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Huellas N.06, Junio 2021

LIBROS PARA EL VERANO

Nada se nos debe

Sabina Gerardi

Cesare Pavese
El oficio de vivir
Seix Barral
pp. 432 - € 19,50


«De quien no está dispuesto –no digo a sacrificarte su sangre, que es cosa fulmínea y fácil– sino a unirse a ti para toda la vida (es decir, a renovar cada día su entrega), no deberías aceptar ni un cigarrillo». Leo en voz alta esta frase de Pavese, tomada de El oficio de vivir, y la clase se queda sin aliento, como paralizada por la comparación entre sus relaciones cotidianas y este nivel de totalidad. Es el mismo contragolpe que yo sentí en la universidad, que despertó mi curiosidad por profundizar en este autor.
Pavese desborda, descoloca, nos provoca. Leyendo El oficio de vivir, su diario desde 1935 –año de su destierro– hasta poquísimos días antes de suicidarse (agosto de 1950), entramos en diálogo, tropezando continuamente en giros inesperados, con una persona que tiende completamente a buscarse a sí mismo, en la creación artística, en el amor, en definitiva en la vida. Un diálogo infinito que, abriendo el libro por cualquier página al azar, te fulmina con una inteligencia existencial desgarradora. Anotaciones, reflexiones, encuentros que nos ponen delante de nuestro dolor, de la belleza, del misterio de las cosas y de nuestro corazón, siempre, inexorablemente, a la espera. «Qué grande es el pensamiento de que verdaderamente nada se nos debe. ¿Alguien nos ha prometido nunca nada? Y, entonces, ¿por qué lo esperamos?». Esto surge justo después de la decepción de un gran amor, como si el dolor fuera una lente de aumento para mirar profundamente la naturaleza del propio deseo, donde la relación con “los otros” –la mujer, el amigo– se intuye como camino obligado para descubrirse a sí mismo. «El misterio es por qué no nos basta escrutar y beber en nosotros y necesitamos recuperarnos de los otros».
Misterio. Tal vez sea una de las palabras clave más recurrentes, pues Pavese arranca siempre a partir del encuentro con la realidad, delante de la cual palidece toda imaginación posible. «La fantasía humana es inmensamente más pobre que la realidad»; una realidad a la que el escritor intenta anclarse desesperadamente para captar su secreto, como cuando intuye, mediante el filtro del proceso creativo, que «hay que buscar una sola cosa para encontrar muchas en ella».
Leyendo El oficio de vivir dan ganas de llamarle por su nombre, Cesare, casi como ofreciéndole nuestra compañía, y de darle las gracias por el grito con que invoca cada día un nuevo inicio. «La única alegría del mundo es comenzar. Es bello vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante». Dan ganas de buscar junto a él esa «sola cosa» capaz de volver a llenar la vida de «carne y sangre».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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