Siendo fiel a sus anteriores filmes ( "El proceso de Burgos" y "La fuga de Segovia"), Imanol Uribe nos ofrece en esta película una historia con un gran trasfondo político. A pesar de que él y muchos críticos de moda lo nieguen. Pero ese es el problema.
Bajo el problema humano (un joven farmacéutico que descubre y asume sus tendencia homosexuales) se nos va mostrando, sutilmente, la aparente cotidianidad vasca: la lucha abertzale, la violencia oficializada, el tradicionalismo ciego y egoísta de la clase burguesa, la contundencia policial, etc ... Y así, tras una interceptación noble y natural de Imanol Arias, de una producción y realización muy dignas, y con una fotografía y exteriores simplemente maravillosos, nos ofrecen aspectos parciales -pero muy vendibles hoy en día -del pueblo vasco... y logran enmascarar la confusión de intenciones y objetivos que la película propone.
La película tiene aspectos interesantes, pero aún cuenta con gran cantidad de prejuicios actuales sobre la realidad vasca y creo que no contenta ni a unos ni a otros. Desde luego a los que no somos vascos "La muerte de Mikel" nos aporta poco... y nos confunde mucho.
El tema de la homosexualidad vuelve a ser tapadera de la verdadera preocupación humana: su libertad y su plena realización. ¡Se ha perdido una buena oportunidad de hacer una gran película sobre ese gran pueblo que es el vasco! Pero el cine vasco no está sino empezando.
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