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Huellas N.1, Enero 2006

SOCIEDAD Presentación de Educar es un riesgo

Catania / Ferrara y Ventorino. Razón y tradición

Giuseppe Di Fazio

El 16 de diciembre se produjo un encuentro entre Guliano Ferrara y don Francesco Ventorino sobre Educar es un riesgo, de don Giussani

«Primero conocí a don Giussani a través de un fantasma, el de la información. Para mí se trataba solamente de un sacerdote de Milán, fundador de un movimiento católico integrista. Más tarde, hace diez años, cuando se fundó Il Foglio, coincidí en el consejo de redacción con dos jóvenes periodistas que procedían del movimiento de CL. Poco a poco fui conociéndoles, me educaron, me ayudaron a descubrir una parte de la totalidad de lo real que se me escapaba. Entonces comencé a descifrar el alma del carisma de don Giussani». Invitado por el Centro Cultural de Catania, Giuliano Ferrara, director de Il Foglio, interviene en el auditórium “Le Ciminiere”, ante un millar de personas (entre las que se encuentra el arzobispo, monseñor Gristina) manteniendo un coloquio con don Ciccio Ventorino sobre Educar es un riesgo y sobre la situación de actual de la educación.

«El libro de Giussani –explica Ferrara– me ha aclarado lo que ya había intuido. He descubierto en Giussani a un pensador moderno que no tiene nada que ver con la caricatura que ha creado la prensa. Al conocer la Fraternidad y a sus amigos se ha mostrado el verdadero rostro del fundador de CL: el rostro de jóvenes que se relacionan con la realidad. Un movimiento de personas modernas, con presencia arraigada entre los jóvenes».
El debate se anima cuando se plantea el tema de la razón y la tradición. Ferrara manifiesta rápidamente su admiración por santo Tomás, con el que comparte las dimensiones («pesaba 150 kilos, como yo…»). «La razón – explica – no es puro subjetivismo, razón solitaria que no entra en debate con los demás, sino que, según lo entendía aquel gigante del pensamiento que fue santo Tomás, es un encuentro del intelecto con la realidad, el intelecto que se adecua a la realidad».
Ciccio Ventorino puntualiza el método educativo de Giussani tal y como emerge del libro que se está presentando, explica cómo la tradición es una hipótesis de trabajo con la que la naturaleza pertrecha al hombre para que pueda compararse con todas las cosas. Hace referencia a la cuestión de la educación que está animando el debate en estos últimos meses: «Está sucediendo algo que no había sucedido antes; está en crisis la capacidad de toda una generación de adultos para educar a sus propios hijos».

Ferrara recoge la provocación: «Desde este punto de vista –dice– mi padre era como el pedagogo don Giussani. Me educó planteándome como un “problema” aquello en lo que él creía. En cambio, hoy asistimos al agotamiento de la capacidad de dar cuenta de la realidad del mundo por parte de los que deberían hacerlo. Se perfila un cansancio del pensamiento único dominante, que homologa todo, a veces con destellos de intolerancia intimidatoria». Y añade: «Me parece absurdo y supersticioso el credo de muchos laicos que pretenden emancipar la razón eliminando el dato de la tradición». Y, a propósito de la tradición cristiana, comunica el asombro que ha experimentado al descubrir que «la Iglesia es anterior a la predicación, primero el acontecimiento y luego la evangelización».

¿Y la fe? «Comprendo –dice confidencialmente– que en última instancia consiste en arrodillarse ante el Misterio. Pero, por lo que a mi respecta, me encuentro bloqueado por el orgullo que me hace incapaz de este acto de humildad».
Y sin embargo Ferrara lucha contra los que quieren eliminar la presencia de la Iglesia en la vida pública, ¿por qué?
«Comprendo que la Iglesia es necesaria en la vida pública, lo son su pensamiento y su depósito de cultura, de inteligencia. Por eso no percibo su misión como un peligro. Porque una Iglesia misionera, evangelizadora, con un recurso fuerte como es la fe, supone un reto para el pensamiento único dominante: le obliga a interrogarse sobre sí mismo e induce al “Estado que todo lo puede” a reducir sus pretensiones. Para un verdadero laico la presencia de la Iglesia en la vida pública es una auténtica riqueza».
«Pero en una sociedad que presume de ser multicultural, –pregunta don Ciccio Ventorino– ¿sigue siendo actual la propuesta educativa de Giussani?». «Ciertamente que sí», responde sin sombra de duda Ferrara. Y se explica, «la integración, la tolerancia, incluso la permeabilidad entre culturas, se ven favorecidas por la sensibilidad de cada uno hacia la verdad. La verdad es la base del diálogo: negándola no se pueden soslayar las diferencias. El diálogo se construye cuando cada uno ofrece sus indicios de la verdad».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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