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Huellas N.7, Julio/Agosto 2004

SOCIEDAD Hispanidad

¿Ecclesia en América? Un cuestión urgente

a cargo de Lorenzo Albacete

La contribución de la cultura hispana al mundo anglosajón y el desafío de la Iglesia ante la presencia hispana en EEUU. Entrevista a Mario Paredes

Mario Paredes es el actual Director Nacional para el Mercado Hispano Estadounidense de la sociedad de análisis financieros Merrill Lynch. Oriundo de Chile, el Sr. Paredes estuvo durante veinticinco años al servicio de los obispos católicos estadounidenses en calidad de Director Ejecutivo del Centro Católico Hispano. Pocas personas en EEUU están tan bien informadas como él sobre la presencia hispana dentro de la Iglesia. Los vínculos que él creó entre los católicos hispanos de EEUU y los obispos de sus países de origen se anticiparon a la visión contenida en la exhortación apostólica del Santo Padre Ecclesia in America

Los hispanos proceden de numerosas naciones y tradiciones locales. ¿Qué les une, además de una lengua común? ¿Es posible hablar de una única “cultura hispana”?
No es posible hablar de una única cultura hispana, pero es posible hablar de una única presencia hispana. Veintiún naciones han enviado inmigrantes a nuestro país. Todos hablan español; la gran mayoría de ellos profesa la fe católica y comparten todos un trasfondo histórico-cultural. En EEUU podríamos hablar hoy claramente de un pueblo que habla español con diferentes experiencias culturales.

¿Cree usted que la Iglesia católica estadounidense ha respondido de forma adecuada a los desafíos y a las oportunidades ofrecidas por la presencia hispana? ¿Han influido los hispanos en la vida de la Iglesia en Estados Unidos?
En los años cincuenta la población estadounidense contaba con tres millones de hispanos. Los responsables de la Iglesia no consideraban que se tratase de un porcentaje significativo. Los inmigrantes eran vistos como trabajadores ocasionales más que como miembros estables de la comunidad. Hoy, según el censo realizado en EEUU en el año 2000, hay 39 millones de residentes oficiales de lengua española. Tenemos treinta obispos de origen hispano, una oficina nacional, seis oficinas regionales y más de ciento cuarenta oficinas diocesanas para Asuntos Hispanos. Más de dos mil hispanos han sido ordenados sacerdotes. Más de mil seiscientos sacerdotes, de lengua española, proceden de España, América Latina y el Caribe. Se les pide a los obispos que se expresen en español. Los cardenales de Los Ángeles, Boston y Washington D.C., sólo por citar algunos, son perfectamente bilingües. Las liturgias están llenas de huellas de cultura hispana. En más de tres mil parroquias se da catequesis en español.

¿Cuál es, en su opinión, la mayor amenaza a la identidad católica hispana en EEUU?
La primera gran amenaza a la identidad católica hispana está representada por la secularización y por la revolución cultural actualmente en curso, que se está difundiendo mediante la influencia de los medios de comunicación. La segunda amenaza deriva del proselitismo agresivo de las otras Iglesias. La tercera, finalmente, deriva de la falta de personal bilingüe suficiente para servir a esta compacta oleada de inmigrantes, a lo que se une la falta de instituciones y de organizaciones capaces de satisfacer las necesidades de esta población en ámbitos como la enseñanza, los servicios sanitarios, las asociaciones, y de soportar una puesta al día continua en los campos cultural y lingüístico. Olvidar estos problemas significaría correr el riesgo de tener una población que vive en una sociedad paralela; una sociedad incapaz de integrarse y por tanto incapaz de avanzar en la escala social. La misión de la Iglesia consiste en presentar la grandeza del Evangelio del Señor, y también en dar testimonio de él dentro del ambiente cultural actual, tal como hizo la Iglesia en el pasado nada más llegar al Nuevo Mundo. Ella fue capaz de desa-rrollar y promover una cultura católica.

Muchos hispanos, como también muchos católicos, votan al Partido Demócrata. Se dice que los republicanos se están esforzando por obtener votos procedentes del electorado hispano subrayando las “cuestiones culturales” que han empujado a muchos católicos demócratas a votar a los republicanos. ¿Piensa usted que esta estrategia está funcionando?
Es obvio que el Partido Republicano busca ganarse el voto de la comunidad hispana. No es una casualidad que el Presidente de EEUU se esté esforzando por todos los medios por hablar español en las plateas hispanas. Es evidente para todos, hoy en día, que el programa político del Partido Republicano está en su mayoría en sintonía con el electorado hispano en los ámbitos ético y moral. Los hispanos no son favorables al aborto, no aprueban la homosexualidad, defienden el concepto tradicional de familia y se esfuerzan por mantener la unidad de la familia. Los hispanos no se fían de un gobierno centralista. En estos puntos los hispanos se identifican en su mayoría con el Partido Republicano. En los últimos años los demócratas, tradicionalmente católicos, defensores de la clase obrera y comprometidos en la asistencia a los necesitados, han enviado señales y mensajes contradictorios, pues han sostenido una posición favorable a la libertad de elección con respecto a cuestiones como el aborto, el matrimonio de homosexuales, un gobierno centralista y otras cuestiones parecidas. Estamos asistiendo sin duda a un conflicto cultural en nuestra sociedad. Muchos católicos han sufrido una desilusión con el Partido Demócrata y han decidido votar a los republicanos.

En un ensayo reciente Samuel P. Huntington sostiene que los hispanos no han sido asimilados todavía a la cultura de masa estadounidense porque rechazan los valores “anglo-protestantes” que están en la base del sueño americano. Esta afirmación parece indicar que la asimilación exige la pérdida de la propia identidad de pueblo católico. ¿Cómo responde a esta imputación?
La mayoría de los hispanos ha llegado a EEUU por razones económicas, por oportunidades educativas y, en algunos casos, por motivos políticos. Hasta hace muy poco, los hispanos no se habían confrontado con la cultura protestante. No tienen ninguna familiaridad con los principios que están en la base de esta cultura. Fue a comienzos de los años sesenta, al empezar a organizar su lucha por los derechos civiles, cuando descubrieron el conflicto de valores entre la tradición católica y la protestante. Parte de la población decidió abandonar su propia identidad católica y promovió su asimilación en el famoso “crisol de razas”. Hoy en día el anticatolicismo se ha vuelto mucho más subrepticio. Los candidatos políticos presentan programas políticos llenos de palabras bonitas que esconden su anticatolicismo.

¿Considera usted que la identidad católica de los hispanos puede ofrecer una contribución a la cultura americana? Si es así, ¿de qué forma?
Cada vez un mayor número de personas está aceptando positivamente las dimensiones culturales de la presencia hispana en EEUU. Familia, comunidad, trabajo, sacrificio, solidaridad, son todos principios católicos plenamente desarrollados por la tradición hispana, y constituyen la base para la construcción y evolución de una visión del mundo. Somos una cultura humanística abiertamente alimentada en el Evangelio y en la tradición católica. Podemos contribuir a la cultura americana con este humanismo, con nuestra devoción a la comunidad, nuestro amor por la vida y nuestra percepción de la belleza de la creación. Podemos contribuir a la sociedad americana con nuestra visión completa de la persona en todas sus dimensiones y en toda su plenitud. Contribuimos también de otras formas: por ejemplo, estamos ayudando a incrementar la riqueza –650 billones de dólares de poder adquisitivo–. Este valor supera el del P.I.B. de quince países de lengua hispana juntos. Añadimos un nuevo gusto a la cultura gracias a nuestra cocina, nuestra música, nuestra moda, nuestro arte, nuestra poesía, nuestro teatro y nuestra literatura. Cualquiera que haya tenido la oportunidad de visitar California, Nuevo Méjico, Tejas o Florida reconocerá las influencias culturales que están presentes en estas zonas antes incluso del nacimiento de EEUU.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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