Acogida cotidiana
Somos una familia de Pesaro (Roberto, Barbara, Giulia y Leonardo), que en abril del 1992 se trasladó de la ciudad al campo, de una pequeña vivienda de 75 metros cuadrados a una gran casa de 500. Hemos pasado de un nucleo de cuatro personas a un grupo de ocho o nueve. Ha empezado, en efecto, desde hace aproximadamente año y medio la casa-familia «Pier Giorgio Frassati» que acoge muchachos en el período posterior a la comunidad terapéutica, en la fase de reinserción social y laboral, muchachos que eligen «rehacer su vida», lejos de su propia ciudad.
Teníamos y todavía tenemos esta certeza: ser amados y acogidos es lo que salva. No basta la convicción de que es necesario abandonar el consumo de sustancias estupefacientes, es necesario encontrar la respuesta a la pregunta por el sentido de la vida que hay en cada persona, al deseo de vivir (parece una contradicción) que tiene quien se droga.
De este modo nuestra familia se ha agrandado y hoy no podríamos pensar en una condición distinta de la que vivimos. Nuestra vida se desarrolla en la cotidianidad, como en otra casa cualquiera: los chicos y Roberto van a trabajar, los niños a la escuela, Barbara en casa con las tareas domésticas, a veces ayudada por algún chico que espera encontrar empleo. Nos encontramos en la mesa para comer y cenar, todos juntos.
Alguna regla escrita hay, pero son las necesarias para cualquier convivencia basada sobre el respeto mutuo.
Un único encuentro semanal para intercambiarse ideas, aclaraciones, consejos. Nuestro regalo para los chicos son las llaves de casa, tras algunos meses de vivir con nosotros. Respecto a ellos es un signo de confianza. Nuestra fortuna ha consistido en entrar en una compañía en la que el compartir se hace realidad en lo cotidiano, encontrar personas que se toman verdaderamente en serio el destino del otro.
Todo esto es lo que queremos dar a quien entra como húesped en «casa Frassati», dar lo que continuamente nos es dado a nosotros. Entre los chicos que han salido de «casa Frassati» hay quien va a ser padre, quien ha encontrado un trabajo gratificante, quien ha conseguido una buena vivienda, pero también hay quien no ha sido capaz de encontrar su sitio, no ha seguido las reglas de la casa y ya no está con nosotros, volviendo a vivir como antes, y, quizás precisamente por esto, le tenemos más en nuestro corazón.
Recientemente uno de los que se fueron nos escribió contándonos que había vivido con nosotros una experiencia que le había dado tanto que ahora está en una situación difícil y no sabe encontrar una solución.
Por nuestra parte, una vez superado el primer sentimiento inmediato de «haber fallado», tenemos la certeza de saber que un día nos encontraremos de nuevo. La fuerza de un encuentro, la fuerza de cinco meses vividos con una persona, permanecen en la memoria y nuestra pregunta ya no es «¿en qué nos hemos equivocado?», sino «Señor, ¿quién puede amarlo más que tú?».
Roberto, Barbara, Giulia, Leonardo, de Pesaro.
Suscripción de «fuego»
Se suele decir que «no hay mal que por bien no venga». Incluso un robo a mano armada puede tener como fruto una suscripción a Litterae. Me ha pasado a mí: iba al hospital Cottolengo de Turín el pasado octubre para hacerme una radiografía; el brazo derecho estaba roto por un disparo de arma de fuego. El radiólogo era del movimiento: salí con una radiografía y ... una suscripción a
Litterae. Lo recibo con regularidad y lo leo con interés. Es una bocanada de aire fresco en este clima ecuatorial. Agradezco al donante, cuyo nombre no recuerdo, pero cuyo gesto queda esculpido en el tiempo.
don Riccardo, de Nigeria.
La historia
Un hermano que se casa y parte de misión para China. Un hecho en sí mismo inconcebible. Y en cambio...
Un día hablando con Marco, hermano de mi yerno, me dijo: «Desde hace tiempo, por la situación en la que vivo, he tenido que construirme alrededor una coraza de defensa y de escepticismo de la que, de golpe, he sido liberado.
Esto ha pasado por la ocasión que he tenido de vivir de un modo estupendo y profundo el matrimonio de mi hermano Icio con Isa. La experiencia de ese día ha sido la de ensimismarse con ambos, con su increíble historia comenzada hace ocho o nueve años, cuando eran casi unos niños. He recorrido, ensimismándome con ellos, toda la trayectoria del tiempo vivido, también con sacrificio (durante 18 meses Icio ha vivido en Taipei sin Isa), la espera, las esperanzas y al fin el premio. Yo no puedo decir que haya sido más feliz que ellos, pero seguramente tanto como ellos. Me habría gustado partir también a mí. Me ha conmovido no el anuncio que hicieron de su partida para la misión en China, más aún, me ha fastidiado y me ha enfadado porque me parecía demasiado "partidista". No encuentro extraordinario que los dos se vayan a China o quién sabe a dónde: son jóvenes y pueden ambientarse perfectamente donde quieran. La verdadera conmoción para mí está en el itinerario de su historia, la fidelidad al encuentro comenzado en tierna edad y que no sabían, ni podían imaginar cómo y a dónde les llevaría. Esto es para mí extraordinario».
Elsa, de Rímini
El bien y el mal
Hace aproximadamente un par de años empecé a encontrarme mal, a no tener ganas de hacer nada ... a no tener fuerzas para hacer nada.
No era capaz de darme cuenta de que algo venido de fuera, que no dependía de mí, me pudiese reducir a aquel estado.
Recibí entonces el diagnóstico de mi enfermedad y esto me hizo verdaderamente desesperar, me encontraba mal tanto física como moralmente. En mis oraciones pedía que esta pesadilla terminase. Pedía curarme. El Señor, no sé por qué motivo, me ha dado todavía más, me ha dado una razón por la que vivir, me ha dado un modo nuevo de mirar al mundo, me ha dado la posibilidad de sentirlo presente junto a mí, me ha hecho encontrar el movimiento.
Ahora cuando me preguntan por mi enfermedad hablo de ella serenamente, porque mi sufrimiento, que permanece, es sólo físico y ya no me preocupa, porque me he dado cuenta de que el dolor no es un mal si de él nace el bien.
Alessandra, de Florencia
Mirabilia Dei
Desde hace 18 meses está con nosotros un joven de 27 años, polaco, que se ha quedado ciego a causa de la sosa cáustica. Ha sufrido ya dos trasplantes de córnea, fallidos por rechazo, y ahora está siendo sometido a una complicadísima operación en cuatro fases, con la esperanza de recuperar la vista. Ha sido operado en Mestre, Monza y ahora en Roma. Lo conmovedor del caso ha sido la inmediata, cordial, fiel y gratuita caridad respecto a él por parte de las comunidades del movimiento de las ciudades en las que estaban los hospitales. Ha bastado una llamada de telefono a uno para que se diese una movilización que hiciese sentirse a Ryszard (así se llama el joven) como en su casa, abrazado por una compañía, lo repito, fiel y activa. Y no se ha tratado de un día, sino de semanas y meses. Y antes nadie lo conocía personalmente: y sin embargo una llamada de teléfono ha sido suficiente para que fuera acogido y tratado como un hermano. Los enfermos vecinos se maravillan de que tenga tantos amigos, siendo polaco. El segundo hecho es análogo, pero no menos significativo. Desde hace tres años la comunidad de Pescara acoge durante 15 días, con todo a su cargo, a unos cuarenta chicos y responsables de la obra «Ut unum sunt» de Swidnica (Polonia). He tenido la posibilidad de verles en el trabajo durante estos años y siempre me ha impresionado la simplicidad, la «normalidad» con que estos muchachos viven la compañía, desde la preparación de las excursiones a las veladas, o la atención a algunos problemas como la posibilidad de hacer operar de un pie a una niña parapléjica. He querido contar estos hechos, auténticas mirabilia Dei, con la esperanza de que nos ayuden a amar más esta compañía que, como dicen los Ejercicios de la Fraternidad, «está llena de riquezas ... Cada uno tiene una autoridad sobre el otro, dada por la capacidad de ejemplo, de paciencia, de afecto, de perdón, de discreción». Los amigos de Mestre, Venecia, Brugherio, Roma y Pescara lo han sido para mí.
don Gianni, de Brugherio
En la memoria
La Secretaría intecnacional nos ha enviado la traducción de una nota que una familia portuguesa que reside en Washington ha mandado tras los Ejercicios de la Fraternidad.
Queridos, es maravilloso haberos encontrado a vosotros y a todos los que nos han acogido. El milagro radica en que no hay distancia para la amistad. Cada día me acuerdo de mucha gente de Milán; no se trata de un esfuerzo, están aquí en nuestra memria. No hay palabras para describir los Ejercicios de la Fraternidad. Sólo las sencillas palabras de los corazones de aquellos que viven el evento del seguimiento de Cristo.
Diogo y Marian, de Washington
Corresponde al corazón
Os escribo desde Yaoundé en Camerún. Frecuento la escuela de comunidad desde hace veinte meses. Al principio fue difícil, no comprendía nada. El instrumento de trabajo de este año ( el panfleto de Pascua) y el método me han permitido comprender un poco más, aunque no todo. El Padre Antonio, el Padre Mauricio y el Padre Marco son las caras que para mí reflejan el carisma del Movimiento y que yo estimo mucho. «Es necesario partir para una aventura donde quien calcula no eres tú», quiere decir para mí en el fondo, que la aventura es bella. En este momento, en el que hacemos por segunda vez las vacaciones del Movimiento aquí en Camerún, estoy cada vez más fascinado y apasionado. Toco con la mano la realidad del Movimiento en el que me empeño en poner en juego la totalidad de mi vida, porque el Movimiento responde al deseo de mi corazón.
André, de Camerún
Adivina quién viene de vacaciones
Se sabe que cuando se es amigo de un misionero puede suceder de todo, y así poco antes de su partida por mar, nos ha llegado la noticia que el Padre Bernardo Cervellera pasaría las vacaciones con nosotros ... trayéndose consigo dos jóvenes chinos de Taiwan. Así en julio Liou Yuan Ching y su hermana Tien Mei han llegado a nuestro camping. Desde el primer día tuve la sensación de «algo distinto». Ellos se adhieren a la tradición confuciana china y esta diversidad emergía continuamente, desde las cosas más banales a los comportamientos más profundos. También nosotros para ellos éramos «muy, muy extraños» y, aunque el Padre Bernardo tenía ya una amistad profunda con Liou y ya le había comunicado su amor por Cristo y por la Iglesia, el impacto recíproco ha sido verdaderamente un acontecimiento. Después de poquísimo tiempo Liou me dijo «vosotros tenéis el aspecto de ser gente feliz, mucho más felices que nosotros; quisiera descubrir por qué». Sus palabras nos han dejado a todos pasmados. Mientras tanto, día a día, a través de mil episodios divertidos y alguna que otra fatiga, me encariñé realmente con nuestros chinitos y si el motivo inicial había sido sobre todo la amistad con Bernardo, en breve tiempo nació en mí una gran debilidad, una ternura por estas personas, por sus deseos y sus preguntas. Antes de irse Liou dijo al Padre Bernardo que se había dado cuenta por primera vez, mirándonos a nosotros, lo que quería decir tener el sentido de la propia vida y que él todavía no lo conocía, pero que desde entonces en adelante siempre lo buscaría. La misión tiene mucho que ver con el deseo de mi felicidad, que es el mismo deseo de cualquier hombre. Es impresionante darse cuenta de que llevamos algo grande: la Presencia que es respuesta a cualquier deseo.
Clorinda, de Milán
De vacaciones con el Papa
Soy un joven médico y formo parte del movimiento de Comunión y Liberación, que este año organizaba sus vacaciones de verano norteamericanas en Denver, en honor a la visita del Papa. El jueves 12 de agosto, después de comer, nos hemos reunido en el estadio Mile-High de Denver. Eramos aproximadamente unos 80.000 de todos los continentes y países, incluidos Serbia, Bosnia-Herzegovina, Japón ... Era la primera vez que veía al Santo Padre: «Queridos jóvenes, os saludo en el nombre de Jesucristo, porque Él es el camino, la verdad y la vida». Pudimos volver a ver de nuevo a Juan Pablo II en la vigilia del sábado por la noche y el domingo por la mañana durante la misa en el Cherry Creek Park. Durante su estancia en el territorio americano, los periódicos han centrado el debate sólo sobre el aborto, las reivindicaciones de las mujeres en el seno de la Iglesia, acentuando las diferencias con el punto de vista de Bill Clinton; mientras Juan Pablo II se dirigía a nosotros con un discurso más profundo, centrado sobre el corazón del hombre. Nos ha animado a reafirmar nuestra fe precisamente como el apóstol Pedro que decía simplemente: «Sin ti, Señor, ¿a dónde iremos? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna». El tema central de este año provenía del evangelio de Juan (10, 10): «He venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia».
El Papa nos ha pedido que no nos dejemos engañar por el mundo y por la falta de conciencia que hay en él. En un mundo donde los jóvenes pierden la esperanza, en el que ya no tienen esperanza y se dejan guiar por falsos profetas, el sumo Pontífice ha exhortado a ser custodios de nuestros hermanos. A mí este mensaje me ha despertado el coraje de querer compartir lo que ha cambiado mi vida, lo que me ha hecho feliz. «Queridos jóvenes, Cristo tiene necesidad de vosotros para iluminar el mundo y mostrar el camino de la vida».
Paul, de Canadá
El cardenal y las 74 preguntas
Les estoy muy agradecido por haberme hecho llegar el número de Litterae Communionis que contiene el extracto de mi artículo sobre las intuiciones de base del reciente libro de don Luigi Giussani, Un avvenimento di vita cioé una storia.
Por mi parte pienso que las dos intuiciones fundamentales, la novedad radical de la Revelación en Jesucristo (acontecimiento, encuentro y presencia) y la necesidad de la Gracia para vivir la fe, son de gran importancia para la pastoral contemporánea. En otras palabras, estas intuiciones se fundan sobre bases sólidas escriturales y dogmáticas. A propósito de este asunto quisiera preguntar si es posible enviarme tres o cuatro ejemplares del fascículo 74 preguntas, 74 respuestas que quisiera hacer conocer a algunos amigos. Leo con interés y provecho vuestra revista.
Con toda mi estima y religiosa devoción,
Cardenal Jerome Hamer
Vacaciones nordicas
Hemos tenido, por segunda vez, las vacaciones en Finlandia, con los amigos de la comunidad de C.L. de Europa del Norte. En total éramos 21 personas procedentes de Suecia, Finlandia, Estonia e Italia. Al principio el ambiente era tímido, no nos conocíamos, había que organizarse en la cocina (de hecho, nos hemos autogestionado las vacaciones, para así permitir que algunos amigos pudiesen participar gratuitamente); además el tiempo variaba constantemente, por lo tanto teníamos que estar preparados para idear nuevos juegos. Para conocernos, la primera noche nos presentamos: sentados alrededor de una mesa nos contamos cómo habíamos llegado a esa casa para pasar unas vacaciones en medio del bosque. Inmediatamente descubrimos que estábamos unidos, a pesar de la gran diferencia en nuestras historias personales, en nuestros idiomas, en las nacionalidades ... Estábamos allí por algo que no sabíamos definir bien: algunos por una invitación imprevista, otros por una amistad, otros atraídos por la curiosidad, otros sorprendidos por la novedad de unas vacaciones originales. Como momento inicial de la jornada y antes de las comidas recitábamos el Ángelus, en inglés. Ha sido conmovedor ver, por ejemplo, a Jano usar dos o tres diccionarios (estonio, finlandés e inglés), para traducir las palabras y comprender su significado. Nuestra amiga Pirkko, luterana, se ha mostrado tan sorprendida por la sencillez de nuestra compañía que ha querido venir a Italia para ver el Meeting de Rímini, mientras que otros han participado en el equipe internacional en La Thuile. Al final tres chicos estonios han obtenido el tan esperado visado para poder ir a Italia y han estado con nosotros una semana. Poco tiempo después la Divina Providencia nos ha preparado una nueva ocasión de encuentro: la visita del Papa a Tallin, en Estonia. Ha sido una gran alegría poder volver a ver a nuestros amigos estonios Toivo, Stella, Ulle, Toimo, Aile, en casa de Jano y Katerina. Para esta ocasión, desde la cercana Finlandia, han llegado en barco más de 200 católicos para asistir a la Misa celebrada por el Papa. Manul, de Helsinki, había traído en la mochila el cancionero, pensando utilizarlo durante la espera; sin embargo, nos encontramos en medio de una multitud silenciosa y comedida, tal vez sorprendida y atónita por lo que estaba sucediendo. No era la típica muchedumbre ruidosa e inquieta que agita banderas y pancartas; todos estaban sentados en
sus sitios o de pie detrás de las gradas. Al final encontramos tiempo para un breve saludo entre nosotros y con los nuevos amigos que poco a poco encontrábamos a lo largo del camino que conduce al mar. Pidamos al Señor que esta historia pueda continuar y que nuevos amigos se añadan a esta amistad.
Los amigos finlandeses, suecos y estonios
La gracia de un retorno
Tras casi seis meses de prisión preventiva (por las investigaciones relativas a la construcción pública de casas en Milán), mi marido ha vuelto. Han sido días llenos de fatiga y de dolor por la lejanía, por la situación inverosímil que nos había tocado vivir. Los hijos, pequeños, no lo sabían. He intentado que viviesen lo más normalmente posible, justificando la ausencia del papá. En esos días encontré dentro de mí aquello que en tantos años de vida en el movimiento, poco a poco, se había depositado, inconscientemente, como un tesoro, una gracia: la oración, la mendicidad, el ofrecimiento continuo de todo, una fuerza física increíble, la certeza de que todo lo que estaba sucediendo tenía un sentido, formaba parte de un designio bueno sobre nuestra vida, la amistad y el apoyo de los amigos. Sin el movimiento no habría vivido estos meses con esperanza, sino con desesperación. Quiero dar las gracias a todos aquellos que han estado cerca de nosotros, con la oración, con un pensamiento, una carta, una presencia discreta y con tantas atenciones y ayudas concretas, sobre todo a nuestra comunidad de Santa Maria Coronada, el grupo de Escuela de comunidad y de Fraternidad, nuestros sacerdotes y a todos.
Laura, de Milán
La libertad está en el sí
Durante meses se ha ido muriendo mi madre. El mes de agosto fue para mí terrible, no sólo por la crudeza de las circunstancias, sino también por mi manera de estar, o incluso de no estar. Es en esos momentos donde uno se vuelve inevitablemente más sencillo y surge angustiosamente la petición de que, si «esta vida» es posible también para mí, se me manifieste. Uno puede estar agobiado, triste y asfixiado pero incluso en esos momentos mantiene intacta la condición más esencialmente humana, la libertad. Y ser libre no significa capacidad de elección, triste fraude de nuestros días, significa pedir. No hacerlo no tiene justificación alguna, nada reduce ni interfiere en esta capacidad.
Si yo pido, Él responde. Durante las tres semanas que mi madre pasó desahuciada en un hospital, ni un solo día he dejado de recibir la visita de mis amigos. Esto, que para nosotros puede resultar normal, para mi familia ha sido simplemente alucinante.
Pero ha sido quizá tras el fallecimiento cuando su gracia se ha manifestado de un modo más evidente. Es una gracia vivir con alegría imperturbable y con paz, que incluso respeta el dolor, una circunstancia como ésta. En realidad lo que es una inmensa gracia es tener delante una gente, y me estoy acordando de 4 o 5 rostros, que dicen sí a Cristo en su vida. Alguien así es un verdadero amigo. La verdadera compañía va mucho más allá del sentimentalismo en el que torpemente nos quedamos. Toda mi vida se juega en que haya alguien puesto delante de mí que diga sí a Cristo, como lo dijo Giussani, y mucho antes lo dijo María. De esta manera uno se libra del peso del activismo, porque de igual manera que la felicidad de mi familia pasa a través de que yo diga sí, y no de mi esfuerzo, nuestro sí coincide con el bien del mundo. Por eso el hecho más importante de mi vida ocurrió antes de que yo naciera, cuando don Giussani respondió a Su llamada.
Antonio, de Madrid
«Los de las 7»
Hace cuatro años empecé a viajar desde Taranto a Bari todos los días para ir al trabajo. Ya desde el comienzo noté cómo todo (hora de levantarse, idas, vueltas, costumbres... ) estaba calculado para ocasionar la menor molestia posible. Pero no obstante la salida siempre era a las 6.30 y era imposible acostumbrarse. Así durante un año entero entrando en el autobús con la luz del alba, cruzar una mirada o saludar a una persona resultaba una hazaña nada desdeñable. No quedaba más remedio que permanecer allí en silencio, esperando que algo sucediese o que algún pretexto pudiese ser motivo para un encuentro. Durante ese tiempo estaba seguro de que aquel malestar no lo habría podido evitar nadie y que tal vez mejorando el servicio que ofrecían los autobuses de línea, alguien saldría beneficiado. La iniciativa suscitó diversas opiniones y escepticismo pero fue ocasión para verme protagonista de una serie de encuentros. En mayo entregamos una petición con 200 firmas... y lo conseguimos: la línea directa Taranto-Bari cambió la hora de salida a las 7.00. En estos años los encuentros han sido muchos, y todos han sucedido de forma tan banal como la de los viajes cotidianos. Así ha nacido la compañía de amigos «Los de las 7.00». Desde la sencillez de las relaciones se ha empezado a hablar de los detalles significativos de la vida: el trabajo, la familia, la educación de los hijos, los amigos ... Cuanto más se profundizaba en estos detalles, mis nuevos compañeros se mostraron más y más curiosos por conocer mi historia. Algunos han empezado a venir a nuestro «pub» y después a otros gestos de la comunidad. Para ellos la gran sorpresa ha sido ver que lo que yo les contaba se podía experimentar en una amistad incomparable, en una realidad sorprendente. Los primeros que vinieron hablaron a los demás, incluidos los conductores y los interventores. La curiosidad era general. Hemos propuesto para finales de mayo una velada a la que hemos invitado a nuestros compañeros de viaje. Así ha nacido la mítica Asociación de Viajeros Permanentes del Sureste, cuyos adeptos han propuesto la invitación al guateque «en el meridiano 30 del mundo». Se ha notado cierta sorpresa cuando algunos de nosotros empezamos a proponer la invitación en el autobús. Nunca antes había sucedido que los viajeros de la línea Taranto-Bari decidiesen encontrarse fuera del momento obligado del viaje cotidiano. Decidimos invitar a la velada incluso a sus familias. Fue una bonita fiesta: de la extrañeza inicial se pasó a una cordial familaridad. Esta historia me sorprende cada vez que hablo de ella a otros amigos porque nunca hubiera imaginado que todo sucediera así. Pero sobre todo una cosa es evidente: el Destino que nos une a cualquier hombre emerge y se hace positivo por un significado que lo precede.
Michele, de Táranto
Como Jacob
Ecribo para contar el milagro que ha ocurrido en nuestra familia y a los amigos de la Fraternidad. El Señor quiso llevarse consigo a nuestra pequeña Lucia de diez meses. Ha sido posible mirar la circunstancia de su muerte, tan imprevista, atravesar este dolor tan grande, sólo abandonándose en esta compañía, signo evidente de su Presencia entre nosotros. Cuando en estos días escucho que Marco Bucarelli ha estado contento incluso en aquella dolorosa situación, comprendo más conscientemente cómo es posible que a nosotros no se nos permita atravesar las alegrías y los dolores como a todos, sino sólo en virtud de aquel «antes» que hay entre nosotros y que ha permitido dar testimonio de un fragmento de humanidad nueva en la circunstancia de la muerte de nuestra hija. Ahora para nosotros la vida ha cambiado, hemos permanecido marcados por este acontecimiento, cojos como Jacob. Este signo es ineludible y cambia la relación con las circunstancias hasta el punto de hacer insoportable lo que no sirve para la vida.
Peregrinación a Danver
El encuentro mundial de los jóvenes con el Papa en Denver ha sido para mí una experiencia extraordinaria. Esta peregrinación me ha ayudado a comprender mejor y con más fuerza el significado profundo de la obediencia a las indicaciones, a los gestos que se han indicado, puesto que creo que se puede crecer sólo a través de la obediencia, como el hijo sigue a su propio padre. Lo más fascinante ha sido la espera del encuentro con el Papa, desde la vigilia de oración a la misa de la mañana siguiente. Además, me he quedado sorprendido por el hecho de encontrar muchachos del Movimiento de todas las partes del mundo que no conocía, que nunca antes había visto, pero era como si fuese amigo suyo desde siempre.
Me he dado cuenta que nuestro estar juntos era diferente porque habíamos tenido un encuentro antes que ha cambiado nuestra vida totalmente. Cristo para mí se ha hecho presen te concretamente en esta compañía que me ha sostenido siempre incluso, cuando no me lo esperaba, en los momentos más impensables, y por eso los más verdaderos.
Grabriele, de Rimini
Esperando el BusMeeting
Os escribo para contaros mi experiencia de bachiller en el Meeting.
Una noche mi amiga Simona y yo estábamos en la parada del busmeeting y en la espera habíamos empezado a rezar las vísperas. Casi repentinamente se acercaron dos muchachos, nos miraron un momento y después sacaron su libro de liturgia de las horas y comenzaron a rezar vísperas con nosotras. Así fue para mí el Meeting: como una larga petición. Petición era el trabajo largo y cansado pero compartido. Petición al comer juntos, al unirse a cantar con gente que nunca habíamos visto. Percibía que lo que nos hacía permanecer así era la unidad entre nosotros que hacía cambiar y hacer cosas antes impensables. Verdaderamente quisiera ser capaz de llevar cada instante en el corazón, no sólo el recuerdo sino la memoria de toda aquella semana. Memoria para que pueda suceder también aquí lo que sucedió en aquellos días.
Silvia, de Milán
Por nuestros amigos
«Todo es vuestro, el mundo, la vida y la muerte, el presente y el futuro. Pero vosotros sois de Cristo y Cristo es de Dios».
Recordamos a don Tommaso Latronico y a todos los otros amigos a los que durante el verano apenas transcurrido, el Padre ha llamado a sí, confirmándoles en nuestra compañía de un modo más profundo y definitivo.
La Redacción de Litterae
Inicio en Panama
Desde este número nuestra revista editada en lengua castellana llegará también a Panamá donde un pequeño grupo ha empezado la experiencia de Comunión y Liberación.
Crece el número de los países que reciben Litterae:
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Cuba
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Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón