Un grupo de universitarios madrileños viajó a Milán para reunirse con algunos miembros de la CdO y conocer sus empresas. La experiencia les ha llevado a emprender una iniciativa de ámbito laboral en el mundo universitario
El pasado marzo, nos acercamos a la sede de la Compañía de las Obras en Milán deseosos de conocerla. Para preparar nuestra visita empezamos a leer algunos textos de Vittadini y Cesana, y el libro de Giussani El yo, el poder y las obras. Además organizamos encuentros quincenales con personas que habían creado alguna obra en el ámbito de la CdO en España.
Rumbo a Milán
Ver cómo algunas personas responden a las necesidades que les salen al encuentro creando una obra, nos impulsó a conocer más a fondo la historia de la CdO. Decidimos ir una semana a Milán a finales de julio pasado - tras las vacaciones en Zinal con los universitarios de la Estatal - con objeto de visitar las obras que Sandro y Jacopo, de la CdO de Milán, nos habían indicado. Para nosotros fue una semana llena de sorpresas. Allí entendimos que «las obras sólo nacen cuando uno tiene el coraje de decir “yo”».
Antil-Robots
De Zanella, director de Antil - empresa italiana de robótica con proyección internacional - nos llamó la atención desde el primer momento su realismo: «La realidad misma ha determinado la forma del robot que hemos construido». Los robots que fabrican son el resultado de la observación del funcionamiento del brazo humano y de su imitación. ¡Qué libertad y sencillez a la hora de seguir! «Formamos parte de un designio más grande que nosotros, y no sería posible estar donde estamos si no hubiéramos seguido el método de don Giussani. Cuando él nos dice que consideremos la totalidad de los factores, no es por nada; es la diferencia que permite que pasemos de 22 millones de liras de facturación en 1989, cuando nacimos, a 8.000 millones en la actualidad».
Y hombres
En la empresa, Zanella busca introducir a los trabajadores en la conciencia de la responsabilidad de su trabajo para con la totalidad: «Con respecto al trabajo, lo único que pedimos es que la gente que viene a trabajar sea responsable con el objeto que va a producir; no nos importa el número de horas que pasen aquí - aunque es necesario un mínimo de horas de trabajo juntos -. Lo que más nos apremia es la responsabilidad con lo que se fabrica, con la más mínima pieza o tornillo (en cada robot hay unos 600 tornillos). Cuando se estropea uno de estos robots porque algún tornillo no estaba bien apretado, le hacemos ver a quien tenía que apretarlos bien que un error así provoca un daño en el complejo del robot, y esto es muy importante, porque cada gesto nuestro tiene una responsabilidad para con la totalidad».
Solidarietà
La Cooperativa Solidarietà de Lorenzo Crosta nos fascinó. Tonino, un chico tetrapléjico de 16 años, que Lorenzo conoció cuando hacía la caritativa, un día le preguntó: «Qué será de mi futuro?». Para responder a esa pregunta Crosta creó una obra que desde el comienzo en 1982 ha dado trabajo a 800 personas. Más tarde casi todos se han podido insertar en otras empresas. En la Cooperativa trabajan actualmente 350 personas, la mayoría minusválidos mentales, enfermos de SIDA y antiguos presos.
Lorenzo
Lorenzo es un hombre fiel al método de don Giussani. Ha observado lo que podían hacer Tonino y sus amigos y ha dicho “sí”, consciente de que es Otro quien lo hace todo. Así lo expresa: «Las personas que se nos presentaban y se nos presentan son Jesús que nos pide una respuesta. Nuestra tarea es la de ser serios respecto a la necesidad de estas personas, es decir, tratar a Jesús con seriedad. Acogíamos a cualquiera que nos pidiera trabajo, con la certeza de que el acuerdo adoptado en nuestra sociedad es la presencia de un socio mayoritario, Jesús. Los balances de esta cooperativa se componen de las actividades y de la Providencia. Cuando hago el balance tengo siempre pérdidas, pero esto no es cosa mía: de ello se ocupa el socio mayoritario. Él ha de encontrar la forma y el medio de colmar esas deudas. El socio mayoritario, además, se sirve del hombre para comunicarse. Yo estoy en estrecha relación con el socio mayoritario. Cuando voy a pedir caridad, Jesús se sirve de mí, pero el que pide caridad es Él». Sus palabras se nos hicieron muy concretas y palpables cuando visitamos horas después la cooperativa con él y disfrutamos de «la mirada amorosa» que tiene sobre sus minusválidos.
Curvinox
Tripodi, uno de los directivos de Curvinox - empresa que fabrica codos de acero para la industria alimentaria desde hace 25 años - es comunista y está orgulloso de serlo. «Estoy asociado a la CdO desde hace tres años por una relación de amistad con uno de los dirigentes. Al mismo tiempo, necesitaba que alguien me echase una mano desde el punto de vista de la gestión financiera. La CdO, a diferencia de otras asociaciones de grandes y pequeñas industrias - que siempre dependen del poder político - me ha ayudado mucho. Hemos estrechado relaciones y realizado cosas muy bonitas juntos. En la asociación a la que pertenecía antes, cuando tenía alguna necesidad me topaba con un funcionario. Ahora, la relación es mucho más directa, más estrecha; es humana. Por ello estoy en la CdO».
BRICS en Como
BRICS es una empresa familiar de maletas, bolsos de viaje y bolsos de señora de alto standing. Pertenecen a la CdO porque ésta les ayuda a vivir el trabajo con la misma tensión con la que su padre, gran católico, empezó la empresa. Attilio es uno de los seis hermanos que trabajan en BRICS: «Antes no entendía lo que era la CdO. Lo entendí al hacerla. No percibo ninguna diferencia entre hacer mi trabajo y construir la CdO; es todo uno. No cambiaría por nada la relación que tengo con cinco miembros de la asociación de Como, porque es lo que me está permitiendo profundizar en la experiencia que vivo en CL. Soy director de la CdO de Como y esta responsabilidad me ha permitido aprender el sentido del trabajo y ha cambiado la forma de querer a mi mujer y a mis hijos».
Reciclaje continuo
La empresa de reciclaje de basuras urbanas DDS nació de un grupo de chavales que en los años setenta estudiaban juntos en la universidad. Empezaron con un servicio de limpieza en las fábricas de la zona. Han cambiado tres veces la orientación de su empresa, respondiendo a las necesidades del mercado, a la fuerte competitividad y anticipándose a los acontecimientos. Actualmente han constituido dos empresas mixtas con empresas locales de gestión de residuos urbanos y son líderes en el sector. Resulta sorprendente el interés del director, de tradición comunista, por cada uno de sus trabajadores, principalmente mujeres con graves problemas familiares. Para favorecer su protagonismo en medio de la dureza de su trabajo, les brinda la oportunidad de dirigir exposiciones locales de pintura y fotografía u otras actividades, y ha construido asimismo una guardería para sus hijos.
200 personas
ICOS nace como residencia de ancianos, aunque progresivamente va asumiendo un matiz más hospitalario. Visitamos el centro de Varese. Allí hay 200 residentes, de los cuales 148 prácticamente no son autosuficientes (muchos de ellos padecen la enfermedad de Alzheimer) y 40 son enfermos psíquicos que viven en el centro al haberse cerrado los manicomios en Italia. Quienes trabajan allí son conscientes de que su «trabajo es acompañarles serenamente a realizar su destino personal. Lo que subyace a nuestra labor es el servicio a la persona en virtud de su destino eterno. La persona está en el centro de todos los servicios de ICOS». Tienen en cuenta su relación con la familia, sus costumbres y preferencias, para poder introducir todo ello lo mejor posible en la vida de la residencia. «No son palabras vacías. Suponen una actitud ante el sufrimiento y la tensión por reconocer en el anciano el rostro del Señor. No se trata sólo de un servicio, de proporcionar comida o asistencia sanitaria. Debe darse una acogida de la persona porque, esté como esté, tiene un valor infinito».
Antes de ser un problema
La tercera obra sin ánimo de lucro que conocimos fue la sede de Lombardía del Banco de Alimentos. Dicho banco - que nació hace años en EEUU - se dedica a recoger productos de supermercados y empresas del sector de la alimentación con fecha de caducidad próxima, para repartirlos después entre las asociaciones que ayudan a los indigentes. El Banco de Alimentos «no nace por un cálculo o un planteamiento abstracto, sino por la respuesta que ciertas personas ofrecen libremente ante una necesidad elemental. Lo curioso es que en el almacén siempre hay algo, mucho o poco, pero siempre hay. El milagro de la Providencia es que no ha habido nunca una comunidad que viniera y se fuera con las manos vacías. Tenemos escrita en un cartel la frase de Péguy: “La Providencia nace todos los días antes de que se levante el sol”. Vivimos así; cada día es diferente y no podemos programar ni lo que llega ni lo que sale». El director del Banco comenta: «Entiendo que la necesidad, antes de ser un problema, es una gracia. El Banco de Alimentos es un bien para mí y para los voluntarios que colaboran».
La Tavernetta toscana
Tuvimos la oportunidad de ir a cenar con nuestros amigos a La Tavernetta, uno de los pocos restaurantes toscanos que siguen siendo tales en el panorama milanés. «Antes había varios restaurantes toscanos en Milán; poco a poco, la mayoría se fueron transformando en pizzerías o trattorías. Era más difícil seguir siendo lo que era, pero he preferido mantener las tradiciones de mi pueblo», nos dice Marco Niccoli, su propietario.
A la vuelta de Italia, nuestros ojos estaban cargados de hechos y no podíamos por menos que contarlos. Por ello hemos organizado unas Jornadas sobre Subsidiariedad que en estos días tienen lugar en la Universidad Complutense de Madrid, para seguir conociendo ese bien para todos que es la CdO.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón