Huellas N.8, Septiembre 2007

CL - Heridos por la belleza

Una invitación a desplegar nuestros planos

Ramón Rodríguez Pons

Del 22 al 26 de julio, 200 adultos y sus 120 hijos en la costa de Almería, un grupo numeroso de Andalucía y otro del resto del país

Finales de Julio. Buen tiempo. Hotel en la playa de Almería. “Heridos por la belleza”, lema de las vacaciones e invitación a trabajar los ejercicios de la Fraternidad para personas deseosas de pasar juntos unos días que sean significativos para el resto del año. ¿De dónde partir? De nuestra necesidad, de aquello por lo que Cristo se conmovía al mirar al hombre. Un montaje sobre la necesidad que es el hombre y una presentación de la persona de Van Gogh nos ayudan a tener esta conciencia.

Grandes planos
Después llega Jesús Carrascosa, conocido como Carras, una de las personas que comenzó el movimiento en España y que en estos momentos se encuentra viviendo en Roma y viajando por medio mundo para visitar distintas comunidades. Muchos le conocemos, otros no. Enseguida, ideas claras y provocadoras: «Sin la experiencia de que todo es poco para el alma, Cristo no es necesario», «uno tiene que vivir no de teorías, sino de una presencia», «el horizonte que uno tiene en la vida es como los planos de una casa; si los planos son pequeños la casa será pequeña y al revés. El horizonte adecuado nace del ideal que es Cristo». Toda una invitación a desplegar cada día los planos de nuestra casa, de nuestro yo.

Ana, Raquel, Juan
Enseguida nos damos cuenta de que las mismas vacaciones son una invitación a tener esa apertura. El testimonio de tres personas que muestran su sorpresa por haber tomado decisiones que nunca hubieran imaginado y a las que, de hecho, en un principio habían dicho que no. Ana, tras haber vivido un tiempo con su familia en Santo Domingo, nos decía que «antes de irme, la Escuela de comunidad era importante; ahora es una necesidad». Juan, joven empresario que ha acogido en su casa a Ángel, un adolescente, cuenta que «ha sido fundamental que los chavales con los que hacemos caritativa hayan visto la belleza del EncuentroMadrid. Ahora, Ángel, se acuerda de mis amigos más que yo». Y Raquel, que trabaja en Perú con CESAL: «se me ha dado un motor –corazón– que es mucho más grande que mi límite y mi temperamento. No he curado mis heridas, sino que se han abierto más viendo todo lo que he visto allí. Pero la necesidad que veo me hace afirmar mi necesidad, un abrazo sobre mi vida. Cristo no nos quita nada, sino que nos da todo».

Gotzone y Román
Mojácar está lejos de todo. Aún así fuimos de peregrinación al Santuario de Caravaca de la Cruz donde celebró la Eucaristía monseñor Javier Martínez, Arzobispo de Granada. Toda una ayuda para crecer en la conciencia de la sobreabundancia que despliega la compañía de Cristo en medio del bombardeo de imágenes y modas al que estamos sometidos. Los chavales adolescentes se quedaron en Mojácar disfrutando de un día de cantos y juegos con Anas y algunos padres.
El encuentro con Gotzone Mora, profesora de la Universidad del País Vasco y Secretaria de Inmigración y Ciudadanía en el Gobierno valenciano fue otra gran ocasión. Desde el principio expuso ante nosotros su necesidad, afirmando que «mis debilidades son mis grandezas» o que «aprendo la grandeza del Padre Nuestro en la Escuela de comunidad». Sorprendió la respuesta que dio hace un tiempo a Román, uno de sus guardaespaldas, al comentar éste que deseaba para su hija lo que había visto el año anterior en Rímini: «Para que tu hija lo tenga se lo tienes que dar tú».