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Huellas N., Noviembre 1982

IGLESIA

Testimonio de un padre de familia a nueva tierra (sobre el día de la familia)

Jesús González Prado*

Trazó el camino con pulso firme. Nítidos los contornos, clara y directa la luz que le ilumina.
No hay claroscuros, no hay penumbras, no quedan recovecos para poder ocul­tarse ni matorrales que faciliten el "camuflaje".
Está claro. Muy claro. Todos podemos aprender sin esfuerzo, cómo se crea, cómo se desarrolla, cómo se vive en plenitud la familia en cristiano.
Es un mensaje joven. Para jóvenes. Un mensaje directo, absolutamente claro.
No le busquéis limitaciones, componendas, transacciones, transigencias, concesiones ni condicionales, porque no los tiene. Si alguien cree encon­trarlos, sucede simplemente que no ha querido entender el mensaje.
Si, es muy fácil de entender. Por eso es tan valiente. La Palabra de Cristo siempre es valiente, siempre es joven, abierta, dura en la exigencia.
Se necesita todo el vigor de un alma joven para vivir el mensaje del Papa Juan Pablo a las familias.
Vale la pena vivirlo. Vosotros PODEIS.

CERCA DEL PAPA O LA BUSQUEDA DE LA VERDAD
Paradójicamente. He estado cerca del Papa en este viaje a España. En marc­has forzadas de avión, helicóptero, autobús para estar a tiempo donde iba a estar el Papa. Y sin embargo iban a ser otros, especialmente la TV, los que después nos iban a dar, al final de la jornada, mil detalles nuevos, gestos, panorámicas. Y con todo esa presencia personal, aún pe­queña y parcial, ha sido algo precio­so e inolvidable.

Y pensaba en las palabras que el Papa nos dirigió a los representantes de Medios de Comunicación Social el día 2 de noviembre. Puede ser imposi­ble una "objetividad completa y total" en los Medios de Comunicación (y, añadiría yo, en cualquier aspecto de la vida) pero sí es posible "la lucha por dar con la verdad".

Al leer al día siguiente crónicas y artículos de quien habían estado viendo y oyendo lo mismo pensaba en esas "claudicaciones" de que nos hablaba el Papa. ¡Cuánto cuesta y, y a veces, qué cara se paga esa lucha por dar con la verdad! ¡Cuánto hay, para de­cirlo con palabras del Papa, de "fal­so prestigio, de interés personal, político, económico o de grupo"
¡Cuánto hay de prejuicios, de manipu­laciones en ese servicio del informa­dor, del periodista! Ser "incorrupti­bles" ante la verdad, en la búsqueda de la verdad, qué gran principio prác­tico para todos, y más para los cris­tianos. Y qué de consecuencias a la hora de leer un periódico, ver una película, oír la radio o ver la TV.

Amar a la verdad. Tenemos que leer despacio el libro de la Sabiduría. y Jesús nos decía que sólo los limpios de corazón verán a Dios.

*Director Agencia Prensa Asociada

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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