Un trabajo científico al alcance de cualquier lector que esté interesado por la comprensión de los relatos evangélicos. El punto de partida en una carta de san Pablo. Los primeros hechos de la Encarnación y la infancia de Jesús
En el otoño de 1999 tuve la oportunidad de conocer en Madrid a Don Mariano Herranz, el original e imaginativo director de un grupo de investigación bíblica muy especial. Herranz, que domina muchas lenguas semíticas, distintos idiomas antiguos, ha sido el creador de una escuela que integran, entre otros, estudiosos Julián Carrón, César Franco y José Miguel García. Durante 15 años han venido estudiando los orígenes filológicos de buena parte del Nuevo Testamento y, como tantas veces en España, sólo la tenaœidad y una ilusión heroica pueden explicar el prolongado esfuerzo y los fantásticos descubrimientos realizados sin medios econó amicos ni apoyos académicos.
El esfuerzo por comprender
Don Mariano, recogido en una residencia de sacerdotes, medio inválido por una parálisis, madruga todas las mañanas para retomar sus estudios con una tozudez admirable. Tanto él como sus discípulos se han empeñado en clarificar los versículos y capítulos oscuros de los Evangelios y las Cartas de Pablo. En este empeño han descubierto que los textos evangélicos fueron escritos en Arameo, la lengua de Jesús. Y, por lo que se refiere a los dos primeros capítulos de San Lucas, en hebreo.
En todos los casos, los originales semíticos han aparecido con claridad cuando el trabajo filológico ha desvelado que los textos griegos representaban una traducción defectuosa de los mismos. Las consecuencias - tan importantes que no se comprende la escasa reacción del mundo científico - son fundamentalmente dos: primero, la recuperación de partes enteras de los Evangelios que no sólo parecen mejor redactadas, sino que en muchos casos añaden datos nuevos sobre la vida de Jesús y sus discípulos. La segunda, una datación de los primeros Evangelios mucho más cercana a la fecha de la muerte de Cristo de lo que se pensaba hasta ahora. En concreto, gracias a un testimonio de San Pablo, se deduce que los primeros textos habrían circulado a los dos o tres años de la muerte y resurrección del Señor.
Narrar una infancia
En este pequeño librito de apenas cien páginas, el equipo de Mariano Herranz aborda los capítulos del Evangelio de San Lucas dedicados a la infancia de Jesús. Una publicación científica pero ligera, sin aditamentos bibliográficos ni notas pesadas. Los autores prometen obras ulteriores destinadas a los especialistas, pero en este caso piensan en el público en general. Las explicaciones filológicas han sido reducidas al mínimo, de modo que el lector disfruta redescubriendo los fundamentos de su Fe, comprobando que algunos malentendidos dan paso a versiones clarísimas y muy iluminadoras de la niñez de Jesús.
El libro irritará a los que quieren ver en la Sagrada Escritura un relato simbólico sin referencias a la realidad. Esta obra nos descubre que los evangelistas y el apóstol San Pablo son meros narradores de hechos históricos y no poetas ni teólogos dedicados a la fabulación.
Los orígenes y la historicidad
En el deseo de chafar la amena y divertida lectura de estas páginas, podemos adelantar que aquí se explica que el arcángel San Gabriel anuncia a María que su hijo ya existía desde la eternidad. Que María responde refiriéndose expresamente a su voto de virginidad. Que José y María no acudieron a Belén para un censo ordinario, sino para jurar fidelidad al emperador de Roma. Que Jesús no nació en una posada, sino en casa de sus abuelos paternos, o que el anciano Simeón anunció que el Sanedrín de los ancianos de Israel condenaría a Jesús.
Sin inventarse nada, desenterrando por el contrario la historicidad de los textos sagrados, este grupo de investigadores nos devuelve límpidamente a los orígenes de nuestra historia. Aportación que está destinada a revolucionar los estudios bíblicos y, más allá de la ideologizada Europa, ha comenzado su repercusión en los Estados Unidos.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón