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Huellas N.1, Enero 2003

PRIMER PLANO

La visita de monseñor Cordes

Filippo Cavazza

El viaje a Uganda del “ministro” de la caridad del Papa El proyecto Cor Unum con AVSI y el aprecio por la obra del Movimiento


La reciente visita a Uganda de monseñor Paul Josef Cordes, Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, no fue una visita formal, jalonada por discursos ad hoc y vagas promesas de seguir colaborando.

«Mostrad a la gente el amor de Dios». Estas palabras centraron la homilía de la misa celebrada en el convento de las hermanas de la Madre Teresa, primera etapa de su itinerario africano. Cada día, desde hace muchos años, en la casa de acogida para niños huérfanos y abandonados de Kampala, las hermanas - siguiendo el ejemplo de su fundadora - testimonian el rostro bueno del Misterio. Ahora, gracias al proyecto Cor Unum, podrán extender su obra también a los enfermos terminales.

De un millardo de liras viejas
¿Cómo nació este proyecto? En 2000, con ocasión del Jubileo, la ciudad de Milán donó al Santo Padre mil millones de viejas liras. Los fondos fueron destinados a Cor Unum, que decidió enviarlos a Uganda. En la decisión de monseñor Cordes fue determinante la estrecha relación que le une al cardenal de Kampala, Wamala, y a Alberto Piatti, director general de AVSI. La coordinación del proyecto se adjudicó al propio AVSI, presente en el país desde los años 80. Es una intervención muy vasta que, además de implicar a las hermanas de la Madre Teresa, afecta a las escuelas de formación profesional del Cowa y las actividades del Meeting Point International en las chabolas de Kampala.

Humanidad conmovedora
Monseñor Cordes quiso visitar todas estas realidades y pudo apreciar su vivacidad y concreción. Probó los platos preparados por las chicas del curso de catering del Centenary School y conoció a los jóvenes aprendices de carpinteros, albañiles y soldadores del Vocational Training Center. En su viaje, Cordes tocó también los lugares donde se respiran todos los dramas y la miseria de Uganda, como la cárcel de menores de Naguru y el slum de Acholi Quarter. Siempre gracias a AVSI y al Meeting Point, con el programa Cor Unum ha surgido la posibilidad para muchas mujeres del degradado Acholi Quarter de obtener un microcrédito para poner en marcha una actividad que les permita vivir. Tal vez por primera vez en su vida, se han sentido amadas y tratadas como seres humanos. Con gratitud, dieron su bienvenida a Cordes, alternando sin cesar danzas y cantos de su tradición. El presidente de Cor Unum respondió del siguiente modo a su acogida: «Veo rostros alegres y felices, a pesar de la pobreza y los sufrimientos a través de los que debéis pasar. Son rostros que saben que Dios no os ha abandonado y os ama». Expresiones muy parecidas fueron las que empleó en el transcurso de su visita al cercano campo de refugiados de Pabbo (más de 40.000 personas). No podía faltar su apoyo al pueblo Acholi, destrozado por la guerra, y su aliento a las iniciativas de paz guiadas por monseñor Odama, arzobispo de Gulu. Les exhortó a no perder la esperanza y a tener la misma fe que Gildo y Daudi, los dos catequistas acholi beatificados como mártires el pasado 20 de octubre.

La amistad con el Movimiento
Se detuvo a tomar un aperitivo con los voluntarios de AVSI y a saludar a sus familias. Poco antes, hablando públicamente en la escuela del Centenary, había sorprendido a todos con estas palabras: «Cuando llegué a Roma en 1980 no entendía por qué había dentro de la Iglesia tanta dificultad para aceptar el Movimiento de CL. Poco a poco he descubierto el carisma de Comunión y Liberación y he empezado a tener motivos válidos para apoyar con todas mis fuerzas la realidad del Movimiento dentro de la Iglesia. Cuando conocí a los miembros de CL vi en ellos un fuerte vínculo con la sociedad. Me parecen muy importantes estas dos cosas: fe y obras. Por esto, no sois vosotros los que me tenéis que dar las gracias a mí, sino que ¡soy yo quien os debe agradecer vuestra obra, en nombre del Santo Padre!»

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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