Las palabras de Javier Prades, responsable de CL en España, recapitulan en la clausura la experiencia de todos los que han participado en Encuentromadrid 2007
Monseñor Cañizares nos ha recordado que estamos esperando a un nuevo San Benito, es decir, que necesitamos crear espacios donde se pueda vivir la verdad sobre el hombre. Lo que más ayudará a una convivencia social pacífica y provechosa es aprender a hacer un uso de la razón y de la libertad capaz de afrontar los retos por un lado del laicismo occidental y por otro del islam, a partir del encuentro providencial entre la razón griega y la fe bíblica del que el Papa Benedicto XVI habló en Ratisbona.
De esa lección venía el lema del Encuentromadrid 2007. Leo la frase más completa: «Sólo así seremos capaces de entablar un auténtico diálogo entre las culturas y las religiones, del cual tenemos urgente necesidad [...] Una razón que sea sorda a lo divino y relegue la religión al ámbito de las subculturas, es incapaz de entrar en el diálogo de las culturas. [...] Occidente, desde hace mucho, está amenazado por esta aversión a los interrogantes fundamentales de su razón, y así sólo puede sufrir una gran pérdida. La valentía para abrirse a la amplitud de la razón, y no la negación de su grandeza, es el programa con el que una teología comprometida en la reflexión sobre la fe bíblica entra en el debate de nuestro tiempo».
Recordemos la invitación de Julián Carrón al comienzo del curso, a propósito de este texto: no se trata simplemente de aplaudir al Papa sino de verificar continuamente si el modo con el que nosotros usamos la razón está abierto a toda su amplitud, a no permanecer en una medida que nosotros imponemos a la realidad sino a recogerla en toda su grandeza.
* Este era el lema del Encuentromadrid 2007 y lo hemos propuesto en estos días, de manera especial a los voluntarios que han trabajado aquí, para que pudiéramos comprobarlo. ¿Qué hemos visto? Debemos partir siempre de los hechos, de las cosas reales que han sucedido ante nuestros ojos –no queremos ser visionarios–, muchas cosas ante los ojos de todos, y quizá muchas más ante los ojos de cada uno. Por limitarme a las cosas que hemos visto todos, a algunas de las más relevantes:
Un político, Jaime Mayor Oreja, que ha testimoniado su dedicación a la vida política en el País Vasco, en España y en Europa como un camino en el que ha ido madurando, con una disponibilidad para aprender siempre algo nuevo. Y que nos ha ofrecido una lectura de la realidad, en particular del mal llamado proceso de paz donde pretenden converger el proyecto político de ETA y el de Zapatero, a partir de la información disponible y a partir de una hipótesis unitaria que nace de su experiencia con ETA en el País Vasco, capaz de ordenar y dar significado a los datos. Por eso puede transmitir confianza y proponer una interpretación de lo que está sucediendo convincente. E invitarnos a sacudirnos no sólo el miedo físico que ellos han experimentado tantas veces sino también lo que llamó el miedo reverencial a una mentalidad dominante en los medios y en tantos ámbitos de la vida cotidiana.
Hemos visto también a un periodista muy importante en Irlanda, John Waters, que ha denunciado la falsa tolerancia de la mentalidad progresista y sobre todo, la autocensura que se interioriza fácilmente por el control de los editores. El impacto con la realidad, en las expresiones más elementales de la experiencia humana –por ejemplo, el nacimiento de su hija– le permitió redescubrir una pregunta más honda, una exigencia de justicia y verdad más profunda, infinita. En ese punto la ideología le dejó solo y empezó a redescubrir que las ideas de la Iglesia tenían que ver con lo que había experimentado. Encontrando los textos de don Giussani ha comprendido que frente a una concepción de Dios externa, formalista, la relación con Dios es profundamente personal y tiene que ver con todo lo mío. Que afirmar la existencia de Dios no es una superstición sino una más profunda racionalidad. Ha aludido a los dos capítulos clave de El Sentido Religioso: la desproporción estructural (capítulo V) y la evidencia elemental de la realidad como dada y atractiva (capítulo X), que describen una concepción de la religiosidad humana: vivir intensamente lo real. Esto es peligroso para los progres.
* Vienen a la memoria enseguida las palabras de Benedicto XVI en San Pedro: «la original intuición pedagógica de Comunión y Liberación consiste en volver a proponer, de modo fascinante y en sintonía con la cultura contemporánea, el acontecimiento cristiano, percibido como fuente de nuevos valores y capaz de orientar toda la existencia». Vienen a la memoria igualmente sus palabras sobre don Giussani cuando decía: «herido por el deseo de la belleza, pero no de una belleza cualquiera. Buscaba la Belleza misma, la Belleza infinita que encontró en Cristo». Esa belleza se ha manifestado aquí de manera excepcional con un músico, un violinista armenio y su grupo de cámara, dotado de un envidiable dominio de la técnica instrumental y una humanidad todavía más grande, capaz de encandilar a los niños, y a todos nosotros, tocando en este salón a oscuras y haciendo hablar a su violín con una belleza irresistible. Y se ha manifestado en la belleza que despierta nuestro planeta, la Tierra, cuando nos damos cuenta de que es una morada para el hombre, como nos ha enseñado la exposición de la Asociación Universitas.
* Hemos visto la sucesión de encuentros del ámbito CdO, con personas tan queridas y admiradas como Lorenzo Crosta o Mauro Inzoli, que nos han dado testimonio de la caridad cristiana en el trabajo con minusválidos físicos y psíquicos y en la acogida o adopción de niños en las familias. A este pequeño e incompleto catálogo de actos se pueden sumar todos los demás eventos, y la serie de encuentros, relaciones personales que se han tejido como una verdadera red de amistad y de afecto en estos días.
El Papa terminó en Roma invitándonos «a continuar por este camino, con una fe profunda, personalizada y sólidamente enraizada en el Cuerpo vivo de Cristo, la Iglesia, que garantiza la contemporaneidad de Jesús con nosotros». La celebración del Encuentromadrid 2007 no termina en una complacencia sobre nosotros mismos, sino en una urgencia por seguir comunicando a todos esta belleza, este gusto por la apertura de la razón hasta el Fundamento último de todas las cosas, esta manera de entender el trabajo, la familia, la política que sólo pueden nacer de la Presencia buena del Misterio, de Cristo vivo y presente en su Cuerpo que es la Iglesia.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón