Huellas N., Febrero 1982

COLABORACIONES

Una sonrisa merece nuestro esfuerzo

Durante el curso 80-81, en la lejana América, un cerebro entró en ebullición; a la llegada a España del mencionado cerebro, y como consecuencia del fenómeno citado, revolucionó a todo aquel que pudo. ¿Dónde comenzó su labor? En Ávila.

Esto era una broma.
En Ávila, dedicamos el último día del cursillo a proyectar algunas cosas para intentar realizarlas este curso: (reformar el formato y fondo de la revista, organizar coloquios para universitarios, preparación de actos conmemorativos del Centenario de Santa Teresa, dedicación a los demás, etc.)
Cuando se habló del apartado "Acción Social", para poder ser más concretos, nos centramos en una realidad que co­nocíamos un poco. Decidimos que po­dríamos ampliar el apoyo que, hasta entonces, prestábamos a las colabora­doras de Madre Teresa, en su Comedor "Madre de la Alegría", en Leganés.
Este apoyo hoy, consiste:
- Operación kilo. - Está funcionando en parroquias, colegios y universidad. Gracias a este trabajo se ha podido dar a las familias una "cesta de Navidad", bolsas de víveres. También se están atendiendo a más familias y con menos apuros.
- La recogida de ropa y calzado está haciendo que algunos niños y personas adultas, no pasen tanto frío este in­vierno. Algún niño no tendrá que ir en día de frío con sandalias.
- Una de las grandes preocupaciones consiste en poder conseguir un local un poco más adecuado. El que se ha adquirido no se puede utilizar. Hay personas trabajando en este asunto.
Pendiente de la consecución de este local, tenemos otro plan; dar de meren­dar diariamente a los niños y ayudarles en sus estudios, en una de nuestras reuniones llegamos a la conclusión de que esto era una gran necesidad. Cuando la casa esté a nuestra disposición hay algunas personas que se han ofrecido para este trabajo; de todas maneras hacen
falta algunas más.
Las personas que nos dedicamos a aten­der, un ratito a los niños, las tardes de los domingos hasta ahora, sólo les damos de merendar y poco más. Aunque, en estas semanas, hemos apreciado la gran necesidad de cariño y atención que tienen; saberlo es sólo un pequeño paso, pero paso al fin y al cabo. Por otro lado la confianza y el cariño no se improvisan, a no ser que sean fingidos, sino que nacen con el tiempo, el trato y el esfuerzo.
Los terceros domingos de mes tenemos una reunión, en la cual hablamos de lo que vamos haciendo, de lo que se nos ocurre que se podía hacer, tomamos con­tacto los que trabajamos en lo mismo, rezamos juntos.
Hemos escrito esto para que:
- los que no sabíais nada, os vaya sonando,
- los que conocíais el asunto, sepáis lo que estamos haciendo,
- y los que estéis interesados en ello os pongáis en contacto con nosotros.

Nosotros por nuestro lado, no ignoramos que todos, sólos o en grupos, unos cen­trados en ello, otros compartiéndolo con otras actividades; unos en la oscuridad, otros con más publicidad; pero al fin todos, todos, estamos empeñados en la misma labor, que no es otra que amar al prójimo como Cristo nos mandó.