Huellas N.8, Septiembre 2007

PRIMER PLANO - Meeting de Rímini

En la estela de La Cometa

Miguel Ángel Blázquez

Entro en el universo del Meeting de Rímini celebrado en agosto y después de meses oyendo hablar de “La Cometa” busco entre la multitud la entrada de la exposición que los miembros de esta iniciativa de acogida infantil habían preparado para esta edición. No se podía llegar hasta la entrada y el río de gente esperando su turno de visita era continuo. Pregunté por el catálogo ante la casi misión imposible de visitar la muestra y con el couché en las manos empecé a entender. No es una cometa cualquiera, es un cometa el nombre de esta iniciativa que nació de un sencillo gesto de acogida y se ha convertido en una obra tan grande como inesperada.
Pasando las páginas pensaba: al menos si no puedo ver la exposición tengo el folleto y se lo puedo llevar a mi familia, a los amigos... Pero no fue así. Me “colé” con unos amigos y no sin dificultades pude ver la muestra. Debo confesar que más de una vez se me saltaron las lágrimas escuchando los testimonios de los que viven, ayudan, o trabajan en cometa.

¿Que es La Cometa?
¿Un colegio, un orfanato, una residencia...? Cometa es una casa en la que actualmente viven cuatro familias que se han reunido secundando la invitación que don Giussani hizo hace años a Erasmo e Innocente Figini.
De ese sí ha nacido una obra en la que viven cuatro familias con 30 hijos entre propios y acogidos, una casa del grupo adulto, una escuela de formación profesional, un club deportivo y una realidad de acogida diurna que atiende a más de 60 chavales que acuden a cometa para estudiar, hacer deporte, etc durante la semana además de 150 voluntarios que ayudan en todas las tareas.
Ver cómo la respuesta sencilla a la realidad genera una humanidad de este tipo es conmovedor y no provoca sólo al sentimiento, conmueve por entero la humanidad del hombre, de muchas personas que han podido conocer la realidad de cometa en el Meeting de Rímini.

¿Qué hace de cometa algo único?
Decir algo único puede parecer un poco pretencioso pero si uno escucha a alguna de las personas que viven allí, insisten constantemente en la comunión como el factor decisivo que hace de cometa un lugar único cada vez que se les pregunta. Estamos hablando del Misterio, de la iniciativa de Dios, de la Gracia, cuestiones que nosotros los humanos no podemos darnos, por tanto o aceptamos que esa exclusividad como forma de vida es dada o la juzgaremos sin más.
El rumor se iba extendiendo por los pasillos y pabellones del meeting. ¿Has visto la exposición de cometa? ¡No te la pierdas! Al final no es como otras exposiciones, ellos están en un salón como el de su casa y te ofrecen agua y una manzana...
Al segundo día ya era “la exposición del año”, un imprevisto que empezaba a confirmar la verdad de esta realidad comunional expresada de forma sencilla y sorprendente.
Con una puesta en escena impecable, cuidada hasta el último detalle por Erasmo Figini, nada más entrar en la exposición te dabas cuenta que no era una muestra convencional. Era la expresión pública de una obra nacida de la obediencia a don Giussani.

Una ciudad en la ciudad
Este es el lema de Cometa y es lo que hemos podido ver en el meeting, un pueblo dentro del pueblo, no separados de la realidad sino protagonizándola.
Tuve la suerte de cenar con uno de los hermanos días después del meeting y viendo de cerca a este hombre, tímido, discreto, casi abrumado por cómo se estaban desarrollando los acontecimientos, definitivamente me rendí ante la evidencia. Todo es dado y nace si cada uno de nosotros, con su temperamento, no da la espalda a la iniciativa que el Misterio toma. Con ellos ha sido así.