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Huellas N., Octubre 1983

ACTUALIDAD

Presente y futuro de la educación en España

Marina Lindon/Andrés Bahón

* La LODE es un proyecto de ley socialista de educación enormemente polémico.
* Para la Iglesia es importantísima la educación cristiana.
* La identidad cristiana de la escuela está amenazada en este proyec­to de ley.
* Se va a proporcionar a todo niño español un puesto escolar, pero será un puesto escolar en el que los padres no van a poder elegir el tipo de educación que ellos quieren para sus hijos.
* En este proyecto de ley todo lo que suene a valores, a formación del hombre, a educación, se ha sacado fuera de ella.

El gobierno socialista que preside Felipe González, a propuesta del Ministerio de Educación José María Maravall, ha aprobado el 6 de julio de 1983 el proyecto de Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE), que ha remitido a las Cortes para su tramitación parlamentaria. Los grupos políticos han tenido la oportunidad de presentar enmiendas desde el 1 al 26 de septiembre.
Ante los grupos sociales, la LODE es un proyecto socialista de educación enormemente polémico, por no respetar derechos y libertades fun­damentales, vigentes en la Europa li­bre y querer imponer a media España las ideas laicas sobre educación de la otra media.
Es por lo que a los redacto­res de Nueva Tierra les ha parecido interesante preguntarle al P. Santia­go Martín Jiménez, Secretario General de la Federación Española de Religio­sos de Enseñanza (FERE) sobre el al­cance de esta ley.

1. ¿Cuál es la posicion de la Iglesia ante el problema global de la edu­cación?
Para la Iglesia es importan­tísima la educación cristiana. A par­tir del Concilio Vaticano II, donde se acepta el hecho de la separación Iglesia y Estado, donde se ve que ningún partido político encarna el ideal de lo que propone la Iglesia católica, hay una tendencia a descon­fesionalizarlo todo, partidos políti­cos y sindicatos. Y, sin embargo, hay una ruptura en la tendencia que siguen los padres del Concilio Vatica­no II cuando hablan de la escuela; los obispos reunidos recalcan en la Declaración sobre la educación cris­tiana de la juventud, la importancia de la escuela en los tiempos modernos. Hablan de la escuela pública, dedican algunos párrafos a la escuela católi­ca y se muestran absolutamente firmes en defender la confesionalidad de la escuela; porque están viendo que en un mundo plural y secular como éste, si queremos formar al hombre cristia­no, hace falta hacerlo desde la juven­tud, educarlo en el diálogo fe-cultu­ra, de tal manera que llegue a una visión cristiana de toda la realidad.
La identidad cristiana de la escuela está amenazada en este proyecto de ley. No es un problema de monjas y frailes. Afecta a dere­chos y libertades fundamentales reco­gidos en la Declaración universal de los Derechos del Hombre. La Iglesia está cada vez más preocupada porque ve todo lo que se juega en el terreno de la enseñanza.

2. ¿En qué medida afecta la LODE a la reivindicación de la libertad de enseñanza que viene insistente­mente haciendo la Iglesia?
El problema fundamental de la libertad de enseñanza en España es que nunca se la ha comprendido realmente. Tradicionalmente ha habido una incapacidad para descubrir el al­cance y el sentido de lo que esta libertad significa. Quizá ha influido que durante siglos era católica la escuela estatal. Concretamente en el ámbito político español, el centro y la derecha no saben lo que quieren en materia educativa, se mueven por motivaciones económicas inmediatas Y no apuestan a medio y largo plazo, como hacen las fuerzas de la izquier­da y las fuerzas que de alguna manera quieren barrer la cultura cristiana y reducirla al ámbito de la concien­cia, hablando ya de una cultura post­cristiana, de una nueva ética cívica.
Yo creo que los cristianos tenemos que manifestarnos como somos, sin complejos, porque somos herederos de una riquísima tradición católica y la Iglesia no solamente se vive en el interior de la conciencia y en la sacristía; se vive también en la pla­za. Decía el Papa en su viaje por España que toda fe plenamente vivida genera cultura. La cultura española no se puede comprender sin la fe cristiana, y a su vez una cultura cristiana es mediación para la fe.
Los valores cristianos es­tán perdiendo vigencia y los cris­tianos estamos cruzados de brazos. No hay una reacción de la sociedad española, una sociedad en la que es­tán bautizados el 98% de sus miembros.
Y va a suceder lo mismo con la escuela cristiana si no esta­mos muy atentos, porque esta futura ley contiene una trampa tremenda. E­fectivamente, se va a proporcionar a todo niño español un puesto escolar, pero será un puesto escolar en el que los padres no van a poder elegir el tipo de educación que ellos quie­ren para sus hijos, se les va a ofrecer el tipo de educación que eli­ja el grupo de personas que ahora ocupa el poder, y desde luego, el tipo de educación que ellos defienden es laica, de valores éticos propios de una sociedad postcristiana, donde se eleva a norma moral la opinión de la mayoría.

3. El Partido Socialista no ha dicho expresamente que no vaya a haber clases de religión para aquellos alumnos cuyos padres las pidan, ¿Cómo podemos interpretar esto si sabemos que este partido defiende una escuela pública laica?
Este proyecto de ley de mo­mento respeta lo que está en la Cons­titución: que los padres puedan ele­gir una clase de religión para sus hijos en la escuela pública. El Parti­do Socialista es un partido laico y su ideal es una escuela pública lai­ca. Sin embargo, en la Constitución de 1978, cede en el aspecto del lai­cismo de la escuela, pero con una intención estratégica: de momento no plantea el problema, permite que en la escuela pública haya una clase de religión para los alumnos cuyos pa­dres la deseen, pero no acepta los acuerdos Iglesia-Estado en materia de enseñanza. De momento parece respetar las clases de religión, pero fomenta la clase de ética; en la reforma de enseñanza media hay un intento de sustituir la clase de religión por la llamada "Educación para la convi­vencia", que estaría dentro del hora­rio normal, y la clase de religión para los que la quisieran, se daría fuera del horario escolar.
Y tengamos en cuenta que la clase de religión voluntaria está aceptada por la mayoría de los pa­dres españoles. Durante tres años se ha sometido casi "a referendum" al comienzo del curso, y como promedio el 95% de los padres de familia que tienen a sus hijos en EGB y más de un 80% que los tienen en institutos y centros de Formación Profesional, quieren una clase de religión para ellos. Esto es muy importante, porque ni la propia Iglesia esperaba que la sociedad española fuera a responder así y por supuesto, los partidos de izquierda nunca pudieron soñar con una respuesta tan masiva de los pa­dres de familia.
Por otra parte, como conse­cuencia de la neutralidad del estado español, y aunque está dicho que el profesor tiene que respetar la con­ciencia de los alumnos, esto no siem­pre se cumple en una sociedad que está en vías de asentamiento democrá­tico y donde no siempre se respeta el principio de autoridad.
En la escuela pública mu­chas cosas que están mandadas no se hacen, por ejemplo, muchos padres eli­gen clase de religión para sus hijos; pero después hay maestros que no dan esa clase de religión y es preciso buscar profesores del mismo centro, u otros que no pertenecen a él, que estén dispuestos a impartirla.

4. Pero está claro que el problema no se reduce a una o dos clases de religión a la semana, eso no soluciona el problema de una forma­ción cristiana...
Efectivamente, la formación cristiana de la persona no son solo unas clases de religión; en muchos países se considera que una escuela bien formada debe tener un proyecto pedagógico, un proyecto de hombre pa­ra que a través de todas las asignaturas, se llegue a la realización de esa persona que se busca.
En los Centros cristianos aspiramos a algo más que la clase de religión dos horas a la semana. Aspi­ramos a que, a través de las demás materias, se inculque una visión cris­tiana de la existencia.
Si analizamos este proyec­to de ley, una cosa que llama mucho la atención es que todo lo que suene a valores, a formación del hom­bre, a educación, se ha sacado fuera de ella. Para los redactores de la ley, la escuela está sólo para trans­mitir saberes; se ha cambiado la pala­bra "maestro", "profesor" por la de "enseñante".

5. ¿Qué nos puede decir de cómo plantea la LODE el tema de la participa­ción en la escuela?
Este proyecto de ley imita un proyecto de Consejos Escolares que existe en Italia. Se implanta en esta ley la participación escolar, que en principio es buena, pero cuando se hace de ella el eje fundamental con olvido de los fines de la educa­ción, hay una perversión en el plan­teamiento. Lo que debería ser un me­dio se convierte en un fin. El tipo de participación que se nos presenta en esta ley no es una participación normal, sino autogestionaria, que tan malos resultados ha dado en Italia, dando lugar a una politización enorme de la escuela pública y bajando los niveles de calidad. Y todos estos peligros los podemos tener en España si nos dejamos llevar de nuestro ta­lante mediterráneo.

6. Por último ¿En qué modo afectará la LODE a los centros privados?
En España el 38% de los alumnos acuden a centros privados, y de esos, un 24% a centros llamados de Iglesia, que están dirigidos por congregaciones religiosas, por parro­quias, diócesis, etc.
Este proyecto de ley para los centros privados es un golpe du­ro. Evita todo aliciente a la crea­ción de nuevos centros en España, y lo que tendría que ser un instrumen­to para la libertad de enseñanza, (hacer posible a los padres de fami­lia de recursos económicos bajos, la elección del tipo de educación que ellos quieren para sus hijos), se va a emplear para "nacionalizar" los cen­tros y transformarlos en escuelas pú­blicas.
Y por lo que respecta al ideario de los centros privados, lo que los socialistas llaman carácter propio, se va a intentar subordi­narlo a la libertad de cátedra la libertad del profesor para exponer sus ideas, incluso aunque vayan en contra del ideario, que es el que da identidad a un centro.
Se darán unos recursos escasos, se fomentará la participación escolar, del modo autogestionario que hemos dicho, se está pensando en unas comisiones de distribución de alumnos... En definitiva, no se va a respetar la voluntad de los padres de familia, de educar a sus hijos según ellos quieran, es el Estado el que va a proporcionar un puesto escolar y el tipo de Educación.

7. Dinos unas últimas palabras a to­dos aquellos cristianos que nos interesamos por el futuro de la educación en España.
Uno de los proble­mas que tenemos los españoles es que no tenemos vida asociativa, tenemos alergia al movimiento asociativo. ¿Có­mo vamos a hacer acto de presencia en la sociedad española como indivi­duos? Así no hay nada que hacer.
Deberíamos tomar ejemplo del fecundo movimiento asociativo cristiano que se da en otros países, como por ejemplo en Italia.
Todos los que nos preocupa­mos por el futuro cristiano de España tenemos que dar muchísima importancia al problema de la enseñanza. A través de ella nos estamos jugando los valo­res religiosos... No podemos estar impa­sibles, ausentes de esta problemática acuciante que se nos viene enci­ma este otoño.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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