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Huellas N.3, Marzo 2007

SOCIEDAD - Benedicto XVI / Dentro de la realidad

Diálogo / 2

Gianni Riotta

La verdadera paz requiere la justicia, para corregir las desigualdades económicas y los desórdenes políticos, que siempre son factores de tensiones y amenazas en toda la sociedad. El desarrollo reciente del terrorismo y la evolución de ciertos conflictos regionales, por otra parte, han puesto de manifiesto la necesidad de respetar las decisiones de las instituciones internacionales, más aún, de sostenerlas, dotándolas en particular de medios eficaces para prevenir los conflictos y para mantener, gracias a fuerzas de interposición, zonas de neutralidad entre los beligerantes. Sin embargo, esto sigue siendo insuficiente si no se llega al verdadero diálogo, es decir, a la concertación entre las exigencias de las partes implicadas, con el fin de llegar a soluciones políticas aceptables y duraderas, que respeten a las personas y a los pueblos. (...) Apelo una vez más (...) a la vigilancia de la comunidad internacional para que no renuncie a su responsabilidad y realice todos los esfuerzos necesarios para promover, entre todas las partes implicadas, el diálogo, el único medio que permite asegurar el respeto a los demás, aun salvaguardando los intereses legítimos y rechazando el uso de la violencia. Como escribí en mi primer Mensaje para la Jornada mundial de la paz, «la verdad de la paz llama a todos a cultivar relaciones fecundas y sinceras, estimula a buscar y recorrer el camino del perdón y la reconciliación, a ser transparentes en las negociaciones y fieles a la palabra dada» (1 de enero de 2006).
(Encuentro con el Cuerpo diplomático acreditado en la República de Turquía, Ankara, 28 de noviembre de 2006)


Gianni Riotta
(Director del telediario Tg1-RAI)
Un experto en comunicación observa: «Juan Pablo II era un Papa de gestos, aparecía ante la muchedumbre de los fieles, abría los brazos y bastaba con una cámara para difundir su mensaje. Benedicto XVI comunica por conceptos, es teólogo, un estudioso: y los medios de comunicación globales tienen dificultades para interpretarlo».
La clave de la comunicación del papa Ratzinger se halla en el abandono trabajoso de la dialéctica de la post ilustración. Adorno decía que la razón ilustrada, después de Auschwitz, ponía de manifiesto un desierto en donde ni siquiera la poesía tenía ya lugar. Y su colega Horkheimer hablaba de crítica de la tolerancia, concepto demasiado mecánico para gobernar el mundo de hoy, en donde las identidades se multiplican y se enfrentan y no pueden, a juicio de la vieja Escuela de Frankfurt, ser lubricadas únicamente a base de tolerancia.
La forma de actuar del papa Ratzinger, con respecto a la del papa Wojtyla, viene dictada por los nuevos tiempos. Juan Pablo II actuó en el contexto de la guerra fría, sufrida primero y después resuelta. Benedicto XVI actúa en la confusa transición de las promesas sostenidas a finales del siglo XX a la dura realidad del surgimiento del fundamentalismo islámico y de las guerras de identidad. Un momento en el que el enfrentamiento de civilizaciones preconizado por el profesor Huntington amenaza con convertirse en una profecía que se realiza en el momento en que es planteada. Porque resulta claro que el enfrentamiento no se produce entre dos “civilizaciones”, sino entre quien asume el diálogo como instrumento de resolución de los roces y quien tiene en cambio el diálogo como objetivo.
El llamamiento del Papa a la paz, incluso cuando la diplomacia no puede encargarse de ella porque está apresada por la lógica de las armas –véase Waziristán– funciona como dique moral: no existe guerra, aunque sea necesaria, que no desangre también al que la empuña con vistas al bien y a la legitimidad internacional. Terminamos donde empezamos, es decir, en el lugar de los medios de comunicación: si Benedicto XVI invita a la comunicación a dar no sólo las noticias sino también el contexto de las mismas, evoca la crítica a estos medios del neoilustrado y contemporáneo alemán Habermas. Habermas, en un ensayo muy reciente, se declara de acuerdo. Porque el diálogo es el camino de la paz, pero los medios de comunicación globales son su recorrido.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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