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Huellas N.7, Febrero 1985

CARTAS

Cristo, fuente del gusto por la vida

Queridos amigos:
Deseo aprovechar la oportunidad que la revista me brinda de acercarme a todos vosotros para com­partir el camino que durante estos años hemos ido re­corriendo en la pequeña comunidad de Palencia; es­pecialmente la renovación que han supuesto para no­sotros los ejercicios espirituales con Giussani en No­viembre.
El encuentro con el Movimiento fue una novedad humana en todos los sentidos; caras desconocidas, llenas de alegría, que transmitían una nueva forma de concebir las relaciones personales, la fiesta, el estu­dio, la vida. Pero el entusiasmo inicial fue aplacándo­se y dio paso a un período demasiado largo en el que quizá nos acomodamos demasiado tiempo; nació en­tonces entre nosotros el deseo de la acción, la necesi­dad imperiosa de crecer en número, de transmitir nuestra experiencia a los demás, de experimentar que nuestra vida convence a otros para sentirnos convenci­dos nosotros mismos. Esta situación pesaba como una losa sobre la comunidad, ya que nuestros deseos cho­caban con nuestros límites personales y con un am­biente donde la comunicación es difícil y reina la in­diferencia y la desconfianza. Nuestro hacer no cun­día, y la consistencia y la unidad de la comunidad se tambaleaba.
En este período de crisis hemos vivido la inmensa suerte cirros ejercicios y la presencia de Giussani. En ellos descubrí de una forma más clara que nunca que la novedad del Movimiento no es la capacidad de ac­ción frente al ambiente, es el encuentro con el acon­tecimiento de Cristo que entra en mi historia a través de esas caras alegres, y llena mi vida de significado y esperanza, liberándome del éxito frente a los demás, ya que el valor de mi experiencia no está en el aplauso de los otros, sino en sentir yo personalmente, día a día, que nuestra compañía de personas llenas de lími­tes, pero que reconocen a Cristo como centro, es ca­paz de abrirme a una vida más humana llenando de valor cada pequeño detalle.
Cristo iluminado cada cosa me permite ver el sig­nificado justo que todo ha de tener en mi vida, y los demás son el modo que tengo de encontrar esta luz en mi historia concreta.
De este crecimiento personal, de este gusto por mi propia vida, tan llena de significado y alegría, ha nacido la fuerza para su testimonio en el ambiente. Con la aceptación de los límites personales y la des­proporción de la tarea ha nacido la liberación perso­nal y comunitaria, y ha surgido la verdadera amistad y unidad.
No hemos conseguido grandes logros, pero he­mos abandonado la meseta y estamos andando cuesta arriba de nuevo. Creo que llegaremos a divisar más de lo que ahora imaginamos.
Desde Palencia-Valladolid, un abrazo
Nieves

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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