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Huellas N.9, Octubre 2000

AUSTRIA

¿Para quién vives?

Daniele Perissin y Alessio Musio

A finales de mayo, en los claustros de la universidad de Viena, algunos estudiantes presentaron una exposición con imágenes de películas, cuadros, fragmentos de autores cercanos a la sensibilidad juvenil


Quien entraba en la Hauptuniversität de Viena durante la última semana de mayo pudo notar que sucedía algo especial. Bien por haber recibido un papel en la entrada con una extraña imagen como fondo, bien por haber visto varios manifiestos colgados en el atrio, o bien a causa de un gran stand, levantado bajo las arcadas del claustro, encabezado por la frase: «El secreto de la existencia humana no consiste sólo en vivir, sino en saber para qué se vive». Si después pasaba por los alrededores del stand, casi seguro que le habría parado un grupo de estudiantes, muchos de ellos con marcado acento italiano. Movido por la curiosidad creciente o por su insistencia, tal vez habría entrado.
En la primera sección de la exposición se proyectaban algunas imágenes de La vida es bella: la primera evidencia que se desprende de la experiencia es que la realidad es atractiva. De ahí la esperanza de que las cosas bellas que encontramos duren para siempre. Tras algunos paneles, una segunda película, Blade Runner: sin embargo, esta esperanza se descuida; las cosas no duran para siempre y te das cuenta de que nada te basta. ¿Cuál es, pues, el secreto de la existencia humana? ¿Vivir tratando de no pensar, de olvidar y no preguntarse el porqué, sin buscar una respuesta al drama de la vida? La posición que más se corresponde con la estatura del hombre la expresa Adolfo Marsillach, un artista español de teatro, en una entrevista: «La idea de que todavía pueda suceder algo maravilloso explica por qué soy un trabajador incansable».



El secreto

Tercera película, El show de Truman. El protagonista no se resigna y sigue buscando, pero su búsqueda se limita al horizonte del estudio cinematográfico donde ha nacido: el horizonte que el hombre puede tocar es falso. La razón por sí sola no puede explicar el misterio de la vida. Así se esclarece al fin la imagen que enmarca toda la exposición: una escultura de Chillida a la orilla del mar que simboliza el intento del hombre de abrazar el horizonte. Pero la razón no se acaba en la percepción de su limitación. En el penúltimo panel aparece un fragmento de Platón, extraído del Fedón: frente al misterio de la existencia lo más razonable no es abandonar la búsqueda, al contrario hay que aferrase con fuerza al más sólido de los argumentos humanos. A menos de que, de alguna manera, alguien venga a revelarnos el secreto. La exposición concluye con la pregunta: «¿Y si el Misterio hubiera decidido desvelar el secreto de la existencia, si hubiera decidido hacerse compañero del hombre? ¿Y si lo imposible, lo extraordinario, sucede?». Como telón de fondo, una imagen de la natividad de Giotto.
«Mira, en toda la historia de este mundo - le habría dicho el guía de la muestra - sólo hubo un hombre que dijo ser la respuesta a tus preguntas, el camino para llegar y la verdad de la vida. Si te interesa, te propongo tratar de entender juntos si tenía razón o no. Nos podemos volver a ver el viernes por la tarde en la fiesta que hemos preparado para la clausura de la exposición».



La pasión

«¿Pero quiénes sois? ¿Estudiáis filosofía? ¿Cómo habéis hecho algo así?», preguntaban todos tras haber seguido con atención la explicación, a pesar del alemán imperfecto de la mayoría de los guías. «Verás, menos dos o tres, los demás somos todos ingenieros o físicos y lo que nos ha movido es sencillamente la pasión por lo que tenemos que hacer y por la vida. Una pasión que ha nacido a raíz de haber conocido a gente también apasionada, por haber conocido una compañía de personas que empezó hace dos mil años yendo detrás de aquel hombre que dijo ser la respuesta. La razón es, pues, el destino, el mío y el tuyo; porque me importa que también tú puedas conocer lo que yo he encontrado».
La idea de hacer la exposición nació cuando nos adherimos a la propuesta de Pepe, llevando el bagaje de lo positiva que fue la que se realizó el año pasado sobre la libertad, también en Viena. Para esta nueva, tomamos como punto de partida una exposición que realizaron algunos estudiantes españoles en el Happening de Madrid. Así comenzó un trabajo de traducción que implicó a todos; tratamos de buscar ejemplos en sintonía con la cultura y el ambiente vieneses, o bien de integrar las cosas según nuestra expresividad y sensibilidad. Y, así, aparecieron en la muestra fragmentos de Musil, Einstein, Baricco, Chopin, extractos de canciones de U2 e imágenes de pintores como Munch, Pollock y Warhol. Además preparamos un cuaderno donde se recogían imágenes y textos de la exposición, y lo vendimos para compensar los gastos y para dar la posibilidad de recorrer con calma el itinerario. Resultó decisiva la ayuda de la Pastoral Universitaria, sin la cual no habría sido posible llevar a cabo todo el montaje. Es de agradecer su apoyo a quien lleva una presencia católica a la universidad, aún en la diversidad de sensibilidades y de carismas. De todo ello está naciendo una sincera amistad.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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