Huellas N., Noviembre 1982

IGLESIA

Resonancias distintas desde Toledo

Isabel Moreno. Militante A.C.

Soy una de las muchas personas que estuvo en Toledo para oír de viva voz al Santo Padre hablar del Apostolado Seglar.
Una de las cosas que me llamó la aten­ción antes de la llegada del Papa, fue un grupo de chicos y chicas que esta­ban allí desde las 10 de la noche anterior para coger buen sitio, tenían frío y cansancio, pero estaban con ilusión. Uno dijo: "Yo vengo a ver al Papa pero no voy a Misa" me dio pena y pensé, iCuánto hay que hacer y quizás no lo hacemos porque nos faltan fuerzas¡

Entre las muchas cosas importantes que dijo el Papa (que fueron todas) me llamó la atención ésta: "El apostolado asociado resulta fundamental para des­pertar y fortalecer la presencia cris­tiana en los diversos ambientes de la sociedad". También lo dice el vaticano II en el Decreto de Apostolado Seglar nº 18.

Cuando veía a tantos jóvenes en Toledo y en el Bernabéu me preguntaba, ¿cuán­to podrían hacer todos estos jóvenes juntos por el Reino de Cristo?

Yo soy una entusiasta del apostolado a saciado, llevo toda mi vida en la A.C. y cada día estoy más contenta, ¿en cuántos momentos no habría quedado en la cuneta de no haber sido por estar uni­da?

Termino con unas ideas del Papa a los seglares:
"Somos Iglesia y tenemos que demostrarlo en una abierta colaboración con la comunidad parroquial."
"Tenemos que ser santos en un apostolado unido, original y creador."
"El apostolado asociado resulta fundamental muchos son los grupos que hay en la Iglesia."

***
Esperábamos la venida del Papa con mu­cha ilusión. Estaba todo el seminario revuelto preparando y arreglando cosas.
Pero las cosas no salieron como se pensaba; estaba prevista una recepción en el patio donde todos los seminaristas le recibiríamos con canciones y demás folklore, pero por un fallo de organi­zación llegó antes que nosotros.
Sólo le vimos 2 minutos; entró en la capilla, se arrodilló para orar, fue hacia los micrófonos y dijo textualmente: "Me encomiendo a vuestras oraciones. Adios-"
Y Juan Pablo II se fue del seminario.
Nos dejó a todos desilusionados, con un sentimiento de desánimo absoluto. ¿por qué se había mostrado tan frío?¿Por qué esa falta de cariño en un hombre qué es todo amor?
Yo también estaba desilusionado, pero empecé a reflexionar. No podía haber sido de otra forma: era necesario que a nosotros, los seminaristas, nos ne­gara una sonrisa, una palabra cariño­sa o un contacto personal. Ya fue bastante alojarse en nuestra casa y encomendarse a nuestras oraciones. Su sonrisa la guardó para volcarse con los segovianos y hablarles de la fe.
Ha valido la pena la frialdad de Juan Pablo ante nosotros. Hemos sacado mu­cho fruto de esta visita y nos alegramos de que no haya salido como nosotras queríamos; hemos aprendido todos una gran lección de humildad.

Un Seminarista de Toledo