Como ya habíamos anunciado en el número anterior de nuestra revista, estuvimos una semana de vacaciones en Aguilar junto con un grupo de amigos italianos, y regresamos con algunas noticias que comunicaros.
Muchos de nosotros fuimos para verificar la experiencia que habíamos realizado durante el año, y otros con intención de vivirla por primera vez. Tanto unos como otros alcanzamos los objetivos que nos habíamos propuesto: hubo de todo y para todos, desde momentos serios como los ratos de oración juntos, el comentario de libros y de películas, nuestras visitas al románico palentino y a los conventos cercanos, hasta los momentos de diversión, que abarcaban desde el baño matutino en el pantano hasta las fiestas por las noches, pasando por juegos playeros, canciones, excursiones y bromas (algunos acabaron con una ducha imprevista).
Como broche final tuvimos una asamblea en la que expusimos lo que habían significado para nosotros estas vacaciones; las palabras dichas allí nos llenaron de esperanza para seguir nuestro camino.
Aunque nuestras nacionalidades y niveles de estudio eran muy distintos, no supusieron ningún obstáculo para que todas estas actividades se llevaran a cabo en un ambiente de amistad, alegría y comprensión.
Descubrimos que para pasarlo fenomenal no hacen falta grandes montajes, sino capacidad de disfrutar la vida y una compañía que viva tu misma fe.
Hemos comprobado que unas vacaciones así vividas nos llenan mucho más y nos ayudan a crecer como personas.
Esperamos que estas vacaciones se repitan de nuevo.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón