Huellas N.2, Febrero 2007

CULTURA - EncuentroMadrid 2007

Valor para la apertura de la razón

19-21 abril, EncuentroMadrid 2007

El EncuentroMadrid, desde que celebrara su primera edición en 2003, es un espacio pensado para favorecer el diálogo. La palabra diálogo se ha devaluado en una España en la que muchos han decidido encastillarse en posiciones ideológicas que no hacen las cuentas con la realidad. Si se produce algún tipo de debate, a menudo, se reduce a un intercambio de opiniones. Pero un diálogo socialmente constructivo no puede agotarse en la formulación de ideas más o menos coherentes, tiene que nutrirse del testimonio de hombres y mujeres que se pongan en juego en primera persona sin establecer, a priori, límites a su encuentro. Requiere también una estima y una confianza en la razón.

La estima por la razón es posible, sobre todo, cuando en la experiencia cotidiana se recuperan esas exigencias elementales (de paz, justicia, libertad, bien, verdad...).que nos marcan a todos desde que nacemos. Desde hace siglos esta confianza en la razón que siempre busca respuestas para los problemas que le interesan -también para ese problema llamado Dios del que sólo se puede hablar, en raras ocasiones y en la intimidad- se ha ido desgastando. Ya sólo se considera racional lo científico o lo empíricamente verificable.

A las preguntas y respuestas sobre el sentido de la existencia, sobre el origen del cosmos o sobre el significado de la comunidad humana se las ha desterrado como bastardas de una casa de la razón que cada vez se ha hecho más estrecha. Con Benedicto XVI, ya conocido como el Papa de la razón, los promotores del EncuentroMadrid estamos convencidos de que hace falta valor para ensanchar esa casa, para no censurar el deseo de verdad y de bien, origen de nuestros intereses particulares y del interés por construir una sociedad más libre. Valor para encontrarnos con todos en la experiencia de una razón que se abre y para afrontar los retos educativos, políticos, de cohesión, de integración y de prosperidad que España tiene planteados.

“No actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios”
(Benedicto XVI)
Dios, el Señor del tiempo, no actúa arbitrariamente, sino que todas sus acciones están regidas por la razón creadora; y sólo el hombre que piensa y actúa de forma razonable puede llegar a conocerlo en plenitud. A esta fe en un Dios que actúa con «logos» se opone una fe patológica que se trata de imponer con la espada; también una razón tan exclusivista y tiránica que pretende confinar la fe en el ámbito de lo subjetivo.
Juan Manuel de Prada, ABC, 18-09-06

“Mi intención… es ampliar nuestro concepto de razón y su aplicación […] sólo lo lograremos si la razón y la fe avanzan juntas de un modo nuevo, si superamos la limitación impuesta por la razón misma a lo que es empíricamente verificable, y si una vez más generamos nuevos horizontes”
(Benedicto XVI)

“Las decisiones fundamentales sobre las relaciones entre la fe y el uso de la razón humana son parte de la fe misma”
(Benedicto XVI)

“Valor para la apertura de la razón y no negación de su grandeza”
(Benedicto XVI)
¿Por qué la modernidad ha convertido la Teología en materia de chiste? El Papa ha estado grandioso en la concisión obligada de su respuesta. La modernidad no es antiteológica por defender la Razón, sino por su afán de mantenerla bajo mínimos.(…) No es la idea de Dios lo que la modernidad no ha podido soportar, sino la idea del Dios razonable.
Jon Juaristi, ABC, 24-09-06

“En el diálogo de las culturas invitamos … a encontrar este gran logos, esta amplitud de la razón”
(Benedicto XVI)
Muchos creen que el intelectual Benedicto XVI no era consciente de los efectos posibles de su discurso. Puede que sí y pensara que reprimir verdades urgentes sólo favorece a quienes se mecen en la mentira o el miedo. Lamentar los dolores que la verdad produce no significa pedir perdón por expresarla. Ratisbona se perfila ya como el primer gran favor que Benedicto XVI nos hace desde su pontificado a todos, al islam y a Occidente.
Hermann Tertsch, El País, 19-09-06

Y todo por una interpretación errónea y precipitada de una lección magistral del papa Ratzinger en su alma máter, la Universidad de Ratisbona, en la que el Pontífice, uno de los filósofos y teólogos más eminentes de nuestro tiempo, defendía todo lo contrario de lo que se le ha acusado. Un diálogo franco y sincero entre religiones basado en la interacción del logos griego, es decir, la razón, y las cuestiones de fe. No se pueden separar razón y fe, como pretenden algunos, principalmente en Occidente, verdadero destinatario del mensaje del Papa.
Carlos Mendo, El País, 22-09-06