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Huellas N., Abril 1984

IGLESIA

Prensa, conferencia episcopal, verdad...

Julio Bravo García

Hace pocas semanas ha sido reelegido Presidente de la Conferencia Episcopal D. Gabino Díaz Merchán. Los medios de comunicación social han prestado a la Asamblea de los obispos españoles una atención inusitada, si atendemos al escaso interés -nulo en algunos medios- que presta hoy en día la prensa española a los asuntos religiosos, Un ejemplo: la agencia EFE, la mayor y más influyente de España, con un gran campo de acción en Hispanoamérica, ha suprimido re­cientemente la sección de Religión. La información religiosa pasará a for­mar parte de una sección denominada "Sociedad" donde, entre otras cosas, se cuentan los cotilleos de los famo­sos, Así, los medios abonados a EFE recibirán, bajo el mismo epígrafe, la noticia del bautizo del hijo de la Pantoja y el Comunicado de la Conferencia Episcopal sobre el terro­rismo, el paro... Sin comentarios. Otro ejemplo, más aireado, es el del cese de Paloma Gómez Borrero como corresponsal en el Vaticano, mera a­nécdota personal ante la importancia del hecho de la supresión de esta corresponsalía: algo nos quieren ocul­tar.
Existe, está claro, una gran despreocupación por todo lo reli­gioso en los medios informativos. De repente, sin embargo, han parecido olvidarlo, y han informado amplia­mente sobre la reciente Asamblea del Episcopado. Las páginas que habitual­mente ocupaban los parlamentarios han aparecido durante unos días con los rostros de algunos obispos; pero lo titulares no respondían, ciertamen­te, al espíritu de la elección. Térmi­nos como "presidenciables", "candida­turas", "sector progresista", "Candi­dato del Vaticano", de origen inequí­vocamente político, han caracterizado las informaciones sobre estas eleccio­nes, que, como decía Monseñor Díaz Merchán, "se pueden comprender, mejor que desde la política, desde la ópti­ca de la corresponsabilidad eclesial".
No era pues, su espíritu religioso, ni su importancia, lo que convertía en noticia a la Asamblea, sino su "implicación" política. No preocupa la enseñanza de los obispos españoles a los católicos, sino su acercamiento o alejamiento a posturas ideológicas en temas actuales ( léase LODE, aborto... ).
La Conferencia Episcopal no tiene, sin embargo, otros matices po­líticos que aquellos que se empeñen en colgarle.
Las conferencias episcopa­les quedaron establecidas en el Conci­lio Vaticano II. En España se cons­tituyó en 1966, si bien existía ante­riormente una Conferencia de Metropo­litanos, presidida por el Cardenal Primado.
La Conferencia, que agrupa a todos los Obispos españoles, tiene como fin el servicio a la fe de los españoles; esto, que es tan ambiguo, se pretende mediante la colaboración de los obispos y su consecución en unas obras conjuntas en favor de los cristianos.
Existen en la Conferencia una Comisión Permanente, formada por el Presidente, el Vicepresidente, el Secretario General y catorce comi­siones episcopales, que se reparten las responsabilidades del servicio a la comunidad eclesial. Otros órganos de la Conferencia son el Consejo de Economía, la Junta Asesora Jurídica y la Comisión de Reestructuración de límites diocesanos.
Cada tres años se realizan las elecciones para la remoción de los cargos, donde todos los obispos son electores y elegibles; no se pre­sentan candidaturas, ni hay programas electorales. Cada cargo puede ser ocu­pado por una sola persona durante tres trienios.
No son, pues, unas eleccio­nes políticas. La importancia de esta Asamblea, a pesar de los medios de comunicación, está en otro lugar.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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