El cheque escolar a lo yankiee
¿En qué sentido puede ser el cheque escolar un factor de cambio de todo el sistema educativo? Es interesante hablar de esto con Charles L. Glenn, profesor de la Universidad de Boston, después del encuentro en el Meeting de Rímini, en el que ha hablado del concierto escolar italiano a partir de una reflexión sobre el sistema americano. El profesor entra enseguida en materia aclarando que «aunque el cheque escolar es un problema de libertad y de justicia, no será este el modo a través del cual cambiar todo el sistema educativo americano». Pone el ejemplo del boxeador que, mientras tiene ocupado a su adversario con la derecha, prepara con la izquierda el golpe de K.O. Este golpe de K.O., para el profesor Glenn, estaría representado por las Charter School, escuelas que se constituyen en torno a padres y profesores y que están financiadas por el Estado si demuestran alcanzar los niveles educativos requeridos por el sistema de evaluación. Treinta y seis Estados están ya de acuerdo con esta ley, y en Arizona, por ejemplo, existen cuatrocientas de estas escuelas.
El profesor Glenn, apasionándose por lo que está explicando, y que está a años luz del sistema educativo italiano, destaca de qué forma, con la Charter School, se ha cambiado la definición misma de enseñanza estatal. En esta dirección se tendría finalmente «una enseñanza que tiene su origen en la sociedad y una institución estatal con la tarea de sostener su funcionamiento».
Que después todo el sistema educativo pueda estar totalmente caracterizado por las Charter School... esta es la esperanza del profesor Glenn. Me permito una última pregunta, y le pido que apunte las analogías o diferencias entre el sistema educativo americano y el italiano. «Ambos sistemas - responde el profesor Glenn sin dudarlo - son probablemente injustos: el sistema italiano no tiene flexibilidad, el americano tiene demasiada». Pongo cara de no haber comprendido y él me pone primero el ejemplo de los profesores, «en Italia no es posible escoger los profesores, en EEUU es exactamente al contrario», y después el de los currículos: «En Italia hay estándares nacionales, mientras que en EEUU hay más de 15.000 distritos escolares y cada uno utiliza sus currículos, razón por la que hay escuelas con un nivel muy alto y escuelas con un nivel bajísimo».
En este momento se levanta el profesor Glenn, pero tiene tiempo aún de lanzar una última provocación, como si hubiera una responsabilidad de sistema que une a italianos y americanos con respecto a la enseñanza.
«En EEUU - dice - estamos trabajando para establecer referencias mínimas, pero comunes. En Italia, si el Estado promueve el concierto en materia educativa, estad atentos, porque podría hacerlo de forma rígida. Es necesario reformar la enseñanza en cuanto tal. Ambas, la americana y la italiana, deber llegar a ser escuelas libres, con estándares de referencia y un sistema de evaluación general».
No hay que decir que se trata de un reto sumamente interesante que invita a tener el valor de meter mano a la enseñanza llevando a cabo no reformas parciales, sino una inversión de tendencia, hasta llegar a una reforma general en el sentido de la libertad, de la cultura y de la educación.
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