Va al contenido

Huellas N.11, Diciembre 2021

LA HISTORIA

«Un pecador mirado por el Señor»

El guardia de una cárcel argentina decide llevar a su lugar de trabajo la exposición sobre Bergoglio titulada “Gestos y palabras: una presencial original”. Tras compartir la muestra con los presos, escribe esto:

Atravesar una pandemia mundial no fue fácil pero atravesarla en un contexto de encierro fue realmente difícil. ¿Cómo vivir todo esto en una cárcel? Cuando la realidad pone de manifiesto la intensidad de las preguntas se hace más fuerte la cuestión de qué es lo que sostiene nuestra vida, qué es lo que da esperanza, cómo seguir viviendo.
Y en medio de tanta oscuridad, en medio de la crisis sanitaria, surge un hecho imponente, la imagen del papa Francisco rezando solo en San Pedro, bajo la lluvia, llevando una cruz. Impactante. Pero no la lleva solo, yo también le ayudo, todos estamos con él. Me surge otra idea que comienza a tomar forma. Si lo que yo sigo me ayuda a levantarme por las mañanas y mirar las cosas de un modo nuevo de tal forma que no pesan tanto, ¿cómo no compartirlo con los demás, especialmente con los que sufren?
Primero lo comento con un amigo, pues sin ayuda hubiera sido imposible embarcarme en esta iniciativa. Me dicen: «¿Una exposición? ¿En la cárcel? ¿Estás loco?». «¿Por qué no?», respondo sin dudar. «¡También estamos en el mundo!».
Llegó así el día tan esperado. Se arma la estructura, participan los guardias, la seguridad. Un montón de detalles a tener en cuenta. Toca comenzar pero ese día llueve torrencialmente y el que tenía que hacer de guía cae enfermo. ¿Suspendemos? ¿Comenzamos? ¡Ninguna duda! Si llegamos hasta acá… la guío yo mismo. Me dirijo al lugar y ya encuentro a algunos internos esperando. Son ocho y están cursando la escuela primaria. Comenzamos el recorrido.
Un interno vuelve sobre uno de los paneles y le dice al otro: «Ven, mira, fíjate en lo que dice de los pecadores». Y comienza a leerlo en voz alta. Claro, no todos saben leer.
Después llegan los que están cursando secundaria, son una decena. Noto que miran mi uniforme así que arriesgo y les digo: «No miren mi uniforme, no me miren a mí, miren la muestra, escuchen el mensaje que transmite». Les pido que no sean prejuiciosos como lo soy yo. Llegamos al panel en el que se reflejan los años de oscuridad del Papa en Córdoba y uno espontáneamente exclama: «¡Mirad! ¡El Papa casi estuvo preso! ¡Como nosotros!». El asombro es la constante en todos los internos que se acercan a la muestra.
Llegamos al cuadro de la Virgen. La Virgen nos protege. «Hay que dejar pelear a Dios por nosotros y la Virgen es el refugio en los momentos más oscuros», les digo. «¿Acaso no se han encontrado solos en la celda en los momentos de oscuridad?», les pregunto. Asienten con la cabeza y en silencio. Se impone el silencio. Algo está sucediendo. Unos minutos después, uno pregunta: «¿Puedo anotar lo que dicen los paneles? Quiero llevarme algunas frases». Comienzan a sentarse en el piso y a anotar en silencio las frases que más les impactan. Parecen chicos en una escuela. Se escucha al guardia decir: «Listo, muchachos, ya está, hay que irse», pero todos tratan de robar un minuto más para seguir copiando frases, para llevarse algo de lo que está pasando.
Tomé el recaudo de llevar algunos ejemplares de la revista Huellas y se los ofrecí cuando se marchaban. Se amontonan para recibir una y algunos piden ejemplares adicionales «para los otros pibes».
Mismo asombro, mismo silencio en todos los grupos. A los de secundaria les hago una descripción de la Basílica de Aparecida y miran asombrados las imágenes y el video. Reaccionan con exclamaciones diversas: «¡Qué hermoso!» «¡Mirad eso!». Ojos abiertos clavados en las imágenes, silencio, concentración para escuchar las palabras. Ya se están yendo, se me acerca uno de los más mayores, tal vez de unos 60 años y, sin decir nada, me aprieta la mano fuerte y asiente con la cabeza como diciendo «gracias». Atino a decir: «Gracias por venir».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

Vuelve al inicio de página