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Huellas N., Abril 1984

EL COMPROMISO SOCIOECONÓMICO DEL CRISTIANO

El compromiso socioeconómico del cristiano

Enrique Menéndez Ureña*

Hasta que no entró en Occidente la conciencia de una posible transformación libremente buscada y querida de sistemas enteros de con­vivencia social, el horizonte ético del cristiano se limitaba nece­sariamente en el campo social a lo que podríamos llamar de una manera sencilla "ejercicio de la justicia y de la caridad en la vida cotidiana". Hoy día, en cambio, la responsa­bilidad ética del cristiano ha de extenderse hasta su actividad políti­ca y socioeconómica, comprometiéndose en la medida de sus fuerzas y posibi­lidades por la transformación de las estructuras sociales hacia una reali­zación cada vez más real de las exi­gencias evangélicas. Todo esto, natu­ralmente, sin abandonar por ello lo que hemos llamado "ejercicio de la justicia y de la caridad en la vida cotidiana".
La esperanza cristiana de una nueva tierra y un nuevo cielo lleva a una actitud crítica frente a una sociedad vieja y llena de injus­ticias y de falsas adoraciones. Sólo al final de la vida y de la historia habrán sido vencidas definitivamente todas las manifestaciones del pecado: la miseria, la enfermedad, la opre­sión y la esclavitud, el odio y la mentira, la guerra y el hambre... Pero el cristiano tiene que vivir su vida constantemente entregado a la tarea de hacer ya esta historia, esta sociedad en la que está inmerso y de la que es parcialmente responsable, lo más cercana posible a la luz y al amor que brillarán con la resurrec­ción universal, anticipada ya realmen­te en nuestra historia en la resurrec­ción de Jesucristo, el Hijo de Dios.
Ahora bien, ¿qué tipo con­creto de actuación puede tener el cristiano en su compromiso socioeconómico? Lo primero que ha de hacer el cristiano es algo tan fácil de decir como difícil de practicar. Ha de predicar con su vida que encuen­tra su realización personal en el servicio a sus hermanos; ha de ser lo suficientemente libre y fuerte co­mo para poner la justicia y el amor por encima del egoísmo deshumani­zante, del odio y de la indiferencia; ha de resistirse a que se adueñe de él, en su vida diaria, el ansia consu­mista, de manera que su rostro brille más ante un acto de amor desin­teresado que ante la compra de un nuevo modelo de automóvil. Esta trans­formación personal de los individuos que componen una sociedad concreta es más importante para el cambio es­tructural, que una actuación directa sobre esas mismas estructuras.
Sin embargo también la actuación directa sobre las estructu­ras socioeconómicas es necesaria, y los cristianos, en su conjunto, han de hacer aquí su propia aportación. Los cristianos tendrían que promover y potenciar equipos y centros de estu­dio económico y político, en donde expertos se enfrentasen con los gran­des problemas de la actual crisis económica mundial y de la actual cri­sis de la misma ciencia económica, hasta llegar a la elaboración de diag­nósticos y propuestas concretas. Y todo esto alentado por los grandes ideales evangélicos.
Es claro que las dos tareas que acabo de señalar deberían ser emprendidas también por todo ciudada­no humanista, aunque no fuera creyente. Lo verdaderamente específico del cristiano en el empeño comprometido en esas tareas estaría, a mi modo de ver, en la intrínseca inseparabili­dad con que el cristiano ha de entre­garse a la transformación política y económica de la sociedad y, a la vez, a la predicación y vivencia prác­tica de su fe en el Dios crucificado y resucitado, y de la esperanza esca­tológica a El asociada. El cristiano ha de saber entregarse plenamente a la tarea de la transformación social imbuido de la paciencia de la cruz. Así conservará su propia identidad cristiana y, a la vez, su vida tendrá una nada despreciable relevancia huma­nizadora de una sociedad que necesita ser sanada en sus personas y en sus estructuras objetivas.

*Enrique Menéndez Ureña es jesuita. Doctor en Economía, Filosofía y Teología. Actualmente es profesor en la Universidad Pontificia de Comillas. Ha publicado varios libros sobre temas diversos de filosofía política y teoría social.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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