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Huellas N.04, Abril 1994

SOCIEDAD

Realismo árabe

Luigi Amicone

Fundamentalismo. ¿El islam radical? «Es un arma política en manos de los políticos». Algunos consejos para un buen ecumenismo. Entrevista al obispo de Túnez monseñor Twal Fouad

Hace año y medio la Santa Sede rompía con una tradición secular que veía sucederse en la sede de San Agustín, Cartago, a obispos franceses. Por primera vez en la historia tunecina Roma ha nombrado obispo de Túnez a un árabe de origen jordano, monse­ñor Twal Fouad, recientemente en Italia con ocasión de los trabajos del sínodo africano del mes de mayo.

Excelencia, ¿qué le sugiere la palabra «diálogo», muy en boga entre nosotros en occidente?
Que el diálogo se hace con la vida de cada día, con las palabras, con la economía. Hoy está de moda el concepto de colaboración, part­nership. Es algo bueno, a hacer, pero evitando dos excesos: el optimismo de las ilusiones y el pesimismo inú­til. Dialogar significa poner sobre la mesa la propia identidad respetando la identidad de los demás. Pero nin­guna verdad es negociable.

¿Cuál es su experiencia al res­pecto?
He nacido en una tribu árabe nómada y hemos vivido bien sin plan­tearnos nunca el problema del diálo­go. Las discusiones teológicas no son muy habituales entre los beduinos. El derecho tribal se basa en un estilo de vida muy concreto. Somos gente rea­lista, para la que lo que cuenta, sobre todo, es la acogida del huesped, la honestidad, el respeto de la palabra dada. La historia de mi propia familia, que hunde sus raíces en la primera comunidad cristiana, es un ejemplo. Mi tribu ha sido de esas que, si bien era cristiana, ha colaborado con el profeta Mahoma en la guerra contra los bizantinos, obteniendo como privi­legio el permanecer cristiana.

¿Qué nos sugiere a nosotros, cristianos de ultramar?
Hablad menos de diálogo y entrad más en vosotros mismos. Un buen diálogo debería comenzar en vuestra casa.

Hay quien lamenta, incluso en Italia, que al Islam se le haya dado demasiada libertad de maniobra. ¿Qué piensa usted?
Es justo que un país democrático como el vuestro sea hospitalario con los fieles del Islam. Vuestra demo­cracia es fuerte, luego no os conce­déis un lujo ofreciendo a los musul­manes lugares de culto y libertad religiosa. Pero deberíais pedir las mismas oportunidades para los cris­tianos que viven en los países ára­bes. ¿Por qué, por el contrario, paí­ses como Arabia Saudita, que finan­cian construcciones de mezquitas por todo el mundo, no aceptan este principio de reciprocidad y, en su casa, niegan a los cristianos la liber­tad religiosa que pretenden que se conceda a los musulmanes en los países democráticos occidentales?

¿Qué consenso tiene el integris­mo en los estratos populares?
El fundamentalismo no es aprecia­do por el pueblo. La gente sabe bien que es un arma política en manos de los políticos. Los islamistas disfrutan del sistema democrático sólo para lle­gar al poder. Por eso digo que no tenemos que darles la ocasión de alcanzar su objetivo. Mire lo que ocu­rre en Argelia: todos tienen miedo del terrorismo, incluso los musulmanes.

Diálogo en la logia
Peculiar fue el encuentro ecuménico que tuvo lugar bajo la bóveda estrellada del gran templo de la masonería francesa.
Ocurrió el 22 de marzo del año en curso en París. Monseñor Jean-Charles Thomas, obispo de Versalles, fue hospedado con gran mimo por Jean-Louis Maninaud, gran maestro de la Gran Logia de Francia. Ante una multitud de masones notables y de periodistas invitados para la ocasión, el obispo fue protagonista de un apretón de manos histórico entre la Iglesia católica francesa y la masonería.
¿Una iniciativa personal? No lo parece. Y menos teniendo en cuenta que la extraordinaria ocasión se ha organizado para presentar un vídeo, El jardín secreto, coproducido por la Gran Logia de Francia y por dos representativos órganos de comunicación de la Iglesia católica francesa: Chrétien-Médias y el Comité francés radio-Tv (Cfrt), dirigido por el dominico Bernard Marlianges, el mismo que produce las transmisiones religiosas del domingo por el canal nacional France 2.
¿En fin del vídeo? Su difusión en las logias y en las parroquias, dicen los productores, para favorecer el conocimiento recíproco y «salir de nuestros ghetos».
El objetivo de tan singular asociación es, naturalmente, el ecumenismo.
Y esto porque, recita la crónica de Le Monde, «para estos católicos y para estos masones, las amenazas que hoy en día pesan sobre el mundo exigen una cooperación entre aquellos que creen en el cielo y los que creen en el Gran Arquitecto».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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