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Huellas N., Mayo 1983

ACTUALIDAD

Para entender el trabajo

Jósef Tischner

El caballo uncido al carro, el camello que transporta una carga, el pe­rro atado a la puerta de una casa no en­tienden y no deben entender lo que hacen, el hombre que llagara a encontrarse en una situación semejante sí debiera entender todo eso.
El trabajo del hombre se dis­tingue del simple empleo de fuerza trabajadora de los animales por el hecho de que está fundado sobre la facultad de la razón y por la razón viene determinado. La comprensión del trabajo es parte de la esencia del trabajo. El trabajo que pierde significado deja de ser trabajo.
Profundizando en el sentido del trabajo descubrimos que en el hay un elemento específicamente humano: la "laboriosidad" del trabajo; el trabajo es manifestación de la laboriosidad, Y la laboriosidad es ante todo una virtud moral y no sólo fuerza (como lo quiere la teoría marxista).
Son preocupantes las consecu­encias de la "lógica de la fuerza", que describe el trabajo como lucha del hom­bre con las fuerzas de la naturaleza y con el otro hombre. Allí donde hay lucha hay enemigos, y existe el peligro de la esclavitud y de la muerte. Pero el tra­bajo exige algo diametralmente opuesto: la paz, la comprensión y la confianza, la colaboración recíproca entre los hombres.
La lógica del trabajo es una lógica de comunión y no una lógica de contrastes. La esencia del trabajo no consiste en la realización de la fuer­za, sino en la realización de una for­ma de comprensión del hombre con el hombre. Lo que sobre todo llama la aten­ción en el fenómeno del trabajo es su comprensibilidad. El trabajo es comprensión.
No podemos sin embargo omitir aquí otro aspecto del trabajo: su historicidad. El trabajo está sometido a continuas transformaciones históricas: di­versamente trabajaban nuestros antepasados, diversamente trabajamos nosotros. El tiempo de la historia confiere al trabajo un carácter profundamente dramático. El drama del trabajo está unido es­trechamente con las transformaciones de la concepción del trabajo. Simplifican­do: una cosa era considerado el trabajo en un tiempo, y otra cosa es hoy. Esto se refleja muy a menudo de un modo trágico en la mente de los trabajadores. Las transformaciones en el ámbito de la con­cepción del trabajo se deben principal­mente a dos factores: el desarrollo de la ciencia y el desarrollo de la ética.
Echemos una mirada breve sobre uno y otro. La ciencia influye sobre el desarrollo de los instrumentos del trabajo, sobre el ensanchamiento del campo de las materias primas, sobre la multiplicación de las fuentes de energía.
Menos tenido en cuenta, y sin embargo a menudo más esencial es el influjo­ de la ética sobre el desarrollo del trabajo. El trabajo abre a los hombres la posibilidad de unirse en diversas comunidades de trabajo. La ética indica los valores ético que deben servir a las diversas co­munidades de trabajo (comunidad de médi­cos, de escritores, de trabajadores de la comunicación, etc.). Cada trabajo" sirve al mantenimiento y al desarrollo de la vida. Pero al mismo tiempo sirve a los valores que determinan el nivel y estilo de vida.
El proceso que regula el trabajo exige que en una determinada sociedad se reconozcan determinados valores éticos: la justicia, la igualdad, la verdad.
El carácter dramático del traba­jo hace ciertamente que la realidad obje­tiva del trabajo sea mayor que su comprensión por parte de los hombres. El trabajo resulta a partir de un cierto punto y para un cierto grupo de personas un fenómeno incomprensible. De esta manera comienza la crisis del trabajo. Esta crisis puede te­ner varios orígenes: puede derivarse del progreso de la técnica o de las transfor­maciones en el ámbito de la sensibilidad ética. La crisis que se deriva de la téc­nica tiene sus efectos sobre las formas de trabajo anticuadas. Por el contrario la crisis causada por el progreso ético da origen a la conciencia de sentirse explo­tados. Muy a menudo ambas desgracias apare­cen en el mundo juntas.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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