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Huellas N.4, Abril 1999

ECUMENISMO

Historia de una amistad

Leo Capobianco

Los monjes del Monte Koya en Kenia y Uganda para visitar obras educativas y de caridad nacidas en CL. La misma pasión por el hombre y por su destino

Nuestros amigos budistas del Monte Koya estuvieron de visita en Kenia del 19 al 21 de febrero. Había oído muchas veces hablar de ellos, pero nunca había tenido la ocasión de tratarles personalmente. Habían querido visitar nuestras obras y conocernos. ýada más bajar del avión nos dirigimos a nuestra escuela, St. Kizito Vocational Training Institute. Me impresionó el interés que mostraban y su atención ante cualquier aspecto. La dificultad de la lengua se superaba por una estima recíproca evidente expëesada en el modo de mirarnos. Por la noche, durante la cena, uno de los seis quiso expresar con un regalo su gratitud por nuestra hospitalidad y dijo: «Hoy hemos empezado a trataros... pero es como si nos conociésemos desde siempre».
Al día siguiente, visitamos el Parque Nacional para ver los animales salvajes y después nos acercamos hasta otro proyecto nuestro, que se realiza en el arrabal de Kiberia con la ayuda de las Hermanas de Madre Teresa. Allí pudieron constatar la pobreza en la que llegan a vivir muchos habitantes de Nairobi. Después de la misa comimos con los amigos de los Memores y de la Fraternidad de San Carlos y terminamos con cantos napolitanos (conocen especialmente Funiculì funiculà..., que uno de ellos ha traducido al japonés para cantarla con los niños a los que da clase). Por la tarde tuvimos un encuentro precioso con ellos y nuestra comunidad de Nairobi. Fue un momento conmovedor y al mismo tiempo divertido. El primer aspecto se expresó en el testimonio de una chica keniata que, contando cómo había conocido CL, dijo, entre otras cosas: «Yo era una protestante crecida en un ambiente musulmán, habituada a tener que seguir reglas bien precisas. El movimiento salió a mi encuentro como una evidencia conmovedora». Cuando oí este testimonio comprendí lo que hacía tan familiar aquel encuentro de dos realidades aparentemente lejanísimas por cultura y religión: el hecho de que tenemos el mismo corazón, el mismo sentido religioso; pero aún más el haber reconocido un hecho que había abrazado a ambos: el Acontecimiento de una amistad iniciada hace doce años entre don Giussani y su maestro Shodo Habukawa. Es el Misterio encerrado dentro de ese encuentro lo que nos hace mirarnos hoy mutuamente con respeto y veneración, sorprendiendo la verdad que rezuma y brilla en los ojos de hombres apasionados por su propia humanidad.
Giussani siempre nos ha dicho que todo encuentro es un Acontecimiento; cuando sucede, abre a nuevos horizontes cuyo desarrollo está en las manos de Dios; a nosotros, si somos serios, sólo se nos pide (seamos budistas o cristianos) la libertad de nuestro sí.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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