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Huellas N.01, Enero 2022

LIBRO DEL MES

Una sencilla súplica

Lucio Brunelli

Luigi Giussani
A través de la compañía de los creyentes
Encuentro
pp. 194 – 22 €


Qué te ha llamado la atención al leer este libro. Si vale la pena y, si es así, por qué. Esto es lo que me propusieron desde la revista Huellas. Premisa: instintivamente, soy bastante reticente a la hora de leer libros de personas que he conocido o amado a lo largo de mi vida. Creo que la palabra escrita tiene sus limitaciones, pues no puede expresar todo el impacto humano que solo era posible al “mirarle hablar”, con esa mirada que te llegaba adentro…
Pero no. Empecé a leer y no pude dejarlo. Ha sido un verdadero encuentro. Igual que estar allí, en Rímini, escuchando a don Giussani; igual que estar allí, en Galilea, delante de Jesús, identificado con aquellos primeros discípulos, porque es la misma historia, idéntica. Igual que Andrés cuando vuelve a casa esa noche, después de su primer encuentro con Jesús. Su mujer y sus hijos perciben que algo le ha pasado. Me impactó mucho el silencio de esa escena. Solo miradas. Giussani habría sido un gran guionista de cine. Luego su mujer le pregunta y Andrés, sin decir una palabra, la abraza. «Era él, ¡pero jamás la había abrazado así!».
Otra escena. Después de la resurrección de Cristo. Esta vez a orillas del lago de Tiberíades. Amanece. Después de una noche de pesca sin fruto, Pedro y los demás ven desde la barca una figura que enciende el fuego. «¡Pero ese es el Señor!». Pedro se lanza al agua y llega el primero. De nuevo aquí, silencio, solo el murmullo de las olas en la orilla y el crepitar de las brasas. Todos con un nudo en la garganta. Y Jesús lo llama por su nombre. «Simón». Él no se atreve ni a mirarlo. «Ahora me dirá: “¿Por qué me has traicionado?”». Pero no. «¿Me amas?». Sí, lo ama. «Era como si, por fin, coherencia e incoherencia pasaran a un segundo plano».
Me han llamado la atención tantas cosas. Incluso los puntos exclamativos y las alusiones implícitas. En estos Ejercicios espirituales marcados por su enfermedad, me ha emocionado esa reflexión inédita sobre la misericordia como corazón del misterio de Dios. Más que el perdón, también inconcebible para la razón, «con cierta proporción entre errores y castigos». La misericordia en cambio puede parecer hasta injusta, «desproporcionada». ¿Cómo vamos a pensar nosotros, mezquinos como somos, en poder imitar a Dios misericordioso? «Del dicho al hecho hay por medio el pedir». Esa oración, como un mendigo, siempre es posible. «No se trata de una osadía bastarda; es una súplica real, sencilla como la de un niño consciente, que fuera consciente».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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