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Huellas N.07, Julio/Agosto 2022

PRIMER PLANO

Taiwán. La pregunta sigue abierta

Paolo Perego

Breve diálogo con jóvenes que se reúnen todas las semanas en la Universidad de Fu Jen, aunque muchos no son católicos, «pero ese “misterio del vivir” de Leopardi… nos interesa»


«Crecí pensando que la Iglesia solo era un edificio donde los cristianos se juntan los domingos. Pero con estos amigos he descubierto que es un lugar donde todos pueden compartir la vida. La Iglesia vive. Es la continuidad de la vida de Jesús muerto y resucitado». Timoteo es protestante. Eligió su nombre “occidental”, como suele suceder aquí, cuando empezó el curso de italiano en la Facultad de Idiomas de la Universidad Católica de Fu Jen en Taipéi (Taiwán). Está en el tercer año y desde hace dos, todos los jueves, se reúne con este grupito de amigos, acompañados por Paolo Costa, sacerdote misionero de la Fraternidad de San Carlos Borromeo que es su profesor de italiano.
Unos veinte chavales en total, muchos de ellos ni siquiera son católicos, que se ven todas las semanas para la Escuela de comunidad. «Hablamos de la vida», cuentan, «lo que nos pasa, lo que nos preocupa»: el estudio, la relación con sus padres, la entrada en el mundo laboral. Ellos eran los que se iban a encargar de explicar en la Universidad Fu Jen la exposición sobre el libro Por qué la Iglesia de don Giussani organizada por la comunidad taiwanesa de CL. Luego la pandemia trastocó esos planes, pero es interesante mirar a estos chicos: nacidos y criados en un país donde la fe católica interesa a menos del 1% de la población, ¿por qué iban a querer hablar de la Iglesia y del pensamiento de don Giussani a sus coetáneos? Basta con escuchar lo que viven juntos, su “amistad especial”, como dice Ada, estudiante de cuarto, para darse cuenta de que esa Iglesia ya la viven en cierto modo en su propia piel. Inmaculada es la veterana del grupo y quedó impactada por Leopardi leyendo la Escuela de comunidad. «Mi padre está bautizado, yo no soy creyente, pero ese “misterio del vivir” de Leopardi… ¿Cómo se puede vivir? Es una pregunta que esta amistad mantiene siempre abierta y que nos interesa». También cuando van a la caritativa, añade Timoteo, a acompañar a los ancianos o a visitar las zonas rurales más pobres. «Visto desde fuera parece que solo estamos ahí para ayudar a la gente, pero lo cierto es que recibimos mucho más de lo que damos. Estoy aprendiendo que lo que desea el corazón y lo que lo satisface es el amor, no la riqueza. En definitiva, cuando estoy con estos amigos me siento en paz. Por eso estoy con ellos».
Insisten en que esa paz no puede darse por descontado. La soledad aquí es una realidad patente y a veces acaba en depresión, como le pasó a una amiga suya que se quitó la vida hace unos meses. No es fácil fiarse de nadie, como cuenta Allegra, que ya se ha graduado y que recibió el bautismo la noche de Pascua. «Es difícil compartir con la gente lo más íntimo, es difícil explicárselo a otros, te da miedo parecer rara, que no te entiendan, pero lo que nos decimos aquí es verdadero. Es nuestra vida. No es que por ser un grupo católico nos obliguemos a hablar de Jesús… Lo hacemos hablando de nosotros. A través de nosotros llegamos a hablar de Él». Católicos o no, el «corazón es idéntico en todos ellos», dice Paolo. «Todos desean compartir su vida», añade Buenaventura –nombre de bautismo– que ya está a punto de graduarse. «Nos apuntamos a diversos grupos, pero cuesta encontrar alguno donde ir al fondo de lo importante. Cuando llegué a la universidad, empecé a participar en varios grupos católicos donde se hablaba mucho de la Biblia y poco de la vida. Luego me invitaron a la Escuela de comunidad del jueves. Han pasado cuatro años y sigo aquí». Igual que Bernardo, Nicholas, Karl, Pauline… «Lo que os interesa en definitiva es vivir...», sueltas ahí, delante de ellos. «¡Exacto!», salta Giorno, que ha tomado su nombre de un cómic japonés que le encanta. Hasta entonces había estado escuchando en silencio, pero ya no puede contenerse. «¡Vivir! La vida es complicada, está llena de problemas. ¿Cómo afrontarlos? ¿Cómo hallar satisfacción en todo lo que haces? Si estoy aquí es porque eso me interesa».




 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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