Rímini, 2-4 de mayo de 2003. Las nuevas instalaciones de la Feria de Rímini alojaron a más de 26.000 miembros de la Fraternidad para sus anuales Ejercicios espirituales, en conexión vía satélite con 56 países en el mundo entero. Las lecciones a cargo de don Pino y Julián CarrónRevdo.
Monseñor Luigi Giussani
Con ocasión de los Ejercicios espirituales de la Fraternidad de Comunión y Liberación sobre el tema “El acontecimiento de la libertad”, quiero expresarle a Usted y a todos los participantes un saludo cordial junto con mi cercanía espiritual. Mientras os deseo que una renovada experiencia de la presencia liberadora de Cristo mediante la reflexión y la oración suscite en cada uno de vosotros propósitos de creciente adhesión a Él y a Su Evangelio, que aliente un testimonio más incisivo del Advenimiento que ha cambiado el curso de la historia, invoco sobre vosotros una abundante efusión de los dones del Espíritu, en prenda de los cuales envío a Usted y al movimiento entero una especial bendición apostólica signo de mi afecto constante.
Joannes Paulus PP II
Ciudad del Vaticano
28 de abril de 2003
Su Santidad Juan Pablo II
Los 26.000 miembros de la Fraternidad de Comunión y Liberación y otros 56 países conectados desde el mundo entero que participaron en los anuales Ejercicios espirituales bajo el lema «El acontecimiento de la libertad» os dan las gracias por el mensaje enviado. Siempre que escuchamos vuestras palabras se nos hace presente vuestra figura que nos reclama profundamente. Por ello suplicamos a Dios que las palabras del Espíritu Santo vivifiquen siempre a Vuestra Santidad. La reciente encíclica sobre la Eucaristía proclama al mundo que el acontecimiento de Cristo no es un devoto recuerdo del pasado, sino una presencia viva que se puede ver, escuchar y encontrar en el cuerpo misterioso de la Iglesia «plantando una semilla de esperanza vivaz en la entrega cotidiana de cada uno a sus tareas». El XXV aniversario de vuestro pontificado reaviva nuestro afecto a vuestra humanidad, de la que aprendemos a tener certeza en que la fuerza del Señor es la alegría de su pueblo. La que «ofreció su seno virginal para la encarnación del Verbo de Dios en la verdad física del cuerpo y de la sangre» alegre vuestras jornadas y os sostenga en las fatigas cotidianas.
Sac. Luigi Giussani
Prof. Giorgio Feliciani
Milán, 4 de mayo de 2003
El atractivo es el objeto de la libertad
Cuántas veces nos levantamos por la mañana y miramos el día que empieza como una etapa de la aventura hacia la felicidad y el bien y, luego, fácilmente la reducimos a lo instintivo y a lo que apetece, en lugar de seguir tratando de aclararnos... ¿cuál es el atractivo vencedor? Es una lucha. Nuestra vida es una lucha. No una batalla perdida, sino militia est vita hominis super terram. El llamamiento fuerte a la urgencia de una educación a la altura de la grandeza y de la profundidad de la lucha de los hombres: o concebirnos libres de todo y dependientes sólo de Dios, o liberarnos de la relación con Dios y acabar esclavos de las circunstancias.
don Pino
Nuestra vida es una lucha
La realidad es el modo en que el Ser que es la felicidad me atrae. Mediante las criaturas el Señor, el Infinito, Aquel que me satisface y me perfecciona, se me hace presente y atrae mi corazón, despierta continuamente mi sed de felicidad, la exigencia de justicia y de verdad, mi necesidad de amor. El objeto propio de mi libertad es esta atracción, este atractivo vencedor, que san Agustín llamaba delectatio victrix.
No tengamos miedo de admitir que la realidad nos atrae, que la realidad es buena y despierta la exigencia de encontrar satisfacción. Compartimos con todo hombre esta urgencia y experiencia elemental.
don Pino
La experiencia de la libertad
La libertad es un acontecimiento. La libertad vivida como un bien, como la satisfacción del deseo de felicidad, es un acontecimiento, casi una sorpresa, un imprevisto (...). Hace falta una presencia real, atrayente, que arrastre tras de sí nuestro afecto. Un vínculo de este tipo no lo puede establecer ninguna regla, ninguna ética ni espiritualismo. Es preciso el acontecimiento de una presencia tan correspondiente que venza todas nuestras resistencias.
Julián Carrón
Perteneciendo somos libres
La comunión es la victoria sobre la ausencia de vínculos que acaba siempre en esclavitud. Jesús murió y resucitó justamente para reunir al pueblo que se había dispersado y hacer de nosotros una verdadera comunión. Sólo un amor así, sólo una pertenencia que nos hace libres y nos permite estar en la realidad, en las circunstancias sin que nos definan. Si somos así, somos un bien para todos. Sin un amor así, nos refugiamos en el pequeño reducto de nuestra vida privada. Para ser libres dentro de la realidad hace falta un amor verdadero. De otro modo, vivimos detrás de los barrotes.
Julián Carrón
Reconocer esta Presencia
La adhesión a una presencia quiere decir que yo, siguiéndote a ti, queriéndote, te quiero por lo que tú sigues; no soy tu esclavo, te quiero porque eres portador del Misterio para mí, del Misterio que salva la vida (...). Porque yo he tenido un encuentro y estoy hecho de él: estoy hecho de este encuentro tanto cuando estoy en compañía como cuando estoy solo. Y sigo pidiendo reconocer esta Presencia, vivir esta Presencia, sigo haciendo memoria. Cuando estás solo la Presencia está pegada a ti, ¡está pegada a ti!
Giancarlo Cesana
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón