A San Roque está dedicado el Centro de Solidaridad de la capital paraguaya. Un lugar para responder a una necesidad grave y proponer una compañía.
Con un brindis queda inaugurada la nueva sede social del Centro de Solidaridad «San Roque González de Santa Cruz» en Asunción, Paraguay. Es el 4 de mayo. Comienza una nueva obra, un nuevo desafío a la sociedad paraguaya por parte de la comunidad de CL.
Los primeros pasos se dieron en mayo de 1987, cuando algunos jóvenes del movimiento se encontraron sin trabajo y decidieron unirse para buscarlo. Gracias a la amistad que vivían, este búsqueda de trabajo se convierte en seguida en una posibilidad abierta a otros. Por ejemplo, se recortan las ofertas de los periódicos para hacer un tablón de anuncios público que todos puedan leer, sobre todo aquéllos a los que incluso el precio del periódico les resulta inaccesible.
Ya al siguiente mes, en junio, se abre una oficina de oferta y demanda con ocho voluntarios. Pronto el Centro se convierte también en un punto de encuentro y de debate cultural. En mayo de 1988 organiza un debate sobre el trabajo con empresarios y sindicalistas como preparación para la visita del Papa a Paraguay.
Actualmente, el Centro de Solidaridad San Roque no se limita a ayudar a la gente a preparar su currículum y a contactar directamente con los empresarios que tienen necesidad de personal, sino que también desarrolla una tarea de promoción profesional, comercial y actividades recreativas.
Para el tiempo que media hasta que las personas encuentran una ocupación más segura, el Centro ha organizado ventas de productos alimenticios, encuadernación de libros, confección y venta de pañuelos y otras prendas de vestir, preparación y venta de productos textiles locales. Estos últimos los hacen tres chicas de Villarica y se venden en un mercado local, pero están llegando también a Italia y podrían venderse bien en otros países como España, si alguien tomara la iniciativa... Además se han organizado jornadas deportivas, torneos de fútbol, en los que han participado equipos de varias fábricas y empresas, un cine fórum, cursos de inglés, de italiano, de diseño y repujado de cuero.
Además existe un consultorio jurídico en el que trabajan varios abogados para ayudar a la gente en la defensa de sus derechos laborales y para todos los problemas de orden jurídico que se presentan en la nueva democracia paraguaya. Los socios tienen además la posibilidad de acudir a consultas de médicos con descuentos; esta iniciativa es muy importante considerando el hecho de que en Paraguay la asistencia sanitaria no es gratuita.
Actualmente los socios son más de 110 y la actividad prosigue con 40 voluntarios.
La realidad del Paraguay plantea otra necesidad: orientar profesionalmente y enseñar a trabajar. La respuesta a este problema se lleva a cabo en las escuelas-taller.
Para asumir esta función y obtener financiación pública hacía falta una instalación mejor. Por eso se pensó en la nueva sede.
El 19 de marzo de 1990 se obtuvo el reconocimiento público, comenzando la primera escuela-taller para vendedores.
El Centro «San Roque» continuará ahora por este camino. Naturalmente no se pararán las otras iniciativas. Porque uno de los éxitos más significativos del Centro es el de dar la posibilidad, no ya sólo de conseguir trabajo -cosa necesaria e indispensable- sino, sobre todo, de encontrarse con personas cuya actividad no está determinada por ningún interés, sino por el deseo de ser sujetos verdaderos y activos de la historia.
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