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Huellas N.2, Febrero 2007

CULTURA

Lectura

a cargo de Elena Alonso Serrano

José Miguel García
Los orígenes históricos del cristianismo
Encuentro (Madrid 2007)
pp. 352 – E 16,00


Este volumen nace de una doble experiencia del autor: la de las aulas de la Facultad de Historia de la Universidad Complutense de Madrid, donde imparte una asignatura que se llama precisamente Orígenes históricos del cristianismo, y la de la investigación en el campo de los evangelios, especialmente a partir de la hipótesis de un original arameo. Ambos campos de acción permean y dan forma a esta voluminosa obra de “síntesis”. El contenido de este libro quiere responder, en primer lugar, a la provocación que nace del contacto con universitarios que, en muchas ocasiones, no tienen una noción muy clara de lo que es el cristianismo. Es frecuente encontrarse con creyentes que reducen la fe a una cuestión ética, a una vaga filosofía o religiosidad del amor mutuo. Entre los no creyentes abundan los que separan drásticamente al Jesús de la historia, un predicador judío que pasó haciendo el bien, de la Iglesia, que habría llegado a convertir a ese predicador en un Dios, especialmente con la ayuda del emperador Constantino. Un buen número de best-sellers y de películas (véase el ejemplo de El Código Da Vinci) colaborarían a hacer difusa esta concepción.
A unos y a otros se dirige esta obra, que pretende responder a cuestiones decisivas e inaplazables: ¿Qué es el cristianismo? ¿Quién fue Jesús de Nazaret? ¿Verdaderamente hizo milagros? ¿Tuvo la pretensión de igualarse a Dios? ¿Podemos fiarnos de lo que dicen los evangelios? ¿Qué dicen las fuentes no cristianas sobre Jesús? ¿Es razonable creer el testimonio de los apóstoles sobre la resurrección? ¿Qué nexo hay entre la predicación cristiana y Jesús? Pablo ¿fue el gran apóstol de Cristo o el verdadero fundador del cristianismo? La descripción que los Hechos de los Apóstoles hace de la expansión del cristianismo ¿responde a la verdad? ¿Qué dice la historia de todo ello?
En segundo lugar, gran parte de la argumentación, especialmente aquella que se refiere a la persona histórica de Jesús tal y como se describe en los evangelios, se construye a partir de los estudios particulares sobre la gramática de los textos en los que se juegan cuestiones claves. En este punto el autor utiliza y sintetiza la investigación previa en torno al original arameo de los evangelios que él mismo, junto con otros exegetas de la llamada “Escuela de Madrid”, ha realizado y publicado en la colección “Studia Semitica Novi Testamenti”. El recurso a un original arameo resolvería las contradicciones entre los evangelios y aclararía muchos pasajes oscuros que, en los últimos dos siglos, han dado pie a poner en duda la historicidad de los textos canónicos. La estructura de la obra sigue una secuencia lógica. En primer lugar se dedican dos capítulos a estudiar el valor de las fuentes para el estudio del cristianismo que han llegado hasta nosotros, tanto las paganas y judías como las cristianas. A continuación se presentan los evangelios canónicos y su naturaleza, diferenciándolos de los evangelios apócrifos. A partir de aquí, y después de dedicar un capítulo a cuestiones de método, se pasa a estudiar el contenido de los evangelios: la predicación de Jesús, el perdón de los pecados, los milagros, el llamado “secreto mesiánico” de Marcos, el proceso contra Jesús, los relatos del sepulcro vacío y las apariciones del resucitado. Una segunda parte del libro se ocupa de los acontecimientos históricos que están detrás del libro de los Hechos de los Apóstoles y las cartas de Pablo. Se estudia así la primera expansión del cristianismo en Palestina, su difusión posterior por todo el Mediterráneo y los viajes misioneros de Pablo, afrontando cuestiones tan importantes como la hipótesis de que Pablo fue el fundador del cristianismo o las relaciones entre el cristianismo naciente y el judaísmo. El capítulo final se dedica a las relaciones entre los cristianos y el Imperio Romano, incluyendo las primeras persecuciones, sin entrar en el siglo II d.C., fecha límite que el autor se fija, por cuestiones evidentes de espacio, desde el inicio de la obra.
Como el escriba del que hablaba Jesús («todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de su arca cosas nuevas y cosas viejas», Mt 13,52), el autor combina los argumentos clásicos y fiables a favor de la historicidad de los evangelios, con el material nuevo, fruto de la investigación reciente, que aún debe pasar la criba del tiempo. En su conjunto, este libro representa una magnífica introducción para aquellos que quieren descubrir el fundamento histórico de la propia fe, así como para aquellos que, desde el desconocimiento o la curiosidad quieren saber lo que realmente el cristianismo dice de sí mismo y de la persona histórica que está en su centro.
(Ignacio Carbajosa)


Aharon Appelfeld
Badenheim 1939
Editorial Losada 2006
223 pp. – E 15,00


Badenheim, ciudad de veraneo. Año 1939. Con el buen tiempo, a la ciudad llegan los huéspedes de temporada, dispuestos a tomar el sol, oír música, comer pasteles, disfrutar de agradables veladas y observar la vida ajena con interés. Son judíos acomodados, seguros de su respetabilidad y centrados en sus pequeños dramas personales o domésticos. A su alrededor, las señales de que algo raro está pasando son evidentes: aparecen cercas y alambradas, se habla de un tren que les llevará a Polonia, el Departamento de Sanidad exige que todos los judíos se registren. «Parece que este año será muy alegre», es el comentario general. «Aún hoy en día se sigue aceptando que los judíos somos gente hábil y refinada, que tiene acumulada toda la sabiduría del mundo. Pero, ¿no es fascinante observar la facilidad con que nos engañaron? Utilizando unos trucos sencillísimos nos juntaron en guetos, nos mataron de hambre durante meses y al final nos enviaron a la muerte por vía férrea», confiesa Appelfeld a Philip Roth en la entrevista que sirve de prólogo a esta novela. Una novela amenazadora, terrible, pero al mismo tiempo llena de compasión y ternura por esas víctimas que se resisten a ver lo que está sucediendo a su alrededor.


José Jiménez Lozano
Advenimientos
Editorial Pre-textos
pp. 224 – E 17,00


El escritor abulense, Premio Cervantes en 2002, nos introduce así en su último libro: «Estas páginas recogen, tras los cuatro volúmenes anteriores de los que sólo de manera muy amplia podrían llamarse “Diarios”, y más bien “Cuadernos” del autor, las notas […] tomadas desde finales de 2001 a todo 2004. El nombre de “Advenimientos”, bajo el que se publican […], es el de la cartela que llevaba el atado de los últimos cuadernos de 2001, “Adviento y advenimientos”, significando con una pequeña ironía que en esos cuadernos se trataba de lo que “había advenido” o sucedido ya en torno al tiempo otoñal y litúrgico del Adviento. El propósito de este volumen es el mismo que el de los anteriores: el que estas pequeñas notas le sirvan al lector para sus propios pensamientos y sentires. Es decir, le “advengan”». Y, efectivamente, advienen como un dichoso encuentro que le hace a uno sentirse un poco más humano y vivo en estos tiempos de gran confusión y mudo desaliento. Experimenta el lector que «los libros se encuentran en efecto, porque se los espera, se los busca, se está vigilantes, y escuchando cualquier ruido, preguntando» (p. 190). Estamos necesitados de asideros para comprender nuestro mundo y no vernos desposeídos de esa pobre humanidad que es nuestro resorte para vivirlo. «La negación de la realidad, o la sustitución de ésta por su interpretación, está en la base de nuestra cultura y civilización de hoy, y del otro extremo cuelga esta ficción del llamado contrato social o consenso común, que es un constructo abstracto y nada que tenga que ver con la realidad tampoco. […] De aquí también una ética y una organización social de granja. Todo resuelto, y todo puede ser interpretado, además, como altamente democrático. ¿Por qué no, si la mayoría, ya acomodada a esta visión de las cosas, lo decide?» (pp. 32-33). Esta destitución de la realidad que lleva a cabo «uno de los demonios bastante parientes de Ivan [Karamazov]: el radicalismo abstracto de sus juicios, el desprecio de los hombres en su individualidad y vidas reales, la idea de la libertad como imperio del yo» (p. 38) culmina con el hacer «irrelevante la resurrección de un muerto». Alcanza semejante hondura el juicio histórico de Jiménez Lozano sobre la malversación de la razón hodierna y su «nihilismo alegre y desaprensivo». Y arroja luz sobre lo que vemos y sufrimos: «El desprecio y la irrisión de la cultura occidental, fruto venenoso de fines del siglo XIX y convertido en deportividad y distinción intelectual y artística en el tiempo de entreguerras, se ha trasmutado, luego en autoodio, una nueva modalidad de masoquismo de los bienpensantes, a quienes la vida se les ha tornado puro tedio. Así que, como ocurría en las vísperas del hundimiento de Roma, se han convertido al multiculturalismo cuya ansiada praxis sería la liquidación como sea de la civilización occidental. La autodestrucción como experiencia estética» (p. 204). La necesaria ironía para vivir, la experiencia de nuestra “trunca naturaleza”, el misterio del mal y el de la belleza, nos acompañan vigorosamente. No me queda más que dar gracias a Jiménez Lozano que, diría Cervantes, es “nada menos que un hombre” porque «todo lo que recibimos lo recibimos de alguien, y envuelto en su personalidad queda, necesitado está de que lo agradezcamos a ese alguien muy concreto. Por su enseñanza, por su comunicación, por sus cautelas, por el pensar y sentir que nos entrega, ese alguien queda atado a nuestras vidas, y debe ser nombrado cuando a nuestra vez nosotros entregamos y comunicamos» (p.175).
(Carmen Giussani)


Aharon Appelfeld
Historia
de una vida
Ed. Península 2005
pp. 192 – E 16,00


Aharon Appelfeld (Czernowitz, Rumanía, 1932) es uno de los grandes escritores israelíes de la actualidad. Deportado a un campo de concentración cuando tenía ocho años, tuvo que pasar un largo periplo de huidas durante la Segunda Guerra Mundial para acabar emigrando a Israel en 1946, lugar donde aún reside. Profesor de Literatura Hebrea en la Ben Gurion University, en Negev, es autor de más de 35 novelas, relatos y ensayos que han sido traducidos a numerosas lenguas. A lo largo de su carrera ha recibido prestigiosos premios, entre los que hay que destacar, recientemente, el Premio Médicis 2004 de Narrativa Extranjera por Historia de una vida, libro que, según el propio autor, es una confrontación con el recuerdo y la memoria para contar, más o menos imprecisamente, la propia vida. Este doloroso ejercicio de rememoración conduce al autor a una infancia marcada por el horror de la deportación a un campo de concentración nazi y por la pérdida absoluta de cualquier vínculo afectivo tras la desaparición de su familia, dos hechos que pusieron punto y final a la inocencia y a la niñez. A lo largo del propio relato, sin embargo, Appelfeld va desafiando el dolor que le supone el encuentro con sus recuerdos y desentierra aquellos que, para poder continuar viviendo, tuvo que ocultar en los pliegues más profundos de la memoria: «Cuando alguien crece sin madre se convierte en alguien más alerta respecto a los demás. Tienes que escucharlos porque dependes de ellos. En mi infancia, como cuento en Historia de una vida, me adoptaron los criminales sin saber que era judío. Vivía con ladrones y prostitutas, gente de los márgenes. Estaba en sus manos y tenía que comportarme como ellos y estudiar su naturaleza. Ésa fue mi escuela y en ella aprendí el significado de la vida. Adoptaba a padres y a madres para no ser huérfano». El autor escribe con estilo sencillo, directo y contenido, y sus reflexiones, aunque profundas, no son complicadas. Apenas adjetiva, las frases son cortas y la descripción de las imágenes y los sentimientos que lo vivido ha dejado en él resulta limpia y tersa.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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