D. Jesús Carrascosa Madrid
Estimado amigo en Jesucristo:
Su dirección me fue proporcionada a través del programa «Últimas preguntas», un tiempo después del programa dedicado a «Comunión y Liberación» hace aproximadamente un año.
Yo había solicitado que me pusieran en contacto con José Miguel Oriol, quien fue entrevistado en dicho programa, pero en cualquier caso, ya que supongo que Vd. representa a dicho movimiento, me he decidido a escribirle, ya que las referencias indirectas que he ido recibiendo desde entonces, han continuado aumentando mi interés hacia «Comunión y Liberación».
Yo soy un cristiano evangélico o «protestante» que en los años recientes (ahora tengo treinta y uno) he venido sintiendo una atracción hacia el cristianismo histórico-tradicional. Esa evolución hacia el cristianismo histórico-ortodoxo ha venido en parte a consecuencia de haber empezado a descubrir los «padres de la Iglesia» y observar una continuidad entre la palabra de ellos y la palabra que sigue proclamando hoy la iglesia histórica, así católica como ortodoxa. También al observar el sectarismo de algunos grupos surgidos tras la ruptura de la Reforma y la falta de perseverancia -sobre todo- en mantener las verdades fundamentales a las que en un principio estaban comprometidas. Grupos entusiastas que hagan apelación al Espíritu sobre todo, como Cuáqueros y Metodistas, han cometido después de su ruptura total con el bloque del cristianismo histórico, graves traiciones a las verdades fundamentales que en un principio ellos mismos sostenían.
La fidelidad en confesar a Cristo, Hijo de Dios, encarnado por el Espíritu Santo, y resucitado de entre los muertos tras haber realizado la expiación de nuestros pecados en la Cruz, es algo que me ha impresionado en la Iglesia histórica frente a muchas iglesias surgidas de la pretensión de una mayor fidelidad a la Revelación escrita, pero que luego, no han mantenido lo esencial de nuestra confesión como cristianos, o bien han sido tolerantes con quienes entre sus filas han negado al Salvador (ej. Strauss, Bultmann, Robinson o los autores actuales del «Mito del dios Encarnado»).
Como puede observar, mi fe está centrada absolutamente en la persona de Jesucristo-Dios. Desde ahí me resulta aun bastante incomprensible los «marianismos» y peor aún «mariolatrías» y algunas otras cosas que pueden descentrar al cristiano de Jesucristo, su Salvador. A pesar de las probables tradiciones humanas, hoy me siento más cerca de la Iglesia histórica católico-ortodoxa que del protestantismo. Si esta evolución continúa, mi problema, o tal vez mi necesidad, seria hallar algún grupo dentro de dicha Iglesia histórica que, centrado en Jesucristo, me permitiera un acercamiento mayor y una comunión alrededor de Dios encarnado.
Escuché con sumo agrado a José Miguel Oriol, sintiendo a mi espíritu decir «amén» a lo que él expuso en aquella entrevista. Tal vez tenemos muchas cosas en común en el terreno de la fe. Supongo que la exposición de Miguel Oriol no era sólo su opinión o su fe, sino también la del movimiento «Comunión y Liberación». Si fue así, creo que tenemos muchos planteamientos comunes y me gustaría conoceros mejor.
Hay un Cristo maravilloso que ilumina la Historia así como nuestras propias vidas y alrededor del Cual podemos tener comunión en la Verdad. Sinceramente, su amigo,
José F. Pérez Santos
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