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Huellas N.2, Febrero 1999

JUDAÍSMO

La raíz, el camino

a cargo de Maurizio Maniscalco

El diálogo entre Charles Sheer, rabino de la Columbia University y un grupo de responsables de CL de Norteamérica, una ocasión para profundizar en la conciencia de nuestra historia


A principios de enero tuvo lugar en Riverdale, Nueva York, la asamblea de responsables de Comunión y Liberación de Norteamérica. El 3 de enero participó también el rabino de la Columbia University, Charles Sheer. Con él surgió un diálogo a partir del artículo de don Giussani publicado en La Repubblica el día anteriorNosotros somos judíos») y del libro The Religius Sense (la edición inglesa del primer volumen del Curso Básico de Cristianismo) que Sheer había leído con ocasión de la presentación del libro en la Columbia University. He aquí los apuntes de ese diálogo

Charles Sheer: El mundo en el que vivimos está totalmente secularizado. Dios, entendido como una guía para la persona concreta está muy lejos de nuestra cultura. El otro día mientras veía la televisión a las nueve de la mañana pensaba: no se ven imágenes de la familia como algo sagrado, sino imágenes de sexualidad como algo que satisface impulsos, ausente de un ideal más alto. Tenemos que combatir juntos una batalla muy dura. Cristianos y judíos tienen ante sí la tarea común de construir una sociedad con un horizonte más amplio. ¿Cómo se relacionan fe y razón? Tenemos mucho trabajo que hacer en común. Espiritualmente vosotros sois, en gran medida, judíos. Sin embargo, el lenguaje usado en ese artículo (el de La Repubblica; ndr), el concepto de Misterio, de Eucaristía, del Uno y Trino que os guía, la capacidad de ver eso como algo a lo que seguir me resulta difícil y me produce un malestar. Se trata de conceptos ajenos a mi experiencia religiosa, son absolutamente extraños para la comunidad judía y representan un programa incómodo.
Al presentar el nuevo libro (At the Origin of the Christian Claim; ndr) no desligáis el segundo volumen del primero. Se puede presentar a Jesús y a los Apóstoles como modelos, como un desafío a vivir una vida de valores y ética. Sin embargo, si se presenta como la respuesta a una necesidad de salvación, purificación, o perdón de los pecados, no podríamos compartirlo. Si os hubieseis sentado a la mesa conmigo durante el Shabbat habríais visto que no hablamos de estas cosas. La palabra pshat (‘sentido’ en hebreo; ndr) significa deshacer los nudos, desenredar la madeja, es como cuando pelas una cebolla, vas quitando las capas para llegar al significado literal, sin interpretación. Drash (midrash= interpretación de las Escrituras; ndr) se refiere a la identificación de ciertas ideas contenidas en el texto. Podemos discutir a nivel de pshat, pero estaremos en desacuerdo sobre el drash. Al leer a Isaías no vemos allí la prefiguración de Jesús. No vemos ningún modelo de Cristo, no vemos ninguna prefiguración de Cristo en la historia del sacrificio de Isaac o en la historia de Jacob en Egipto. No tenemos el mismo concepto de Mesías. Es un término complicado. No compartimos la interpretación cristiana. Podemos estar de acuerdo sobre el pshat, pero no sobre el drash.

Lorenzo Albacete: ¿Tenemos derecho a hacer nuestra propia interpretación al respecto? ¿Es ofensivo?

Sheer: Me ofendería si no fuera así porque también los judíos lo hacen. Por ejemplo, la literatura de la midrash. La mentalidad predominante en la Columbia University defiende que todo es relativo. Tenéis que tenerlo en cuenta, especialmente si queréis presentar allí el segundo libro de don Giussani.

Albacete: ¿En qué medida el judaísmo moderno se reconoce como resultado, no tanto de la acción de seres humanos, sino de la acción de Dios, es decir, de la revelación?

Sheer: Mi mujer rebate siempre mi concepto de revelación. La fe en la revelación es crucial en nuestra tradición, en cómo la comunidad desarrolla su religión. Yo provengo de una tradición judía de rabinos desde hace generaciones y creo que hay un núcleo central que ha sido revelado.

Albacete: Yo hablaba de la revelación como intervención de Dios en la historia, en la existencia del pueblo hebreo.

Sheer: Antes de entregar los Diez Mandamientos en el libro del Éxodo (19,3) Dios habla a Moisés de que los hebreos se convertirán en una nación de sacerdotes. Vosotros seréis para mí un tesoro único sobre la tierra. Alianza es la palabra más importante. Significa claramente que habrá un pueblo de sacerdotes, una nación santa. Hay dos formas de interpretar esto. La primera: «elegido para ser superior, para estar por encima de»; la segunda: que la nación hebrea ha sido elegida exclusivamente para el servicio santo de Dios. La alianza es un camino de dos sentidos. La ley es una revelación y entonces todos la aceptan. Antes de la entrada en la Tierra Prometida, hay una segunda alianza, la alianza Levítica, que incluye todas las leyes. Cristianismo e Islamismo son nuestros hijos.

Albacete: En la historia del pueblo hebreo ¿cómo se expresa el concepto de redención?

Sheer: Ciertamente hay un concepto de redención y de sacrificio. Los profetas recogen el concepto de redención. Los sacrificios para el pueblo hebreo eran una forma de buscar la redención. El animal que está sobre el altar yace ahí en mi lugar. Echad una ojeada al comentario al Levítico en la Biblia de Archer (reformada; ndr). La venida de Jesús es para salvar al hombre del pecado. Los judíos consideran la presencia de Dios como parte de una alianza. Dios como redentor no forma parte de la concepción hebrea. La revelación es la revelación de Dios en el Sinaí como compañero. El pueblo rompe la alianza. Los profetas recuerdan que la relación con Dios es una alianza. Nos parece que una parte de la comunidad hebrea piensa: «Rompemos la alianza continuamente. Tenemos necesidad de un acuerdo». «Dios como redentor» parece ser la respuesta al hecho de que no conseguimos mantener la alianza. Mientras que nosotros, cuando rompemos la alianza, decimos: está bien, probaremos otra vez mañana.

Albacete: En la novela de Philip Roth La controvita, Zuckerman dice: «Entre la devoción a la Iglesia y yo, se abre un mundo de sentimientos irreconciliables, una natural y profunda incompatibilidad. Experimento las emociones de un espía en campo enemigo y me parece estar vigilando precisamente los ritos que encarnan la ideología responsable de la persecución y del maltrato a los judíos». ¿Cómo es de típica esta reacción?

Sheer: El papel de la cristiandad en el Holocausto es complejo. Hay diferentes libros (Parks, Hay) sobre el tema. Yo no soy un especialista. Cuando estaba en la universidad algunas teorías sugerían que existían algunos conceptos en el Cristianismo que llevaron al Holocausto. Los judíos eran diferentes, despreciados, no como para destruirlos, pero sí eran un ejemplo del castigo divino para los no creyentes, para encerrarlos en los guetos y marcarlos, pues se consideraban sucios y malolientes. Se decía que la sangre de los niños asesinados por los judíos manchaba la Eucaristía. Se llamaban abominaciones de sangre - especialmente en la Edad Media - y llevaron a pensar que los judíos eran seres inferiores. Pero los dignatarios eclesiásticos, los papas de las Cruzadas y los obispos salvaron con frecuencia a los judíos interviniendo y utilizando sus catedrales para protegerles del bajo clero y del pueblo.
Suponer que esto (las creencias medievales) haya desembocado en la ideología nazi es sacar unas conclusiones en las que no voy a profundizar.
No es posible formular una tesis coherente sobre lo que sucedió en las diferentes comunidades, en lo que se refiere a los judíos, durante la Segunda Guerra Mundial.
Claramente la cristiandad jugó un papel en los preparativos de algunos de los acontecimientos que sucedieron durante el Holocausto. Pero decir que el cristianismo es responsable exige una serie de pasos que no voy a dar. Muchos de la SS eran luteranos bautizados. Es sorprendente cómo personas que provenían del mismo ambiente se comportaban de forma tan diferente. En Dinamarca salvaron a la comunidad danesa entera trasladándola a Suecia por mar. También la comunidad italiana salvó muchos judíos. Los judíos fueron acogidos en los monasterios. Cuando estudiaba en la escuela rabínica vivía con una familia cuyo padre había encontrado refugio en un monasterio de Italia. Le daban kosher y le permitían decir sus oraciones y guardar los días sagrados. ¿Qué favoreció esa diferencia de comportamiento? Mi mujer nació en un campo de concentración. Gran parte de su familia murió. Yo soy un judío americano de tercera generación. Toda mi familia se salvó, excepto un primo. Algunos de la familia de mi mujer se sorprenderían si supieran que estoy aquí, pero yo me siento muy a gusto hablando ante un grupo de cristianos. Hablar de esto, para ellos, es muy doloroso.

Albacete: Muchos cristianos se han sentido sorprendidos por la crítica, por parte de los judíos, hacia algunas expresiones de nuestra fe; por ejemplo, la petición de «perdón» del Vaticano, la canonización de Edith Stein, la canonización del cardenal Stepinac, el convento y las cruces de Auschwitz. ¿Cuál es su reacción ante estos eventos?

Sheer: Por lo que se refiere a la cuestión de Edith Stein, estoy con vosotros, porque si alguien decide hacerse católico, es una opción personal. En cuanto a la petición de «perdón» ha habido varias, la primera en 1975. Es necesario leerlas una a una para entender su significado, pero éste no es mi terreno. Siempre, cuando nos relacionados con un comité, hay cuatro versiones diferentes y nunca se obtiene la versión que satisface las exigencias de todos. Por lo que se refiere a las cruces de Auschwitz, parece que alguien se ha apropiado de nuestro dolor. Ciertamente queréis recordar a los muchos cristianos que fueron asesinados por los nazis, porque salvaron judíos o por su fe. Pero no puedo dejar de sentir un cierto malestar porque Auschwitz tiene un significado especial para los judíos y da la impresión de que habéis forzado las cosas.

Debbie: ¿Cuál es el origen de vuestra experiencia de pueblo, una comunidad unida donde todos se ayudan?

Sheer: ¡Aprender de buenas familias católicas italianas!

Teresa: Hace poco he leído la historia de los Macabeos, que combatían por su templo. ¿Cuál es el significado de la morada de Dios para vosotros, del templo?

Sheer: Antes de nada quiero decir que existe una diferencia entre el templo y la sinagoga. Yo soy un judío ortodoxo y para mí el templo es el de Jerusalén.. Pero los judíos liberales llaman a la sinagoga «templo». Tengo que explicar la cuestión de los Macabeos. En el mundo moderno, la religión no forma parte de nuestra identidad. En el mundo antiguo las cosas no eran así; no había dicotomía entre lo secular y lo religioso. Sólo en la época moderna se ha dado esta separación. Los Macabeos se rebelaron no sólo porque querían su sinagoga, sino también para proteger su entera herencia cultural, para que los judíos pudieran seguir siendo judíos. Combatían para poder ser religiosos, no por la libertad religiosa de creer o no, como en la Revolución Americana. No era una cuestión de liberación de la opresión o de libertad de elegir lo que querían hacer. Hay una libertad positiva al elegir lo que quieres y una liberación de la opresión. Los Macabeos no son los precursores de la Revolución Americana. La idea de libertad religiosa es diferente. Los Macabeos luchaban para que los judíos pudieran ser judíos.
¿Dios habita en el templo? Se pueden dar diferentes interpretaciones a la oración de la dedicación del segundo libro de los Reyes. Algunos tratan de revisar el texto pero yo no quiero eliminar nada. En ese pasaje se hace una descripción del templo como santuario de Dios. Cuando voy al Muro de las lamentaciones - en realidad era un muro de sostén situado en la mezquita, y no parte del templo - percibo la presencia de Dios. Tengo la misma experiencia religiosa, una sensación de la presencia de Dios semejante a la descrita en El sentido religioso. Pero hay diferencias en nuestro concepto de Misterio.

Joe: Me ha impresionado lo que ha dicho sobre los judíos como pueblo de Dios y respecto a la alianza que hizo con Dios. Los que no son de origen judío, ¿están destinados a unirse a vuestra alianza, o cómo pueden vivir?

Sheer: Mira los mandamientos de Noé. Los rabinos discutieron sobre la finalidad para la que existen el resto de los pueblos. La Biblia no empieza con la Alianza, sino con el libro del Génesis. Dios puede hacer alianzas con gentes muy diferentes. Dios, ¿dice algo sobre el resto de la gente? Según la drash, los rabinos elaboraron siete mandamientos para los no judíos. El único escrito está en el Libro de Génesis (9) y es el de no matar. Los rabinos identificaron también los siguientes mandamientos: no cometer adulterio, creer, no blasfemar, honrar a los padres, tener tribunales, no adorar divinidades paganas (en la medida en que se puede definir la adoración pagana).
El código de Noé es para toda la humanidad. Tiene un claro paralelismo con los Diez Mandamientos y con la primera alianza. La segunda alianza sobre el Monte Sinaí fue sólo para los judíos.

Chris: Soy profesor en una escuela superior. A diferencia de los cristianos, el pueblo judío parece haber mantenido una identidad en Estados Unidos. ¿Qué hacen los judíos para preservar su identidad de pueblo?

Sheer: Me alegro de oír lo que dice, aunque yo veo judíos casarse con personas de otras religiones y asimilarse. Eso es lo que estoy tratando de hacer en la Columbia University, donde la mayor parte de los estudiantes parece que sólo quieren ser uno más de la Columbia University, en vez de un judío. Uno de los motivos por los que hemos preservado nuestra identidad es que somos una cultura completa y una herencia, y no simplemente una religión. Si yo me convirtiera al catolicismo, tendría que estudiar el catecismo y hablar con un sacerdote. Yo participo en una comunidad de fe; cumplir los Diez Mandamientos no es ser judío. Los judíos son un pueblo con una cultura. Los que se convierten al judaísmo se convierten en hijos de Abraham y de Sara. El día del Shabbat yo hago cosas que muchos no estarían dispuestos a hacer: no recibir llamadas telefónicas ni usar electricidad, ir a la sinagoga, dar un paseo y gozar de la naturaleza. Curiosamente, un judío puede comer jamón durante el Yom Kippur y seguir siendo judío. Para los ortodoxos, uno se convierte en judío en el momento del parto, porque en ese momento la comunidad entera da testimonio de ello. Los reformistas creen que existe una descendencia por parte de padre, pero para los ortodoxos la comunidad no lo certifica. Sin embargo, también nosotros nos estamos americanizando. Ser judío significa tener una familia y una continuidad histórica. También los italianos y los irlandeses tienen fuertes vínculos con sus familias. Además los judíos están acostumbrados a vivir en las adversidades y en la persecución. Cuando veo un cristiano que lleva la cruz me alegro, porque de esta forma da testimonio de que guarda la tradición. Tengo estudiantes judíos ortodoxos que están orgullosos de llevar su yarmulk en clase y en público, porque expresa lo que son. Por este motivo el Dalai Lama está cortejando a los judíos, porque también los tibetanos son un pueblo perseguido.

Albacete: Para acabar quiero recordar el artículo de don Giussani de La Repubblica: «Lo nuestro no es una presunción, sino una comparación estupefacta por el hecho de que se nos haya comunicado a nosotros, pobres hombres, el Misterio de aquella persona de tal modo que al mirar la forma histórica en que nos ha llegado a nosotros y compararla con la de los israelitas, seríamos más felices pidiendo a nuestros hermanos judíos que nos perdonaran nuestra certeza, cuando a ellos les toca todavía llevar todo el peso de la historia (pondus diei et aestus ) en su vida».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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