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Huellas N.8, Septiembre 2007

IGLESIA - Benedicto XVI / Jesús de Nazaret

Un hecho histórico

a cargo de José Luis Restán

«Es la alegría de seguir a Jesús, de convertirnos en amigos suyos, la misma alegría de Pedro, de los apóstoles y los santos de todos los tiempos, la que me ha llevado a escribir el libro Jesús de Nazaret». Con esta sencillez comunicó Benedicto XVI a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el impulso profundo de la que seguramente quedará como una de las mayores obras de su pontificado.
En el prólogo de la obra, Ratzinger nos invita a compartir su camino personal en busca del rostro del Señor, su propia historia de amistad con el Jesús que una vez resucitado, ya no muere más, y cumple su promesa de estar con los suyos hasta el final de los tiempos. Él mismo nos advierte que con este libro no ha pretendido de ningún modo realizar un acto magisterial, y es verdad. Pero sucede que el hombre que nos hace partícipes de su aventura en esas páginas, es precisamente el sucesor de aquel a quien Jesús preguntó tras la traición: «Simón, ¿me amas?». Y es evidente que eso convierte su libro en algo extraordinario.
El Papa recorre el camino del Evangelio para llevarnos hasta la imagen completa de Jesús, consciente del contexto de escepticismo en el que se encuentra sumido el lector contemporáneo. Su recorrido es también, por tanto, un diálogo con las preguntas y las oscuridades de todos nosotros. En ningún momento desdeña el método histórico-crítico (aunque señala su límite intrínseco) ni los hallazgos de la exégesis moderna ( que nos ayuda a hacer presente la figura de Jesús con una vivacidad y profundidad que no podíamos imaginar), aunque no rehuye la crítica acerada hacia aquellos que la han utilizado para sumir la imagen de Jesús en la niebla, alejándola cada vez más de nosotros.
La exégesis y el método histórico son compañeros imprescindibles en este camino, pero el punto de partida al que Joseph Ratzinger se atreve a dar crédito es el de la fe en Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, tal como lo confiesa la Iglesia. Y en esta aventura de razón y de libertad a la que cualquiera puede asomarse, los textos del Evangelio se abren de par en par para manifestar una figura que es digna de la fe de un hombre cabal, también de la fe del hombre del siglo XXI. Este libro nos muestra a un hombre profundamente apasionado por Cristo, que está ante su Señor con toda la potencia de la razón y con todo el deseo del corazón humano.
En la presentación de este libro, el cardenal de Viena, Christoph Schönborn, confesó que pudo parecer trágico que un teólogo del calibre de Ratzinger recibiera tan joven (apenas tenía 50 años) el ministerio episcopal, lo que de un modo u otro podía “trabar” y “condicionar” el desarrollo de su creatividad teológica. Inmediatamente Schönborn salió al paso de su propia duda expresada en voz alta, para explicar cómo el servicio pastoral ha contribuido a conferir amplitud de horizontes y espesor vital al trabajo teológico nunca interrumpido de Joseph Ratzinger. Así que lo que pudo verse como una pérdida intelectual, se manifiesta ahora como un camino providencial, precisamente cuando el cardenal-profesor se ha calzado las sandalias del pescador y contempla sus ochenta años de vida bajo el signo de la misericordia de Dios, de ese Dios que él ha conocido gracias al rostro humano de Jesús, que la Iglesia no ha dejado de reflejar durante veinte siglos.

Joseph Ratzinger
Benedicto XVI
Jesús de Nazaret
La Esfera / pp. 448 - E 19,50

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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