Hace pocas semanas ha sido reelegido Presidente de la Conferencia Episcopal D. Gabino Díaz Merchán. Los medios de comunicación social han prestado a la Asamblea de los obispos españoles una atención inusitada, si atendemos al escaso interés -nulo en algunos medios- que presta hoy en día la prensa española a los asuntos religiosos, Un ejemplo: la agencia EFE, la mayor y más influyente de España, con un gran campo de acción en Hispanoamérica, ha suprimido recientemente la sección de Religión. La información religiosa pasará a formar parte de una sección denominada "Sociedad" donde, entre otras cosas, se cuentan los cotilleos de los famosos, Así, los medios abonados a EFE recibirán, bajo el mismo epígrafe, la noticia del bautizo del hijo de la Pantoja y el Comunicado de la Conferencia Episcopal sobre el terrorismo, el paro... Sin comentarios. Otro ejemplo, más aireado, es el del cese de Paloma Gómez Borrero como corresponsal en el Vaticano, mera anécdota personal ante la importancia del hecho de la supresión de esta corresponsalía: algo nos quieren ocultar.
Existe, está claro, una gran despreocupación por todo lo religioso en los medios informativos. De repente, sin embargo, han parecido olvidarlo, y han informado ampliamente sobre la reciente Asamblea del Episcopado. Las páginas que habitualmente ocupaban los parlamentarios han aparecido durante unos días con los rostros de algunos obispos; pero lo titulares no respondían, ciertamente, al espíritu de la elección. Términos como "presidenciables", "candidaturas", "sector progresista", "Candidato del Vaticano", de origen inequívocamente político, han caracterizado las informaciones sobre estas elecciones, que, como decía Monseñor Díaz Merchán, "se pueden comprender, mejor que desde la política, desde la óptica de la corresponsabilidad eclesial".
No era pues, su espíritu religioso, ni su importancia, lo que convertía en noticia a la Asamblea, sino su "implicación" política. No preocupa la enseñanza de los obispos españoles a los católicos, sino su acercamiento o alejamiento a posturas ideológicas en temas actuales ( léase LODE, aborto... ).
La Conferencia Episcopal no tiene, sin embargo, otros matices políticos que aquellos que se empeñen en colgarle.
Las conferencias episcopales quedaron establecidas en el Concilio Vaticano II. En España se constituyó en 1966, si bien existía anteriormente una Conferencia de Metropolitanos, presidida por el Cardenal Primado.
La Conferencia, que agrupa a todos los Obispos españoles, tiene como fin el servicio a la fe de los españoles; esto, que es tan ambiguo, se pretende mediante la colaboración de los obispos y su consecución en unas obras conjuntas en favor de los cristianos.
Existen en la Conferencia una Comisión Permanente, formada por el Presidente, el Vicepresidente, el Secretario General y catorce comisiones episcopales, que se reparten las responsabilidades del servicio a la comunidad eclesial. Otros órganos de la Conferencia son el Consejo de Economía, la Junta Asesora Jurídica y la Comisión de Reestructuración de límites diocesanos.
Cada tres años se realizan las elecciones para la remoción de los cargos, donde todos los obispos son electores y elegibles; no se presentan candidaturas, ni hay programas electorales. Cada cargo puede ser ocupado por una sola persona durante tres trienios.
No son, pues, unas elecciones políticas. La importancia de esta Asamblea, a pesar de los medios de comunicación, está en otro lugar.
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