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Huellas N.6, Abril 1987

CARTAS DE COMUNIÓN

En busca del Cristo que ilumina la historia

D. Jesús Carrascosa Madrid
Estimado amigo en Jesucristo:
Su dirección me fue proporcionada a través del programa «Últimas preguntas», un tiempo después del programa de­dicado a «Comunión y Liberación» hace aproxima­damente un año.
Yo había solicitado que me pusieran en con­tacto con José Miguel Oriol, quien fue entrevis­tado en dicho programa, pero en cualquier caso, ya que supongo que Vd. re­presenta a dicho movi­miento, me he decidido a escribirle, ya que las refe­rencias indirectas que he ido recibiendo desde entonces, han continuado aumentando mi interés hacia «Comunión y Libe­ración».
Yo soy un cristiano evangélico o «protestante» que en los años recientes (ahora tengo treinta y uno) he venido sintiendo una atracción hacia el cris­tianismo histórico-tradicional. Esa evolución hacia el cristianismo histórico-ortodoxo ha ve­nido en parte a conse­cuencia de haber empeza­do a descubrir los «padres de la Iglesia» y observar una continuidad entre la palabra de ellos y la pala­bra que sigue proclaman­do hoy la iglesia histórica, así católica como orto­doxa. También al obser­var el sectarismo de algu­nos grupos surgidos tras la ruptura de la Reforma y la falta de perseverancia -sobre todo- en man­tener las verdades funda­mentales a las que en un principio estaban com­prometidas. Grupos en­tusiastas que hagan ape­lación al Espíritu sobre to­do, como Cuáqueros y Metodistas, han cometido después de su ruptura to­tal con el bloque del cris­tianismo histórico, graves traiciones a las verdades fundamentales que en un principio ellos mismos sostenían.
La fidelidad en confe­sar a Cristo, Hijo de Dios, encarnado por el Espíritu Santo, y resucitado de entre los muertos tras haber realizado la expiación de nuestros pecados en la Cruz, es algo que me ha impresionado en la Igle­sia histórica frente a muchas iglesias surgidas de la pretensión de una mayor fidelidad a la Revelación escrita, pero que luego, no han mantenido lo esencial de nuestra confe­sión como cristianos, o bien han sido tolerantes con quienes entre sus filas han negado al Salva­dor (ej. Strauss, Bult­mann, Robinson o los autores actuales del «Mi­to del dios Encarnado»).
Como puede obser­var, mi fe está centrada absolutamente en la per­sona de Jesucristo-Dios. Desde ahí me resulta aun bastante incomprensible los «marianismos» y peor aún «mariolatrías» y algu­nas otras cosas que pue­den descentrar al cristia­no de Jesucristo, su Salva­dor. A pesar de las proba­bles tradiciones humanas, hoy me siento más cerca de la Iglesia histórica católico-ortodoxa que del protestantismo. Si esta evolución continúa, mi problema, o tal vez mi ne­cesidad, seria hallar algún grupo dentro de dicha Iglesia histórica que, cen­trado en Jesucristo, me permitiera un acerca­miento mayor y una co­munión alrededor de Dios encarnado.
Escuché con sumo agrado a José Miguel Oriol, sintiendo a mi es­píritu decir «amén» a lo que él expuso en aquella entrevista. Tal vez tene­mos muchas cosas en co­mún en el terreno de la fe. Supongo que la expo­sición de Miguel Oriol no era sólo su opinión o su fe, sino también la del movimiento «Comunión y Liberación». Si fue así, creo que tenemos muchos planteamientos comunes y me gustaría conoceros mejor.
Hay un Cristo maravi­lloso que ilumina la His­toria así como nuestras propias vidas y alrededor del Cual podemos tener comunión en la Verdad. Sinceramente, su amigo,
José F. Pérez Santos

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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