La memoria, fuerza de la historia. Caprara, Maggiolini, Bernabei, Rondoni y Cavalleri han festejado al autor de El caballo rojo, obra maestra de la literatura contemporánea
Massimo Caprara
¿Qué es lo que inspira a Corti? La caída del imperio comunista se debió sobre todo a un alzamiento del hombre, de la conciencia del hombre. Esto es lo más prometedor que existe hoy en la historia del comunismo pasado, pero no sepultado. La crisis del imperio soviético fue en mi opinión un levantamiento metahistórico y a la vez una victoria del espíritu. Fue preparada durante años de clandestinidad y oposición, de sacrificios y persecuciones. Ésta es la historia de la crisis del imperio soviético y, puesto que Corti concluye hablando de Agustín como filósofo, quiero decir que esta crisis, bajo mi punto de vista, fue verdaderamente un triunfo de la doctrina de Agustín. Un triunfo, por tanto, de la validez de la oposición del hombre y del levantamiento da su conciencia, que está en todo hombre. Es una insurrección y una libertad que ninguna dictadura o violencia han podido ni podrán nunca hundir. Con esta esperanza os doy las gracias.
Alessandro Maggiolini
Corti expresa la vida de cada día, esa vida que lleva dentro los valores que son cristianos y humanos. Por esto no le odia solamente el marxismo, sino también la ideología radical-chic. Me siento en la obligación de dar las gracias al maestro Corti porque no ha perdido el tiempo, como a veces sucede entre los católicos, pensando si era un escritor católico o un católico escritor, sino que es un católico que se puso a escribir y se dio cuenta de que se había encontrado la poesía entre las manos. Corti invita a un compromiso cristiano, es decir, hace comprender que la gente no tiene necesidad de organizarse a modo de intelectuales áridos e individualistas, sino que necesita de un tejido que una y estructure una comunidad cristiana. Una comunidad que nos sostenga y nos ayude, donde se proponga la verdad del hombre. Del mismo modo su obra es eminentemente política: no es que Corti politice, sino que habla del hombre e introduce ideas que después generan un tipo de convivencia que no puede no ser distinta de la convivencia forzada de tipo marxista o anárquica.
Ettore Bernabei
Eugenio Corti es un hombre que cree en Dios, y sus personajes son criaturas de Dios. Esta es su posición fundamental. Y así se explica el caso Corti, es decir, el silencio hecho en torno a él y a sus obras, de gran valor literario y poético, porque una cultura oficial que pretende tener el monopolio ha decidido no que Dios haya muerto, sino que no existe. Y así es la cultura literaria, la crítica oficial, la publicidad, la televisión. Comprometeos a hacer lo que hizo Corti, es decir, a dar testimonio de lo que es la realidad del mundo, la realidad del hombre, criatura de Dios, del hombre que está en todo momento dentro del Misterio de Dios. ¿Y cómo es posible esto? Gracias a Dios, basta con tener el don de la inteligencia, que Él da a todos los hombres, ejercitarlo con coherencia, con valentía, precisamente en el ámbito de la cultura y de la comunicación, seguros de que no debemos aceptar estos monopolios absurdos de un mundo que se cree omnipotente. Corti escribió una buena novela, relatando la vida de hombres y mujeres de todos los días, la vida común, con muchos pequeños dramas que son a veces también grandes dramas, pero sin desviaciones y superficialidades. Y, creedme, esto es posible. Al igual que Corti ha escrito una narrativa de gran valor literario, pero sobre todo de gran valor como testimonio cristiano, vosotros, los que estáis todavía ante las primeras vicisitudes de la vida, de la juventud y de la madurez, estoy seguro que podréis hacer una buena comunicación. Os lo deseo con todo el corazón.
Davide Rondoni
Corti no extrae la fuerza para escribir de los argumentos polémicos que le fascinan y le atraen, ni siquiera de los argumentos ideológicos, en el sentido noble del término, que él utiliza. Hay algo de lo que él extrae el aliento. ¿Qué nos sugiere esto? Que las palabras se sumergen en algo que las precede, la fuerza de las palabras nace y extrae su propia energía de algo que las precede. A diferencia de mucha narrativa y poesía contemporánea - permitidme que hable así - Corti tiene una extraordinaria filiación, costumbre y confianza con el significado, con el hecho de que el mundo tiene un sentido. La escritura de Corti da testimonio de la posición de un hombre que dice al mundo: «Tú me gustas, tú eres algo que en cierto modo me atrae y me encanta, eres un aliento que me nutre, eres un respiro del que obtengo respiro». Daos cuenta de que hoy en día estas afirmaciones, sobre todo en la literatura de nuestro siglo, son absolutamente contradictorias con la historia, del todo contra corriente. La mayor parte de la literatura de este siglo dice al mundo: «No te quiero».
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