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Huellas N., Febrero 1982

TEXTOS

Libros. El premio "Cervantes" para Octavio Paz

Octavio Paz recibió, el pasado 23 de Noviembre, respaldado por diversas Academias de Hispanoamérica, el premio Cervantes de Literatura 1981, de manos del Ministro de Cultura. Este premio no se otorga por un título en especial, como hasta ahora estamos acostumbrados, sino por la totalidad de la obra aparecida de un autor, va­lorando la calidad y trayectoria de su labor literaria. Es, en suma, el mayor ga­lardón de las letras hispanas.
Paz nació en Mixcoac D.F. en 1914. Estudió en la Universidad Nacional; más tarde se dedicó a la literatura y a la diplomacia. Toda su evolución humana y política se nos muestra en "EL OGRO FILANTROPICO" y en "POSDATA", que recogen varios ensa­yos.
En su juventud se confesó leninista, como lo hicieron muchos autores sudamerica­nos, pero tras la matanza ordenada por el gobierno mexicano en Tlatelolco abando­nó la diplomacia y renegó del marxismo totalitario. A partir de entonces sus ensayos políticos adquieren una inusitada madurez, por lo que ha sido atacado por los mercenarios soviéticos de la literatura iberoamericana acusándole de reaccionario y derechizante.
Su poesía es tachada de demasiado intelectual, sin embargo no por esto pierde su valor y entre las preferidas por Paz destaca "LADERA ESTE".
En resumen, Paz ha escrito más de 45 obras y es leído en más de diez idiomas; ha sido premiado seis veces en convocatorias de importancia.
Su obra está editada casi por completo en "Seix Barral". Es un autor que vale la pena tener en la biblioteca, y en especial los títulos de su última etapa creadora (los ya citados anteriormente).
I. Tobaruela


EL SILENCIO DE MARIA
I. Larrañaga, Ed. Paulinas, 1977
(242 págs.)
Este libro continúa la línea de espiritualidad del autor, centrándose esta vez en la figura de la Virgen y anali­zando su actitud ante los misterios de su Hijo: Silencio reverente ante las palabras de Simeón, ante el aparente desprecio de Cristo en las bodas de Caná... y principalmente en los grandes momentos en que la voluntad de Dios parecía inexplicable en la Anunciación; en la huida a Egipto y, sobre todo, en la Cruz, silencio supremo de la Madre. Pero este silencio apoyó la obra de Cristo, en la oración y la meditación. Y es que María supo escuchar la voz de Dios, lo único importante. Y se dejó amar por Dios, lo cual, aunque no nos parezca, es más difícil que amarle.
Una parte importante del libro está dedicada a recordarnos que tenemos una Madre, que Jesús nos entregó en la persona de San Juan. ¿y que no nos dará Dios con la intercesión de una Madre así?
Termino con una pequeña oración a María que hace el autor:
"Madre del Silencio y de la Humildad, haznos comprender que el silencio no es desinterés por los hermanos, sino fuente de energía e irradiación; no es replie­gue sino despliegue; y que, para derramar riquezas, es necesario acumularlas. Haznos comprender que el apostolado sin silencio es alienación; y que el silen­cio sin apostolado es comodidad."
Rosa Peribañez


EL SEÑOR DE LOS ANILLOS
J.R.R. Tolkien
Ediciones Minotauro, 2a Ed. 1979
(3 vols.)
Aunque hace ya algunos años que ha hecho furor entre los universitarios, nunca es tarde para recomendar la lectura del SEÑOR DE LOS ANILLOS, porque lo que este libro puede decirnos no depende de la moda más o menos fugaz de los grandes best-sellers.
Después de las primeras paginas -en las que se avanza despacio, porque son necesarias frecuentes consultas al mapa de la Tierra Media que permitan situar la avalancha de nombres de personas y lugares -el lector va siendo progresivamente atrapado por el encanto de los personajes y el ritmo de la narración, y llega un momento en que desea no detenerse para conocer cuan­to antes el destino de los hobbits y sus compañeros; sin embargo, al aca­bar el libro se suele tener la sensa­ción de que se ha leído demasiado de­prisa.
Hay que destacar también la tensión entre la narración deliciosa de la aventura -a medio camino entre las gran­des epopeyas mitológicas y las gestas heroicas medievales -y el contenido que se va desprendiendo paulatinamente de la lectura: el canto a la amistad y, sobre todo, a la fidelidad, que son las únicas armas con que los hobbits podrán cumplir su misión frente a los peligros y fuerzas muy superiores a las suyas. La Tierra Medía y todos sus personajes son una creación mara­villosa de la fantasía y de la imagi­nación y, sin embargo, en ellos está presente de algún modo, todo lo que nuestras vidas tienen de más real. En las relaciones de los personajes -seguramente los hobbits son los más "humanos" entre los magos poderosos y valientes guerreros -podemos descubrir los rasgos de grandeza y de mezquindad que se encuentran en los hombres de nuestro momento. En medio de tanto ca­tastrofismo EL SEÑOR DE LOS ANILLOS abre una puerta a la esperanza.
J. Prades


POESIAS DE CATULO
Prólogo, texto, traducción y notas de Juan Petit. Edic. bilíngue. El Bardo,7 Amelia Romero, Editor. Barcelona 1981
Si hay un poeta del ayer lejano, vivo y compartido, ese es el veronés Cayo Catulo, amador tenaz, amigo fiel, zaheridor de nobles e innobles, cantor de talla. Eruditos o no, se acercan a su verso lancinante, a su verbo traspasado de calideces, con fruición y provecho. La colección El Bardo, que dirige Carlos Sahagún nos ofrece ahora la oportunidad de vol­ver a adentrarnos en esta obra vigorosa y sugestiva, con la reedición que hace de ella, prolongada, traducida minu­ciosamente anotada por Juan Petit. Vio este volumen la luz en 1974; abría en­tonces la serie "Los libros de la fron­tera", y editaba José Batlló; es Amelia Romero quien edita ahora, pero lo importante es que el esfuerzo ingente de Petit encuentre nuevo eco, nuevo cauce de difusión, nuevos lectores. Petit ve en los poemas de Catulo, especialmente en los yámbicos o mélicos y en los epigramas, "bajo todos los atavíos helenizantes, a un italiano apasionado e impulsivo, lleno de vida e ingenio". Un italiano que -permítasenos la expre­sión -pasó de muchas cosas, pero que, cuando miró hacia el futuro, soñó (¿qué creador no lo hace?) con quedar. Emociona, en el poema LXVIII, su tributo de gratitud a Melio, mas también comprobar su afán de que "el curso de los siglos olvidadizos... no cubra de ciegas tinieblas" cuanto escribió: "Pero os lo diré a vosotras (diosas): vosotras decídselo después a muchos millares, y ha­ced que, viejo, este papel siga hablando" Sigue hablando, en verdad, y a muchos más hombres de los que él mismo pudo soñar.


¡CUIDADO CON ASIMOV!
Sí, cuidado; cuidado con una de sus últimas narraciones en especial, en la que ha demostrado que lo suyo no es la novela policíaca. Me refiero a "ASESINATO EN LA CONVENCIÓN", donde el genio desbordante de­ Asirmov en relatos de ciencia-ficción, en ensayos científicos y mucho menos en algunos tanteos de ensayos históricos que no han producido la esperada reacción, se ha ahogado en una chabacanería sin igual. Cabe preguntarse si "el ritmo frenético (frenéticamente aburrido), "cargado de sagacidad" (folletínesco mejor) e "ironía" (digamos de mal gusto) con que le presenta Bruguera en su colección naranja es "realista" o tan sólo una maniobra publicitaria.
CONCLUSIÓN: Antes de leer mala literatura extranjera, leed literatu­ra castellana; y si de todas formas queréis algo de este autor, bus­cadlo en la ciencia ficción, que a pesar de todo se está convirtien­do en una pésima novela de "nuevas caballerías". ¡Cuidado, cuidado con Asimov!
I. Tobaruela


 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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