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Huellas N., Marzo 1983

IGLESIA

El Papa en Centroamerica: un viaje nada turistico

J. Antonio Diego

De forma sorprendente, en una entrevista a la Tv france­sa, el presidente de Guatemala, afirmaba que el viaje del Papa a Centroamérica era simplemente de turismo... Y, declaraba esto, justo después de haber ordenado el fusilamiento de 6 jóvenes, como expresión de su "puño de acero"; afirmando más tarde que no creía en Dios porque él "abrazaba a Dios".
Puede ser ésta una imagen plástica de la situación general de Centroamérica, situación que no desconocía el Papa y sobre la cual ha podido tomar su propia impresión.
NUEVA TIERRA os ofrece una selección de sus palabras en estas tierras donde en cada sitio ha dicho aquello que debía decir. Queda ahora la esperanza de que en estos países cambien las cosas. El problema es querer.
Han sido ocho días de peregrinación alrededor de dos temas fundamentales: la paz y reconciliación de los pueblos y la unidad de la Iglesia. Ocho días de viaje difícil y arriesgado.
No, señor presidente de Guatemala, no ha sido un vulgar viaje turístico.


En COSTA RICA, el llamado oasis de paz y prosperidad.
"Vengo por el deber que siento de avivar la luz de la fe en pueblos que ya creen en Jesucristo... Ha reso­nado con acento de urgencia en mi espíritu el clamor desgarrado que se eleva desde estas tierras y que invo­ca la paz, el final de la guerra y de las muertes violentas que implora reconciliación".
"La Iglesia nos exhorta a ocuparnos no sólo de las cosas del Espíritu sino también de las realidades de este mundo... a comprometernos en la eliminación de la injusticia, a traba­jar por la paz... a promover la digni­dad del hombre, a sentirnos responsa­bles de pobres, enfermos, marginados... ''

NICARAGUA donde la dictadura ha dado paso al totalitarismo sandinista.
Con un pueblo muy religioso pero una Iglesia muy desunida, entre otras co­sas por la iniciativa sandinista de crear una "Iglesia popular". Y donde la Misa celebrada por el Papa pasará a la historia como reflejo de una situación totalmente injusta y manipu­lada:
"No tenéis necesidad de ideologías ajenas a vuestra condición cristiana para amar y defender al hombre"
"Cuando el cristiano prefiere cual­quier otra doctrina o ideología a la enseñanza de los apóstoles y de la Iglesia... cuando se instalan magiste­rios paralelos, se impide a la Igle­sia el ejercicio de su misión de sacramento de unidad para todos los hombres".

PANAMA: la base militar USA más firme.
"El cristiano auténtico, siempre, aún a riesgo de convertirse en signo de contradicción, ha de saber elegir bi­en las opiniones prácticas que están de acuerdo con su fe... dirá sí a la vida y al amor indisoluble, sí a la estabilidad de la familia, sí a a la convivencia legítima que fomenta la comunión y favorece la educación equi­librada de los hijos".

Al llegar a EL SALVADOR
Un país desgarrado por la guerra ci­vil, donde la Iglesia sale en defensa de los más pobres y de los derechos humanos pisoteados tanto por la gue­rrilla como por la represión: "No es el plan original de Dios que el hombre sea enemigo, lobo para el hombre, sino su hermano: el designio de Dios no revela la dialéctica del enfrentamiento, sino la del amor sacado de esa roca espiritual que es Cristo... Basta de violencia... Es urgente sepultar la violencia que tan­tas víctimas está cobrando en esta y otras naciones".

En GUATEMALA
Sometida a un dictadura filonorteame­ricana, en estado de guerra, donde el Estado para evitar la "revolución importada" extermina poblaciones de indios y donde la Iglesia es margina­da y perseguida:
"La Iglesia ha alzado y sigue alzando su voz para condenar injusticias, pa­ra denunciar atropellos... voz no al­zada en nombre de ideologías, sean del signo que fueren, sino en nombre de Jesucristo, de su evangelio, de su mensaje de amor, paz, justicia, verdad y libertad... Cómo proclamar el mandamiento nuevo sin promover, mediante la justicia y la paz, el verdadero, el auténtico crecimiento del hombre".

En HONDURAS, país paupérrimo
Con una acentuada militarización, pe­ro con una Iglesia unida, al celebrar la consagración a María de Centroamé­rica:
"Acoger plenamente a la Virgen, es acoger las enseñanzas de Jesús. Por eso hemos de rechazar todo lo que es contrario al Evangelio: odio, violen­cia, injusticias... No se puede invo­car a la Virgen como madre, despreci­ando o maltratando a sus hijos".

En HAITI, sometida a una dictadura:
"La Iglesia ha afrontado aquí con valor las duras realidades actuales: la división, la injusticia, las desi­gualdades excesivas, el hambre, el miedo de muchos... En este terreno, la Iglesia tiene una misión proféti­ca, inseparable de su misión religio­sa y pide la libertad de cumplirla".
Y, despidiéndose de esas tierras el Papa decía:
"Me he acercado a ellos con una pala­bra de invitación al cambio de actitu­des interiores que hagan conocer el camino hacia la paz, en la justicia y en la dignidad; con una palabra de aliento y de esperanza que aun puede prevalecer en los corazones asolados por el dolor y la violencia".
Estas son unas breves pinceladas de este viaje por la paz y que los indios guatemaltecos agradecían gri­tando: " ¡Gracias por venir a nuestro rancho!"

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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