Las clases vuelven a empezar. ¿Pero cómo han cambiado tras la pandemia? ¿Hacia dónde se quiere ir? Así es como la lección de estos meses nos puede hacer crecer
Retorno al futuro
La educación que hace falta
La educación intenta volver a empezar. Entre miles de incógnitas, dudas, incertidumbres –en el mundo entero–, pero hay que intentarlo. En estos meses de confinamiento se la ha echado de menos. Y mucho. Profundamente. Hasta el punto de suscitar polémicas y debates que, más allá de los retrasos de la política, han sacado a la luz un dato: nos hemos dado cuenta un poco más de lo decisivo que es para todos lo que sucede en las aulas, y no solo para los que van allí. Allí se pone en juego gran parte del presente y del futuro de una sociedad. Por eso merece la pena fijarse bien en la experiencia de estos meses pasados. Entre luces y sombras, lleva dentro un patrimonio de indicaciones muy útiles para entender mejor qué es y qué puede ser la educación, qué significa educar, qué hay de esencial en todo lo que sucede –o no sucede– entre estudiantes y profesores.
Este es el tema central de nuestras dos primeras conversaciones. La primera con Mario Calabresi, periodista y padre. Alguien que no está familiarizado con el trabajo en las aulas pero que estos meses lo ha visto en acto muy de cerca, en las clases online de sus hijas. De ahí ha sacado observaciones y preguntas que afectan a todos. El segundo diálogo es con Anna Frigerio, directora de un gran instituto milanés, que lleva dentro esas mismas preguntas –y otras muchas que han surgido durante el confinamiento– para partir de ellas en un momento en que su trabajo intenta retomar una “normalidad” que ya no puede ser la misma de antes.
A continuación, cuatro historias, desde otras tantas partes del mundo, de profesores que han querido poner en discusión su trabajo, sus formas y sobre todo su valor, que no puede darse por descontado. Como tampoco se puede dar por descontado que los jóvenes no puedan ir a clase, que después de un verano tan extraño no vean la hora de volver a ponerse en marcha. Como vemos en el relato de algunos de ellos, y también en el de una madre que nos ha enviado su breve testimonio. Por último, una reflexión sobre la gran protagonista de estos meses, la “educación a distancia”. Para muchos, un descubrimiento; para otros, una cruz. Pero para todos, una ocasión más para profundizar en la cuestión central de este Primer Plano: ¿para qué sirve realmente la educación? (dp)
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