiembre, “vuelve” al Meeting mediante las palabras de Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa de canonización de la fundadora de las Misioneras de la Caridad.

El Papa ha señalado a la Madre Teresa como la santa a la que seguir para vivir plenamente este año del Jubileo de la Misericordia, ¿por qué?
El Papa ha dicho que misericordia significa literalmente dar el corazón a los míseros. Esto es exactamente lo que hizo la Madre Teresa. Benedicto XVI también recordó que la misericordia no debe caer de lo alto, sino que existe dar algo nuestro. La Madre Teresa no usó mucho la palabra misericordia, pero la puso en práctica con gestos concretos. No hablaba de sus obras de misericordia, hablaba del amor de Jesús hacia los últimos. El Papa Francisco utiliza a veces la expresión “amor tierno”, siempre para indicar un gesto que nace del corazón.

Al visitar la exposición del Meeting, llama la atención el hecho de que la Madre Teresa no fue una supermujer que nunca tuvo dudas, sino que convivió durante cincuenta años con la oscuridad. Esto altera la imagen habitual que teneos de los santos, ¿es así?
Exacto. La Madre Teresa era una mujer concreta, con los pies bien plantados en la tierra. Era una persona que amaba entregarse a los últimos. Y al mismo tiempo era una mística. Mantenía una fuerte unión con Cristo, pero paradójicamente estaba tan unida a Él que Cristo quiso compartir con ella su sufrimiento. En la cruz, Jesús se sintió abandonado y se lo gritó a Dios. La Madre Teresa decía que compartir el sufrimiento de Cristo era la mayor pobreza que se puede experimentar en el mundo. Sentirse no amado, no querido, experimentar una profunda soledad.

En la experiencia de la Madre Teresa, ¿cuál es el valor del sufrimiento humano?
Me gusta contar un hecho que le sucedió a la madre. Una vez fue a ver a una enferma y le dijo que debía estar contenta, pues tanto sufrimiento la acercaba a Cristo. La mujer le respondió que entonces deseaba alejarse de Cristo, porque su dolor era demasiado agudo. Esto explica por qué hay tan pocos santos en el mundo. Porque no se llega a ser santo, no se puede estar íntimamente ligado a Jesús sin abrazar la cruz. La Madre Teresa no buscaba el sufrimiento, lo aceptaba. El dolor no tiene valor en sí mismo, tiene valor si se acepta y se ofrece en unión con Jesús.

Desde que se hizo cargo de la causa de canonización, ¿ha cambiado su opinión sobre esta mujer?
Después del trabajo del proceso de canonización, tengo un conocimiento de ella más completo. Ahora puedo decir que la conozco mejor.

¿Qué significa para la Madre Teresa decir “tú”?
La Madre Teresa tenía una gran capacidad de empatía para conmoverse delante de todos porque ella primero se compadecía, que significa “padecer con”, es el sufrimiento de Cristo del que hablábamos antes. La Madre Teresa tenía el don de sacar de las personas lo mejor, sin hacer distinciones de raza, cultura o religión. Toda persona era para ella un hermano o hermana.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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