Los hermanitos de Jesús
"El Evangelio me enseñó que el primer mandamiento consiste en amar a Dios con todo mi corazón, y que hacía falta encerrarLo todo en el amor; todos saben que el amor tiene por efecto la imitación. No me sentía destinado a la imitación de su vida pública en la predicación: por, tanto, debía imitar, la vida escondida del humilde obrero de Nazaret"
Carlos de Foucauld
La vida del padre Carlos de Foucauld estuvo marcada por la contradicción. ¿Cómo sería posible, en medio de la solicitud de las necesidades cotidianas de sus hermanos los hombres, la vocación de un contemplativo? En su cabaña del desierto, vivió la sed de entregarse sin descanso a la oración, acaparado sin embargo por la compañía de los tuaregs que constantemente asaltaban su simbólica clausura. Sabía que debía construir y asimilar una regla basada en la adoración, y mientras, se vio entregado a la elaboración de un diccionario, interrumpido sin cesar en su trabajo por las necesidades más variadas de sus visitantes. ¿Acaso no debía ser tan pequeño y abordable como el que en nada se distinguió de cualquier habitante de Nazaret?.
El P. Foucauld murió en esta imitación perfecta del Jesús oscuro; su asesinato parece el fracaso de una vida que no deja tras de sí ningún éxito. La fundación de los Hermanitos de Jesús habría de ser el fruto de su fracaso. Pero semejante contradicción es la profecía de lo que las comunidades que hoy dirige el P. Voillaume encarnan como trabajadores en medio de las clases obreras más humildes del mundo.
"Una de las principales objeciones que suelen hacerse a nuestro modo de vida era que el cansancio, el ruido con que se acompaña la mayor parte del tiempo, así como la pesadez del espíritu, provocada por un esfuerzo físico penoso y prolongado, parecían quitar toda posibilidad de auténtica vida de oración (...) ya comprendéis hasta qué punto es grave esta cuestión no sólo para nosotros sino para millones de pobres gentes, de humildes trabajadores, sujetos a una labor a menudo agotadora para poder vivir (...) Dios nos acuciaba hacia una participación cada vez más completa en el destino de los pobres, y al mismo tiempo profundizaba en nuestras almas el sentido de nuestra vocación a la oración(...) los pobres no pueden meditar. No están dispuestos para ello, no poseen la cultura requerida, no conocen el mecanismo de la meditación, o bien están demasiado cansados. (...) Pero sí podréis, a fuerza de valor perseverante, y por medio de actos de fe y de amor, sencillos y desnudos, si podréis poneros delante de Dios y esperarle, abriéndole el fondo de vuestro ser tal como es." (P. Voillaume)
"La adoración que brota de un corazón completamente disponible para el prójimo, es la verdadera y pura adoración" (Carlos de Foucauld)
Los hermanitos viven como podría hacerlo cualquier familia trabajadora. El centro de su vida de oración es el Sacramentado, que comparte con cuatro o cinco de ellos el espacio de algún piso barato en un barrio obrero, o la sencilla cabaña de un poblado africano; el resto lo llenan las preocupaciones y la jornada laboral de un bracero, de un operario industrial, o de un pescador en alta mar, y la amistad que se engendra por la participación de un mismo destino y una misma labor, transfigurada en el amor cristiano.
Su atuendo según el lugar podrá ser desde la sencilla vestimenta al uso allí donde se encuentren al simple y tradicional hábito de religioso. Ni tan siquiera su régimen de vida puede ser explicitado sino como un total sometimiento, a la luz de una ascesis cristiana a las condiciones que su situación les permita crear.
Una vida consagrada de esta manera a la contemplación en medio de los caminos recorridos por cualquier hombre en la tarea diaria tiene un valor de signo a la hora de esbozar lo que puede ser una vida cristiana "en el corazón de las masas" Ayuda a comprender la dimensión profunda del trabajo humano, el sentido del sufrimiento; enseña a entregarse al riesgo del que depende de sus fuerzas físicas para mantenerse y a hacerlo con sentido providente; revela la posibilidad de una nueva forma de relación y diálogo en el seno de toda actividad humana. En palabras de Voillaume: "Es de este modo como colocamos en el centro de nuestra alma lo esencial del drama que se representa en este momento dentro de la Cristiandad para vivirlo en espíritu de reparación y para desenlazarlo dentro de toda la luz del reino de Jesús sobre la tierra"
Para un acercamiento a la congregación de Hermanitos de Jesús, fundados por René Voillaume según el espíritu de Carlos de Foucauld, puedes acudir a las siguientes obras:
- "Escritos espirituales de Carlos de Foucauld" Ed. Studium René Bazín.
- "En el corazón de las masas" Ed. Studium. René Voillaume.
- "Dos bailarines en la pista. Carlos de Foucauld". Ed. Paulinas. Charles Lepetit.
- "Carlos de Foucauld. Itinerario espiritual". Ed. Herder, J.F.Six.
- "El mensaje espiritual de Carlos de Foucauld" Ed, Sal Terrae, Luige Burriello.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón