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Huellas N.6, Junio 2007

PRIMER PLANO - Debate

La verdadera historia de la bandera de la UE

Mario Mauro

Cada pueblo y organización política tiene una bandera como símbolo que de su identidad colectiva. Europa se reconoce por la bandera azul con doce estrellas que ondea en todos nuestros edificios públicos y en las matrículas de nuestros coches. La bandera, adoptada por el Consejo de Europa en 1955, fue confirmada como símbolo de la Unión Europea en el Tratado constitucional firmado en Roma el 29 de octubre de 2004, y rechazado más tarde mediante referéndum en Francia y Holanda.
No todos lo saben, pero la referencia al cristianismo está presente en la Constitución Europea precisamente en el que es su símbolo por excelencia, la bandera, porque esas doce estrellas proceden del culto a la Virgen María y no están vinculadas al número de Estados que pertenecen a la Unión. El origen de la bandera de las doce estrellas es objeto de una mistificación orquestada desde el interior de las instituciones comunitarias. Basta con visitar la página oficial de la UE para leer que «El círculo de estrellas doradas representa la solidaridad y la armonía entre los pueblos de Europa» o que «En distintas tradiciones doce es un número simbólico que representa la integridad». La página de la UE continúa su explicación afirmando que «aunque también es, por supuesto, el número de meses del año y el número de horas que aparecen en la esfera del reloj. El círculo es, entre otras cosas, un símbolo de unidad». Pero conviene deshacer el entuerto y recorrer las etapas que llevaron a la creación de la bandera europea.
El concurso de bocetos convocado en 1950 por el Consejo de Europa lo ganó un pintor hasta entonces poco conocido, Arsène Heits: doce estrellas blancas dispuestas en círculo sobre fondo azul. Arsène Heits se inspiró para el boceto en la bandera de la llamada “Medalla Milagrosa” que llevaba colgada al cuello. Esta medalla se acuñó tras la aparición de la Virgen a Catherine Labouré en 1830; fue la misma Virgen la que indicó a la religiosa que pusiera en la medalla las doce estrellas de la corona que figuraban en el manto de la mujer del Apocalipsis; y Bernardette Soubirous llevaba la “Medalla Milagrosa” colgada del cuello con un cordón el 11 de febrero de 1858, cuando se le apareció por primera vez la Señora vestida de blanco y azul. Los colores originales, blanco y azul, llamaron la atención del presidente de la comisión que debía decidir, el judío belga Paul M.G. Lévy, quien probablemente vio en ello una referencia a la bandera del recién nacido Estado de Israel, que también era blanca y azul.
La adopción oficial de la bandera fue sancionada en una ceremonia solemne cuya fecha se fijó exclusivamente en función de las agendas de los políticos que formaban el Comité de ministros para el 8 de diciembre de 1955, fiesta de la Inmaculada Concepción, día que, casualmente, tenían libre de otros compromisos todos los dirigentes implicados.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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