La revista mensual de CL se edita ahora también en lengua rusa para las comunidades de la ex Unión Soviética, desde Novosibirsk hasta Moscú y Kazajstán. De simples traducciones caseras a diez páginas periódicas y sistemáticas
Por qué ha nacido Huellas en ruso? Los amigos de esta comunidad siempre han mirando con interés la edición italiana de la revista que recibían en Novosibirsk y en Moscú sabiendo que era un instrumento fundamental para nuestra amistad; Tracce-Litterae communionis, precisamente; y sin conocer, o conociendo más bien poco el italiano, nos pedían que les leyéramos algún artículo o les tradujésemos unos párrafos.
Después empezamos a traducir los artículos que nos parecían más importantes porque indicaban pasos de nuestra historia y de la vida de la comunidad, juzgaban problemas que nos atañen o sugerían un método para afrontar las situaciones que vivíamos. Estas traducciones “caseras” eran difundidas en fotocopias, leídas y discutidas en la escuela de comunidad y propuestas a los compañeros de escuela o de trabajo.
¿Por qué no convertir esto en un instrumento más estable, periódico y sistemático?
Al principio de este año en la Asamblea de Responsables de toda Rusia se decidió intentar una edición “reducida” de Huellas en ruso, con algunos artículos de la edición italiana y eventuales contribuciones locales (cartas, notas sobre acontecimientos de nuestras comunidades, etcétera).
Así ha nacido Sled, “huella” en ruso.
Ya han salido dos números (enero y febrero de 2000), con una decena de páginas cada uno. Realizados en el ordenador desde Moscú se mandan por correo electrónico a San Petersburgo, Novosibirsk, Alma Atá y Karaganda para que cada comunidad imprima el número de copias que necesite.
La traducción de los artículos del italiano al ruso la llevan a cabo un grupo de estudiantes y trabajadores que conocen más o menos el italiano (son de Moscú, de San Petersburgo, de Alma Atá y de Novosibirsk); otros después revisan las traducciones y otros ayudan a maquetar la revista: todos implicados en una obra que es mucho más que un trabajo “técnico”, porque se vive como un servicio a nuestra unidad, concreto, humilde, pero apasionado y apasionante.
Es una frágil semilla que nace de lo Eterno y se clava en los corazones de los jóvenes creyentes.
Don Giussani
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón